Prometer No Cuesta Nada

Prometer No Cuesta Nada

Cumplir es lo que cuesta …y mucho

*Artículo por Paco Borrego

VERSOS CLAVE:
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“Cuando haces voto a Jehová tú Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tú Dios de ti, y sería pecado en ti. Más cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca”. Deuteronomio 23:21-23.

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Introducción

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El día de hoy por la mañana buscando una palabra de Dios, mi amado padre celestial al abrir mi biblia electrónica en la laptop unos versos que me hablaron como cubetazos de agua fría, y me quitaron lo medio dormido que todavía tenía de haberme levantado unos instantes antes, en esos momentos pensé cambiar a otros pasajes y buscar los versos del devocional del día de hoy, pero sentí que no debía que Dios me estaba tratando de decir algo.

A mi mente llegaron muchos pensamientos, imágenes y recuerdos, pero específicamente de promesas salidas de mi boca y poniendo en la balanza las promesas cumplidas y las no cumplidas. Pero que creen con tristeza me di cuenta que eran muchas las promesas que había hecho a Dios, a mi esposa, a mi hijo, a mis hijas, a mi padre cuando vivía, mi madre, a mis hermanos y en general a el mundo que me rodea incluyendo a mis amigos y compañeros de trabajo.

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MENSAJE

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A veces nos preguntamos porque cuando compartimos la palabra de Dios o platicamos de las maravillas que Dios ha hecho en nuestras vidas, muchas veces las personas sobre todo las que ya nos conocen y les hemos hecho promesas que no hemos cumplido, nos miran con cara de incredulidad, y no solo porque sean incrédulos de la fe, sino porque los que estamos hablando no somos de fiar por esas promesas incumplidas.

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Somos muy dados a juzgar a las personas por lo que vemos con nuestros ojos terrenales y solo lo que vemos enfrente eso juzgamos, no sabemos cuáles son las causas que pudieran ser, por la que esa persona no cumplió con sus promesas, pueden ser muchas, desde ser un incumplido para todo, desidioso, o egoísta que solo pensamos en las cosas que no interesan, pero lo más triste es que aun con las personas que se supone más nos interesan no les cumplimos lo que prometemos.

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En honor a la verdad no somos de fiar, cuantas veces les hemos dicho a la familia que vamos a hacer una reunión familiar o que vamos a ir a comer algún lugar que está de moda, o simplemente una ida a un cinema o de compras juntos, e mas fácil cuando decimos, este fin de semana haremos una carne asada y van a venir mis cuates a ver el futbol, porque va a jugar la selección mexicana, pero antes habíamos prometido ir a comer a un restaurant con la familia.

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Parece ser que somos candil de la calle y oscuridad de la casa, pues les cumplimos mas a los cuates y a ellos no le habíamos prometido nada, pero la llamada de uno de ellos fue suficiente para cambiar el programa con la familia.

A lo mejor los niños no brincan tanto porque ellos también verán el futbol con papa, pero la mujer y las hijas se quedan como las novias de rancho vestidas y alborotadas.

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Pero los hijos varones no se escapan, prometiste llevar a los niños al futbol, pero otra vez recibes una llamada de los cuates y te dicen, nombre nos vamos a la cantina o al antro donde en la comodidad de una mesa con pantalla gigante vemos el futbol, además de beber y comer o botanear de lo más sabroso, y que de nuestros hijos se quedaron frustrados a ver el futbol sin papa en la casa.

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Después nos preguntamos con el tiempo porque nuestros hijos ya no quieren convivir con nosotros o ya no creen los que les prometemos, pues sencillamente porque ya no somos de fiar, que importante es ser una persona de fiar, de que la gente confié en ti en todo lo que salga de tu boca.

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Pero los que presumimos de ser buenos cristianos no nos escapamos,  muchas veces cuantas veces habías hecho planes con la familia, y el pastor te llama a última hora para que vayas a predicar a una misión a 60 o 70 km de la cuidad y decimos debo acudir al llamado de Dios, y les informas que no podrán hacer lo planeado y que saldrás inmediatamente a cumplir con las instrucciones del pastor, pero no sucede una vez, sino varias veces, y está bien acudir a servir al señor siempre y cuando ese sea motivo para que abandonemos a nuestra  familia, en lugar de salir solos o con los hermanos, llevarnos a la familia para compartan el gozo de ir a servir a Dios.

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Pero tristemente muchas de las familias no quieren acompañarnos porque para ellos no somos de fiar, vamos a cumplir con algo que no estaba planeado, pero lo que les habías prometidos a ellos no se cumplió una vez más. Y saben una cosa esto se ha salido de nuestras casas a la vida en sociedad, por eso la palabra de una persona ya no tiene valor.

