“El cual será restaurador de tu alma”
Sermón sobre Rut 4:1- 22
Al llegar al capítulo cuatro, Rut ha venido desde la tierra de Moab hacia Belén de Judá y al mero corazón de Booz. De manera semejante, nosotros los cristianos, que antes éramos extranjeros, viviendo lejos de Dios y sin esperanza, hemos sido librados y hemos llegado a ser parte de la familia de Dios y El nos ama. Y, algún día, iremos a estar con El en la gloria. ¡Cuán bella esperanza!
En este capítulo veremos la obra de Booz. Antes de que Rut lo reclamara como pariente cercano y redentor, Booz no podía hacer nada. Después de que Rut lo reclamó, y pudo moverse; pudo obrar en su favor. En una manera similar, Cristo se espera para salvar hasta que el pecador desea recibirle. Es cierto que el murió en la cruz del calvario, fue desamparado por una temporada, pero como el Cristo resucitado, está a la puerta de tu corazón y dice: Apocalipsis 3:20 LEE.
Pero Cristo no derrumbará esa puerta. El espera tu invitación; Por fe Le puedes recibir como tu Redentor.
Booz estuvo dispuesto a hacer el papel de redentor de Rut. Ella solamente esperó y dejó que el hiciera los arreglos. El tenía que reclamar a Rut, y en verdad al hacerlo puso en peligro todo lo que tenía y todo lo que era. Pero lo hizo voluntariamente porque el la deseaba y la amaba. Este es el mensaje bello de este libro; la redención es un romance; porque Dios nos ama, El nos redimió. 4:1 LEE
“Booz subió a la puerta.” ¿Porque se fue allá?” Sencillamente porque en aquel entonces la puerta del pueblo servía como el lugar del corte. Allí hacían los tratos legales. También todo el mundo pasaba por allí y era fácil encontrar a alguien en la puerta con quién hablar. Así que Booz se fue a la puerta de la ciudad para esperar la llegada del otro pariente cercano, y entonces juntos, llevar el asunto delante de los ancianos de la ciudad para arreglarlo.
Por fin pasó el pariente aún más cercano que Booz. No sabemos cuál era su relación con Rut, si era primo hermano o primo lejano. Solo sabemos que el tenía el derecho de redimir primero el terreno de Elimelec y a Rut y Noemí. Las palabras de Booz cuando dijo, “Eh, fulano, ven acá y siéntate,” no quieren decir que no se conocieron. Todavía muchos se saludan sin usar su propio nombre. Posiblemente Booz, en aquel momento, se emocionó, y lo llamó así. Creo que se conocían; los dos vivían en Belén. Bueno, el hombre respondió, “vino y se sentó.” Recuerden que era el tiempo de la cosecha cuando todo mundo estaba demasiado ocupado. Quizá pensaba el pariente, “¿Púes, que querrá este hombre? ¿No sabe que estoy demasiado ocupado? Ha de ser muy importante el asunto.” Como quiera que fuera, el pariente más cercano se sentó a oír lo que tenía que decir Booz. V.2 LEE
Estos diez hombres eran ancianos y servían de jueces en asuntos legales. Podemos ver en el libro de Génesis que en los tiempos más antiguos se acostumbraba hacer lo mismo. La puerta del pueblo servía como el tribunal. Ahora Booz tiene todo listo y comienza a explicar su caso. Parece que tiene una estrategia especial. V.3 LEE
Noten, aunque su interés mayor era Rut, ni la menciona. Las palabras “nuestro hermano Elimelec” no significa que los dos eran hermanos carnales. En hebreo, el idioma del Antiguo Testamento, esas palabras significan, “nuestro pariente cercano.” Aparentemente había una diferencia en el parentesco de estos dos hombres con Elimelec, o el uno un sería más cercano que el otro. Bueno, Booz dijo que el asunto tenía que ver con propiedad. Se acuerdan que se podía poner esta ley en efecto cuando la propiedad había traspasado a otros por diferentes razones. En el caso de Noemí, ella y su familia habían salido de su tierra durante una escasez. Cuando volvió, no tenía nada y no pudo recobrar su tierra. Ella tendría que esperar hasta el año de júbilo, que solo venía cada cincuenta años. Ahora, ¿Qué sucederá? ¿Habrá un pariente cercano y redentor que quisiera redimir la propiedad? Booz le habló al pariente más cercano, no de Rut, sino de Elimelec, el dueño de la propiedad. Booz quiso saber si estaba dispuesto a redimir esa tierra. Este orden fue lógico porque la tierra tenía que ser redimida antes que la persona.
Booz dice en el v.4 LEE Booz le dio al pariente más cercano la prioridad que le pertenecía. Y la pregunta fue: ¿Quiere este hombre ser el redentor? ¿Redimirá la tierra para que volviera a Noemí antes del año de júbilo? Y lo interesante de la historia es esto: El pariente cercano de la historia respondió con un “Sí”. Dice, “Yo redimiré.” Parece que era hombre generoso, listo para cumplir su deber conforme a la ley mosaica. Entonce Booz añadió algo más: v.5 LEE Dijo Booz, “Rut será la heredera de esa propiedad porque Elimelec ya ha muerto y su hijo, el esposo de Rut, también ha muerto. Así que el día que redimas la propiedad, también tienes que redimir a la mujer, Rut. Tendrás que casarte con ella para levantar semilla. Y, Booz amplificó el problema con decir, “Rut es moabita.” Según la ley mosaica, según Deuteronomio 23:3, “no entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová.” Así que el pariente cercano sabía que al traer a Rut dentro de la congregación de Jehová pondría en peligro su propia tierra. Y, respondió el pariente en v.6 LEE.
