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¿Un problema con la expresión
“Entra a mi corazón”?
Una oración para ser salvo normalmente incluye lo siguiente:
“Amado Dios, acepto a Cristo, ahora mismo como único y exclusivo Salvador de mi alma. Te acepto Jesús, públicamente; no me avergüenzo de ti; perdona mis pecados. Entra a mi corazón….”
o
“entrara en mi corazon”
La puerta
Algunos no creyentes creen que si Jesús puede entrar en el corazón, entonces debe haber una puerta al corazón. Y entonces para confirmar este pensamiento, Apocalipsis 3:20 dice lo siguiente, “si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”
Pero mirando contextualmente lo que Apocalipsis 3:20 dice, este versículo estásacado fuera de su contexto en cuanto a la salvación. Robert H. Mounce escribe, “…en el contexto de la carta a Laodicea, tal exortación y promesa (ie. “no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” con “si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”) se dirigen a los miembros autoengañados de la iglesia …En su ciega autosuficiencia habían excomulgado, por así decirlo, al Señor resucitado de su congregación.” (1)
La Expresión: “Entra a mi corazon”
Ahora vamos a ver esta expresión también. ¿Existe sólo un versículo en la biblia que dice que hay que pedir a Jesús que entre en el corazón? [y los de Somalia dicen que es el higado o corazón]. (2)
Ahora en Romanos 10:9-13 dice, “ que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y “creyeres” en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón “se cree” para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él “creyere”, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (3)
Pero estos versículos no hablan de una puerta ni dicen “Entre en mi corazon” sino hablan de “creer” en tu corazón y “invocarle”.
La palabra “corazón” aparece unas 177 veces en el Antiguo Testamento y unas 105 veces en el Nuevo, pero nunca aparece como “entra a mi corazón”. En lugar de esta expresión se encuentra “creer”, “tener confianza”, “tener fe”, y “recibir”. Y estas palabras no traen tanta confusión como la expresión “entre a mi corazón”. De entrar en el corazón parece que hace falta hacer una incisión en el corazón, y después cerrarla quirúrgicamente. Y en este caso, es claro que el corazón es un musculo que bombea la sangre a través de la venas. Entonces es normal que un niño piensa esto de la salvación. Ellos piensan muy literalmente..
Pero sería más fácil explicarlo así en vez de que “entra en tucorazón”
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Hay que creer en Jesús (Juan 3:14-17).
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Hay que poner tu confianza en Jesús (Juan 14:1) o
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Hay que tener fe en Jesús (2 Corintios 5:7).
La salvación es mucho más que solo que “entre en mi corazón”. Es creer en él y someterse a él. Jesús pagó el precio por nuestros pecados con su propia sangre en la cruz (Heb. 9:28). Debemos reconocerlo y seguirle a él. Hebreos 12:2 dice, “puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe….”
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Conclusión
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La palabra “puerta” mencionada en Apocalipsis 3:20 es de la iglesia de Laodicea y ¡no la puerta del corazón al hombre! El hombre no tiene una puerta a su corazón. Ningún médico ha visto una puerta de metal o madera en una cirugía a corazón abierto.
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La palabra “puerta” no es metafórica. Es una palabra literal y quería decir de la iglesia de Laodicea (Apoc. 3:14) que tenía una puerta de quizas madera (Apoc. 3:20).
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Y la expresión “entra a mi corazón” puede ser un problema mas bien literal. Por ejemplo, en España se entiende muy bien la expresión: “Señor Jesús, entra en mi corazón” porque, poeticamente, significa que entre a formar parte del centro de mi vida, que llene mi vida, que sea mi Señor desde ese momento.No es literal sino el corazón representa “la vida”.
Los pasos para ser salvo en Jesús :
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Reconocer que somos pecadores – Romanos 3:23; Salmos 51:5; Santiago 4:17.
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Arrepentirse – Hechos 17:30; 2 Pedro 3:9; Hechos 3:19; Lucas 13:3; Hechos 26:20.
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Creer – Juan 3:14-17; Juan 5:24; Hechos 16:31; 1 Juan 5:10.
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Recibir la vida eterna – Juan 1:12; Marcos 9:37; Juan 16:24; 1 Juan 5:11-12 = “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.”
Fuentes:
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Robert H. Mounce, Comentario al libro del Apocalipsis, CLIE, 2007.
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