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LA POLIGAMIA EN EL A.T.
“Tuvo 700 mujeres reinas y 300 concubinas. Y sus mujeres hicieron que se desviara su corazón.” (1 Reyes 11:3)
Cuando leemos estos testimonios de poligamia tan escandalosos, máxime pensando que el pasaje está hablando de un personaje tan importante y conocido como el rey Salomón, no es extraño que surja la pregunta ¿Cómo es posible que Dios permitiese la poligamia y algunos casos conocidos de bigamia (dos mujeres) en protagonistas importantes de la historia del Pueblo de Israel?
Matthew Henry dice en su comentario: “No hay en las Sagradas Escrituras un caso más triste y asombroso sobre la depravación humana que el aquí registrado: ¡Salomón se volvió adorador público de abominables ídolos! Probablemente haya ido cediendo paulatinamente al orgullo y a la concupiscencia, perdiendo así su gusto por la verdadera sabiduría. Nada constituye en sí mismo un seguro contra lo engañoso y perverso del corazón humano.”
La Biblia de Estudio LBLA dice al respecto: La política fue la causa principal de que Salomón se casara con tantas mujeres. Muchas de las bodas de Salomón se hicieron para formar alianzas con naciones extranjeras según la costumbre del Oriente Medio. Pero esto violó la ley mosaica (Ex 34:12–17; Dt 7:1–3) y tuvo graves consecuencias espirituales (v. 2 R 17:7–20).
Evidentemente, Dios no estaba de acuerdo con lo que hacía Salomón: el Señor se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del Señor, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces (1 Ry.11:9) Ya en Deuteronomio 17:17, el Señor prohibía lo que Salomón practicó tan escandalosamente: “Tampoco acumulará para sí mujeres, no sea que se desvíe su corazón.” Lo que sucedió fue exactamente eso: Sus mujeres le desviaron hacia la idolatría.
La monogamia es el ideal prescrito en las Escrituras (Gn.2:18-24; Mt.19:5). Un hombre y una mujer unidos en matrimonio. Muy pronto se ve el primer caso de poligamia en la Biblia, en Génesis 4:17 Lamec toma para sí dos mujeres. La corrupción producida por el pecado generaba fruto de desobediencia de lo que Dios había diseñado. Cuando Abraham, en su intento de cumplir la promesa de descendencia por sus propios medios, toma una segunda mujer, comenzó a sufrir las consecuencias de aquella mala decisión (Gn16:4 y siguientes). En los casos que se pueden leer en el AT de poligamia, se comprueban las desastrosas consecuencias de esta práctica contraria a la Voluntad de Dios: rivalidades, idolatría, divisiones familiares, etc.
El Nuevo testamento prohíbe tajantemente esta práctica. Cuando Jesús instruyó a los judíos sobre el divorcio, Mateo 19:8-9, dijo que Moisés lo había permitido por la dureza de su corazón. Y esta, tal vez, sea la razón por la que Jehová permitió la poligamia en el AT, aunque en la Ley de Dios encontramos restricciones a uniones matrimoniales anómalas (Levítico 18:1-18), principalmente entre parientes, como se dio en muchos casos. El pueblo imitaba las costumbres paganas de las demás naciones, aunque su Dios se lo prohibía. Las consecuencias de su desobediencia se puede leer en su desastrosa historia. Queda claro que la poligamia no tiene lugar alguno en el NT. El polígamo no podía ejercer responsabilidad en la Iglesia: 1 Ti.3:2, 12; Tito 1:6, indican claramente “marido de una sola mujer”. Igualmente 1 Ti.5:9.- “esposa de un solo marido”.
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