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El Divorcio según la Biblia
Existe el libro titulado Volver a Casarse después del Divorcio en la Iglesia de Hoy, Tres Perspectivas escrito con tres puntos de vista. En el primer punto de vista, escrito por Gordon J. Wenham dice que no puede casarse otra vez. La segunda perspectiva escrita por William A. Heth dice que se puede pero solo si existen casos de adulterio o abandono. Y en la tercera perspectiva escrita por Craig Kenner, dice que para volver a casarse se puede hacer por circunstancias incluyendo el adulterio y el abandono.
Mi esposa y yo llevamos casados ya durante 37 años. Y otros amigos nuestros que son cristianos tambíen llevan casi el mismo tiempo casados como nosotros. Pero tengo otros amigos cristianos que han estado divorciados y se han vuelto a casar otra vez.
En México, ha subido el índice de tener relaciones sexuales, y por ende han tenido hijos al casarse y luego se han divorciado.“En 1970, por cada 100 matrimonios habia tres divorcios; en el 2003, esta cifra se eleva a 11 divorcios y para 2007 habia 13 divorcios por cada 100 matrimonios”. (1)
El tema de poder volverse a casar parece un poco complicado por contestar por el hecho de que existan por los menos tres puntos de vista. Entonces vamos a tratarlo.
Casarse por primera vez
La palabra GAMEO se traduce “casarse”. Aparece unas 29 veces en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en 1 Corintios 7:10 dice, “unidos en matrimonio” (casados). Se usa también en 1 Timoteo 4:3 por, “prohibirán casarse”.
La definitión de casarse es “contraer matrimonio”. El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. (2)
En Deut. 22:13-21, la prueba de que la novia era una virgen al casarse en el Antiguo Testamento era la sangre que ella derramaba al hacer el amor con el novio. El himen de ella se rompía en el acto y sangraba sobre una vestidura que servía como prueba de su virginidad. (3)
Dos pasajes muy importantes sobre el casarse fueron dados por Jesús en Marcos 10:6-7 y Mateo 19:4-5.
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El Voto
Los votos matrimoniales no son bíblicos. Ellos fueron introducidos en el cristianismo por la Iglesia Anglicana en 1522. En el año 1522, en el Misal de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, se introdujo la fórmula que aún hoy es repetida por todos aquellos que se casan, los llamados “votos matrimoniales”: “Te tomo como esposa (esposo) a partir de este día, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, y prometo amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe”. (4)
Un voto hoy está hecho en una ceremonia de matrimonio. Generalmente se trata de un acuerdo entre dos partes. El voto lo vemos en Números 21:2; Jonás 2:9; Hechos 18:18. Pero no vemos un pacto o voto matrimonial en la vida de Jesús.
Es cierto que muchas personas consideran que el matrimonio es un contrato civil; por esa razón, suelen darle más importancia a la ceremonia frente a un juez de paz. Sin embargo, esto no es lo que establece la Biblia. De hecho, la tradición de una ceremonia civil es mucho más reciente en el tiempo que el pacto religioso. A partir de la Ilustración, se impuso la idea del contrato; pero, antes se consideraba que casarse ante Dios era suficiente. (5)
El matrimonio hoy se hace como un voto mutuo. Los votos incondicionales no deben ser rotos. Pero el matrimonio condicional es un pacto mutuo porque el voto depende del otro en que se cumpla o no. De ahí, la parte inocente no está obligada a su voto si la otra parte se marchara y no cumpliera con su voto (1 Cor. 7:15).
El Señor no ordena en ninguna parte que la gente haga votos, pero requiere que un voto, una vez hecho, se cumpla sin falta (Números 30:2; Salmo 76:12; Eclesiastes 5:4- 5 ).
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El Divorcio
En los primeros siglos los judíos, griegos y romanos asumieron que en caso de un divorcio, uno fuera autorizado para casarse otra vez. (6)
En los tiempos de Jesús, la Casa de Shammai, un rabí judío, sostuvo que el hombre judío sólo pudo divorciarse de su esposa por una transgresión grave, pero en la Casa de Hillel, un rabí judío, permitía el divorcio incluso por delitos triviales, tales como una comida quemada. (7)
En los primeros tres siglos de la iglesia, ningún autor se muestra a favor de casarse otra vez. Los que estaban en contra eran Ambrosio (397 d.C.), Tertuliano (222 d. C.), Inocencio (417 d. C.), Jerónimo (420 d. C.), y Agustin (430 d. C.). (8)
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El divorcio es realmente el rompimiento de una pareja la cual está unida de manera legal, (9) Es la disolución legal de un matrimonio; una separación o desunión. (10)
Vamos a mirar lo que la Biblia enseña sobre el divorcio.
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Malaquías 2:6. Dios lo odia. Este debe ser el motivo principal para no divorciarse.
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Deuteronomio 24:2-4, “Una vez que esté fuera de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si este último la rechaza y le escribe una carta de divorcio, se la entrega en la mano y la despide de su casa, o si muere el último hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida, pues sería algo abominable delante de Jehová, y tú no debes pervertir la tierra que Jehová, tu Dios, te da como heredad.”