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En la antigüedad la palabra de una persona era suficiente para creer en ella y los tratos comerciales o de cualquier índole se hacían de palabra.

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Ahora me doy cuenta porque en México vivimos un tiempo de incertidumbre y de desconfianza generalizado y nos solo por la inseguridad que vivimos provocada por el súper incremento de la delincuencia y el crimen organizado, sino por las promesas no cumplidas desde nuestras casas se extendieron por el ejemplo de los padres a los hijos hacia el mundo en general, los más comunes y los más conocidos como incumplidores de sus promesas son los Políticos, los funcionarios que ocupan puestos públicos o privados, en la actualidad, ya no confiamos en las autoridades, en los empresarios, en las instituciones públicas y privadas, muchos ya no confían en sus líderes espirituales o religiosos, en los padres, los médicos y los maestros que eran como seres sagrados, santos e intocables, pues ya no son de fiar, y no digo que todos lo sean en todos los casos que he  mencionado, pero si es un hecho que son las mayorías en cada caso.

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Por eso me emociona y me da paz que la palabra de Dios en las sagradas escrituras no dejo ni una sola área de la vida del hombre y de la mujer sin mencionar y cuál es la salida para hacer las cosas correctamente cumpliendo con los valores éticos y morales que en nuestra sociedad se nos han inculcado a base de las enseñanzas y los ejemplos de nuestros padres, maestros y del entorno que nos rodea.

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En el versículo clave del inicio, Dios nos dice, cuando hagamos una promesa a él no tardemos en cumplirla, porque lo que le hayamos prometido, él demandara de nosotros el cumplimiento de la misma, y si no cumplimos estamos cometiendo pecado, pero si nos abstenemos de prometer porque sabemos que no vamos a poder cumplir no habrá pecado en nosotros. Pero si ya lo prometimos tenemos que cumplir, que lo que haya salido de nuestra boca lo cumpliremos y lo guardaremos conforme se lo prometimos a Jehová. Pagando o cumpliendo con la ofrenda o promesa, no nec
esariamente es ofrenda económica, sino cualquier cosa que le hayas prometido, como dejar de fumar, de beber, de no cometer actos de corrupción.

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Esto incluye lo que les prometemos a nuestros seres queridos a nuestros jefes o a nuestros empleados, amigos, o a la comunidad, lo que prometemos como líderes, servidores públicos o como profesionales, o como verdaderos ciudadanos cumpliendo con las obligaciones que  tenemos con la familia o con el país, que tu si sea un sí y tu no sea un no, y esto también está escrito en la Biblia en Santiago 5.12. Sobre todo, queridos hermanos, no juren ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Cumplan más bien con su palabra. Cuando digan “sí”, que sea “sí”; y cuando digan “no”, que sea “no”.  ¡No vaya a castigarlos Dios por no cumplir con su palabra!. Versión traducción en lenguaje actual.

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CONCLUSION

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Hagamos un análisis de retro inspección y escudriñemos en nuestro interior porque no cumplimos lo que prometemos, y hagas un cambio en nuestras vidas, buscando cumplir con todo lo que sale de nuestra boca para prometer sea quien  sea, que los dichos de nuestra boca sean de bendición a otros dando buenos ejemplos, que nuestros hechos sean congruentes con nuestras palabras. Mejor será que no prometamos y que llevemos al terreno de los hechos los deseos y lo anhelos de hacer el bien a nuestra familia y a nuestro prójimo. A nuestra comunidad, a nuestro país, este país no podrá mejorar si no estamos comprometidos  con Dios y con México. Si no somos capaces de cumplir con nuestros compromisos, una promesa al momento de que sale de nuestra boca se convierte en un compromiso o aun mas en un pacto.

Oremos: Amado padre celestial te doy las gracias por esta palabra rema que hoy me has dado y que has puesto en mi corazón para hacerme reflexionar y compartirla con mis amigos y hermanos de la fe, que podamos ser más comprometidos con nosotros mismos y con los demás y cumplamos con las promesas que salgan de nuestra boca, que nuestro si sea un sí y nuestro no sea un no, que podamos ser hombre o mujeres de confianza, para nuestra pareja, para nuestros hijos e hijas, paranuestros padres y nuestros hermanos, amigos, con nuestra iglesia, con  nuestro País.

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Te pido perdón por las promesas que salieron de mi boca y que no cumplí, por las promesas no cumplidas a mi familia, a mis amigos o compañeros de trabajo, y te pido perdón por las promesas no cumplidas a mi país, como ciudadano, como mexicano, como miembro de mi comunidad  y de la sociedad en donde me plantaste.

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Que Dios los bendiga y les llene del amor y la paz que solo él nos puede dar.

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Como siempre con Amor en Cristo Jesús.

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Paco Borrego