Cuando Dios Parece Distante
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“El Señor ha escondido su rostro de su pueblo, pero yo esperaré en él,
pues en él tengo puesta mi esperanza.”
Isaías 8:17 (Nueva Versión Internacional)
Dios es real sin importar como te sientas cuando las cosas marchan bien en nuestra vida. Es fácil adorar a Dios cuando nos ha provisto alimento, amigos, familia, salud, alegría. Pero las circunstancias no siempre son tan agradables. ¿Como adoramos a Dios, entonces? ¿Que hacemos cuando Dios parece estar a millones de kilómetros de distancia?
El grado de adoración más profundo es alabar a Dios a pesar del dolor, a pesar de la adversidad, a pesar de la aflicción, la enfermedad, la pérdida de un ser muy querido, confiar en él durante la tentación, dar gracias durante una prueba, aceptar el sufrimiento y amarle aunque parezca muy distante.
La prueba de la amistad es la separación y el silencio, en todas las relaciones ya sean familiares o nuestros mejores amigos. La prueba más dura es cuando hay silencio y hay distancia de por medio, pues lo mismo pasa con Dios.
En el caso de nuestra amistad con Dios no siempre no sentimos cercanos a él. Hay un periódo de todo creyente de intimidad, de silencio, y distanciamiento.
Estas pruebas son para fortalecer nuestra amistad con los que amamos. Y lo mismo pasa con Dios. Él permite que haya esta aparente separación de él para que valoremos, fortalezcamos y maduremos nuestra amistad con nuestro amado Padre Celestial. En el argot o lenguaje del cristianismo algunos teólogos le han llamado de diferentes maneras “Sequia Espiritual”, La noche oscura del alma”, “El Invierno del Corazón”, queriendo indicar el alejamiento o la separación momentánea de Dios.
Pero la verdad es que Dios no nos ha dejado. Él no nos ha prometido que siempre lo sentiremos. Él ha prometido que siempre estará con nosotros, y siempre es, hasta el fin del mundo. En realidad él está ahí con nosotros. Es una promesa de él en su palabra, Deuteronomio 31:8, ” Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”. Y en otro versículo nos lo repite en Mateo 28:20, “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Si él puede parecer distante de nosotros en muchas de nuestras aflicciones, tal vez estés enfermo, estés en la cárcel, hayas perdido a un ser querido, no tengas trabajo, estés en la totalmente quebrado o endeudado, tu matrimonio se está derribando, la relación con hijos cada vez es más lejana o estás muy lejos de ellos, te estés secuestrado, o estas desahuciado por lo médicos que vas a morir muy pronto, tu esposa se fue con otro, tu esposo te abandonó por otra mujer, estas atrapado en alcoholismo o en la drogadicción, no importa en qué circunstancia estés viviendo, y no importa que distante te parezca que está el Señor está de tu vida, te tengo una muy buena noticia.
El ahí está, si ahí está a un lado tuyo, con los brazos abiertos esperando que vayas a él y le digas, ” Padre, he pecado contra ti. Me arrepiento por haberme alejado de ti, pues yo soy el que me fui como el hijo prodigo. Perdóname por dudar de tu amor y de tu misericordia. Heme aquí, haz en mi tu voluntad.”
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Abro mi corazón para que entres en él y tu espíritu santo more en mi ser y me dé convicción de pecado. Que mi nombre sea escrito con letras de oro en el libro de la vida y que la acta de decretos en contra mía sea destruida. Jesús se mi abogado ante el padre, y mi amigo fiel, porque tu si eres fiel, siempre fiel.
Una pequeña porción de Una Vida con propósito de Rick Warren de la lección 9 pag. 114-115.
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