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Mateo 5:27-32, “»Oísteis que fue dicho: “No cometerás adulterio.” Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. »Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti, pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti, pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. »También fue dicho: “Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio.” Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere, y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.”
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Mateo 19:6-8; Romanos 7:1-3. El divorcio viola el designio de Dios para contraer el matrimonio.
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Lucas 16:18, “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.”
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Mateo 19:9, “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.”
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Proverbios 2:17; Malaquías 2:14; Eclesiastés 5:5. El divorcio rompe un voto hecho delante de Dios.
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Marcos 10:1-12; Lucas 16:18; Mateo 19:1-9; 5:32. Jesús condenó el divorcio.
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Mateo 5:31-32 dice, “También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.”
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Juan 4:16-18, “Jesús le dijo: —Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: —No tengo marido. Jesús le dijo: —Bien has dicho: “No tengo marido”, 18 porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido. Esto has dicho con verdad.”
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Juan 8:1-11, “pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. Por la mañana volvió al Templo, y todo el pueblo vino a él; y sentándose, les enseñaba. 3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio, 4 le dijeron: —Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio, y en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Esto decían probándolo, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: —El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, fueron saliendo uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los más jóvenes; sólo quedaron Jesús y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: —Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: —Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: —Ni yo te condeno; vete y no peques más.” (11)
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1 Corintios 7:10-13. El apóstol Pablo condenó al divorcio. 1 Corintios 7:15 dice, “Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.”
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1 Timoteo 3:2 . Algunos dicen que el divorcio descalifica un anciano en la Iglesia.
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Efesios 5:31-32 – la tipología de Cristo y su Iglesia. El divorcio viola una tipología sagrada.
Cuando Dios permite el divorcio
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La palabra “varias” aquí significa dos. Algunos proponentes de esta posición mantienen solamente dos motivos para el divorcio bíblico: el adulterio y la deserción por el incrédulo.
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Otros creen que el abuso, las enfermedades infecciosas o incluso la negligencia son justificaciones del divorcio.
La Escritura sólo provee 2 calificaciones bajo las cuales una persona puede divorciarse y volver a casarse otra vez sin la desaprobación de Dios:
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Adulterio: Cuando uno de los esposos comete adulterio es permitido divorciarse — Mateo 19:6 – y aún así la Palabra en su contexto incentiva a la reconciliación en un espíritu de perdón, si hay arrepentimiento y ambos esposos están de acuerdo.
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Abandono: 1 Corintios 7:10-15, “A los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. A los demás yo digo, no el Señor, que si algún hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone, porque el marido no creyente es santificado por la mujer; y la mujer no creyente, por el marido. De otra manera vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora son santos. Pero si el no creyente se separa, sepárese, pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a vivir en paz nos llamó Dios.” (12)
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Abusos fisicos continuamente.
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Abandono emocional por algo que sea más importante.
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Enfermedades infectuosas como el SIDA.
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Lev. 20:10-11, “ Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.”
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Deut. 22:22, “»Si alguien es sorprendido acostado con una mujer casada y con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también. Así extirparás el mal de Israel.” (< /sup>15)
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Seducción: Si el marido recién casado acusó a su esposa de una trasgresión antenupcial y la acusación resultó ser calumniosa, no podía divorciarse de ella.
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Violación: En el caso de que el marido violase a su esposa antes del matrimonio, él no podía divorciarse de ella.
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Locura: Cuando la esposa enloquecía o se convertía en una alcohólica, el marido no podía divorciarse de ella.
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Cautiverio: Mientras la esposa estaba en cautiverio, ella no podía divorciarse de su marido.
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La esposa menor de edad no podía divorciarse.
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Inhabilitaciones religiosas: Si la esposa era de otra religión y no podía cambiarse de sus creencias, el eposo debe mantenerse a ella como esposa para siempre.
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Sordo-muda: Si la esposa se volvía sordo- muda después de casarse, ella no podía divorciarse. (17)
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Jeremías 3:1, 14, el perdón por la confesión del pecado de divorcio anula el estado del pecado.
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En el Padre Nuestro, le pedimos a Dios que “perdone nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” (Mateo 6:12)
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Mateo 6:14-15, “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
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Efesios 4:32 dice; “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
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Colosenses 3:13 declara, “…soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
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Santiago 5:14-16,”¿Está enfermo alguno de vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.” (18)
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Galatas 6:1-2, “Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”
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Juan 10:10, “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
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Romanos 12:18, “Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.” (19) – ¡La reconciliación de los dos!
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Mateo 5:32, “…Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.”
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Mateo 19:9, “y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”.
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Marcos 10:11-12, ““y les dijo: cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.”
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Romanos 7:2-3, “porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.”
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1 Corintios 7:10-11, “pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el señor: que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.” (20)
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Lucas 16:18, “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.”
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Genesis 2:24, “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.”
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Mateo 19:7-12, ” Le dijeron: —¿Por qué, pues, mandó Moisés darle carta de divorcio y repudiarla? Él les dijo: —Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Le dijeron sus discípulos: —Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: —No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.”