Parece que el pariente más cercano ya estaba casado. Posiblemente ya tenía hijos grandes, quizá casados. Ellos serían los herederos de su propiedad. Al casarse con esta mujer moabita, pondría en peligro lo que tenía y la herencia de sus hijos. Así que, dijo a Booz, “Está bien conmigo si tomes mi derecho y la redimes. Si quieres redimir la tierra y casarte con Rut, hazlo. Tienes mi bendición.
Hermanos y amigos, el pariente cercano es uno de los cuadros más bellos de nuestro Señor Jesucristo, quien es el redentor del mundo. Esta historia, como he dicho desde el primer estudio, es el cuadro de la redención. La ley no podía redimirnos. “Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él.” Romanos 3:20 La ley fue dada para revelar la verdadera naturaleza del hombre. Fue dada para hacernos reconocer el pecado en nosotros. Nuestras obras tampoco pueden redimirnos. (Efesios 2:8,9) Necesitamos un redentor que nos ama y que se dio a sí mismo por nosotros. “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado; para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Corintios 5:21 Cuando Cristo tomó nuestro lugar, él pagó la penalidad del pecado. Booz fue el redentor de Rut, pero, mucho más importante que Booz, es Cristo, nuestro redentor. Pero, porque Booz fue el redentor de Rut, ella llegó a ser parte de la genealogía de Cristo, nuestro redentor.
Para que este contrato fuera conf
irmado era necesario seguir un procedimiento medio raro. V.7 LEE En Deuteronomio 25:7-9 encontramos un reglamento en cuanto al pariente cercano. Si el pariente no quiso redimir a la mujer, ella le quitaba “el calzado del pie, y le escupió en el rostro.” En el caso de Booz, el tomó el lugar de Rut, y el otro pariente cercano se quitó el zapato y se lo dio a Booz, así confirmando el contrato. Booz redimió la tierra y se casó con Rut. Vv. 8-10 LEE
Primero, Booz redimió la propiedad. Entonces, el llegó a ser el redentor de Rut. El tomó el lugar del pariente cercano y redentor: se casó con Rut “para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad.” V.10 Lo hizo porque la amaba. Porque Booz es un ejemplo, o tipo, del Señor Jesucristo, nuestro redentor, es importante que nos fijemos como actuó. Booz llamó a todo el pueblo para que fueron testigos que el había rescatado la tierra, y a la vez, que había redimido a Rut.
V.11 LEE ¡Es una alabanza tremenda! Esta mujer, aunque extranjera, tenía una personalidad linda – era mujer virtuosa. Era obvio que ella había aceptado al verdadero Dios de Israel y que su comportamiento era sin reproche.
Tal como Booz escogió a Rut para ser su esposa, así Cristo vino a este mundo en busca de su esposa, la iglesia. El es quién demostró su amor al morir en la cruz por nosotros, aún cuando éramos pecadores. Debemos recibirle y entonces conocerle en lo íntimo. Debemos anhelar, como Pablo, “conocerle a él y el poder de su resurrección.” Filipenses 3:10 Debemos amarle porque el nos amó primero.
Todo el pueblo siguió gozándose de los eventos que pasaron en la vida de Booz. Dicen: vv. 12-14 LEE
Las mujeres decían todo esto a Noemí, porque en realidad era ella quien necesitaba un pariente cercano para que el linaje de Elimelec no se acabara, y por medio de Booz y Rut la línea seguiría. Vv. 15,16 LEE
¡Cuán bello testimonio de Rut! “Tu nuera que te ama…es de más valor para ti que siete hijos.” Cada cristiano debe tener un testimonio semejante con sus suegros.
El niño que nació era el nieto de Noemí. ¡Cuán precioso era para ella! Noemí lo puso en su regazo. Creo que no hay gozo más grande para una mujer, después de sus propios hijos, que tomar sus nietos en su regazo.
V.17 LEE Llamaron al niño Obed que significa siervo, o adorador. Y, aunque Obed no era pariente de sangre de Noemí, legalmente Obed era su nieto. Sin duda fue quien le ayudó a ella en su vejez, ya que había perdido a su esposo y sus dos hijos. La tierra redimida quedaría en la familia y Obed sería el heredero.
Entonces vemos la genealogía de Obed. El es el padre de Isaí, padre de David. V. 18-20 LEE
Este libro pequeño y esta genealogía es lo que conecta, o une, la familia de David con el tribu de Judá. Todo esto fue parte del plan divino de Dios.
Al terminar este estudio veamos el nombre de Rut mencionado en el Nuevo Testamento. En Mateo, Capítulo 1, tenemos toda la genealogía de Cristo Jesús, y en el v.5 leemos (LEE). Y, al final de esa genealogía, en el v.16 leemos (LEE). Sí es cierto, la sangre de Rut también corría en las venas de Cristo, pero más importante aún es la respuesta a ésta pregunta, ¿porqué vino Jesús a este mundo? La respuesta es Mateo 1:21 LEE. Para salvar y para redimir al mundo de su pecado.
¿Has sido redimido mi amigo? El ha hecho la provisión necesaria; ahora tu tienes que reclamarle como tu redentor personal. Hazlo hoy.
por John Abels con todos los derechos reservados.
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