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http://aczelic.com/Divorcio/Estadisticas%20de%20Divorcio.htm
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http://miguelresponde.blogspot.com/2010/04/votos-y-renovacion-de-votos.html
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Ibid,
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Engle and Strauss, Volver a Casarse después del Divorcio en la Iglesia de Hoy, Tres Perspectivas, Zondervan, 2006.
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Ibid.
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Ibid.
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Engle and Strauss, Volver a Casarse después del Divorcio en la Iglesia de Hoy, Tres Perspectivas, Zondervan, 2006.
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http://www.truthortradition.com/spanish/modules.php?name=News&file=article&sid=86
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Ibid.
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Engle and Strauss, Volver a Casarse después del Divorcio en la Iglesia de Hoy, Tres Perspectivas, Zondervan, 2006.
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Merrill C. Tenney, Ed., The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, Zondervan, 1975.
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Otros casos no mencionados en la Biblia para Divorciarse
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¿Es estar divorciado por causa del adulterio y volver a casarse otra vez considerado “practicando” el pecado?
La respuesta es ¡no! No es “practicar” el pecado viviendo casado otra vez. El divorcio en este caso es por razones bíblicas. Pero según Mateo 5:31-32, “…y el que se casa con la repudiada , comete adulterio .” Esta diciendo que si otro hombre, cualquiera, se casa con una mujer que ha sido repudiada por su ex – marido, ese otro hombre comete adulterio por casarse con una repudiada, por eso insiste en que la mujer sea solo repudiada por motivo de fornicación, porque si la repudia por otra causa, hace que ella adultere.
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Pero NO está enseñando que la relación conyugal con el nuevo cónyuge sea de un estado perpetuo de “adulterio”. De casarse de nuevo es sólo un acto de adulterio y no un sin fin de actos de adulterio.
Con el fin de evitar nuevos actos de adulterio, la persona necesita y debe quedarse casado con la nueva persona y ser fiel con su pareja nueva.
Se puede casar de nuevo (que es un pecado) y no estaría cada día “practicando el pecado” (1 Juan 3:8). Pero 1 Corintios 7:10-11 dice, “… la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar…”
El Adulterio
La palabra griega en el Nuevo Testamento para “adúltero” es Moichos (“adulterio” es mocheia) y se refiere a alguien que está casado pero que tiene relaciones sexuales con quien no es su cónyuge. El adulterio ocurría cuando uno era infiel y violaba su pacto matrimonial. (13)
En el Antiguo Testamento, y tanto en el mundo secular griego como en el romano, la definición de adulterio era diferente. En el Antiguo Testamento “adulterio” se refería debidamente a una mujer casada o comprometida que tenía relaciones sexuales con quien no era su esposo. El concepto griego, romano y hebreo del adulterio era sustancialmente el mismo: “La infidelidad del marido no constituía adulterio”. (14)
Los adulterios podrían ser vinculados con los asesinatos, (Job 24:14-15), los traicioneros que hacen un mal uso del nombre de Dios (Jer. 29:23) y los que oprimen viudas (Mal. 3:5). (16)
Casos dónde no podrían divorciarse
Razones bíblicas para no divorciarse y casarse de nuevo
El arrepentimiento cambia mucho la situación. Aunque Israel fue divorciado de Dios (Jer. 3:1), Dios le pidió varias veces que volviese con Él (vs. 11, 14, 22). Dios puede perdonar si existe arrepentimiento.
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Hay sólo un pecado sin perdón y no es el adulterio. Marcos 16:16 dice, “ El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” y Mateo 12:31 pone, “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.”) El pecado “imperdonable” es para los que no creen en Jesucristo y han recibido su Espiritu Santo (Ef. 1:13). Y este pecado sí tiene sus consecuencias.
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El perdón:
La reconciliación en la restauración
De casarse de nuevo
Conclusión
Mi punto de vista considerando las tres perspectivas es que los creyentes si pueden divorciarse biblicamente si existen casos de adulterio y el abandono.
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Pero realmente no está permitido biblicamente divorciarse en los casos de las desgracias como el abuso fisico, el abandono emocional, o las enfermedades infectuosas. Pero creo que deben divorciarse por ellos sin casarse otra vez como 1 Corintios 7:10-15 dice.
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Pués, en estos casos mencionados, la Biblia no dice nada.
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Mateo 5:31-32 dice, “También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.”
NO volver a casarse después del divorcio fue la postura de la iglesia primitiva por varios siglos.
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Pero si no pueden contenerse (1 Corintios 7:9, ” … mejor es casarse que quemarse” – que realmente este texto no está hablando del divorcio sino de casarse por primera vez), entonces existe la posibilidad de cometer el “adulterio”, pero esto no sería un “pecado perpetuo”.
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Pero en todos los casos de problemas matrimoniales, deben intentar reconciliarse con su conyugue dicen 1 Corintios 7:10-11; Mateo 5:32 y Lucas 16:18.
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Filipenses 2:3-4, “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.” (21)
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Fuentes:
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