Taoísmo
El Taoísmo moderno es una religión de la brujería, la superstición y el politeísmo, y originalmente fue un sistema de filosofía. Es la forma en que se presenta hoy a la cultura occidental.
El taoísmo es una tradición filosófica y religiosa que lleva más de dos milenios y tuvo sus orígenes en 600 a. C. en la obscuridad con el maestro ‘Lao -Tzu” o “Tao -te Ching’. (1) Literalmente quiere decir, ‘enseñanza del camino’. La palabra tao suele traducirse por ‘vía’ o ‘camino’. El taoísmo religioso se fundó en el siglo III a. C. pero no se convirtió en un movimiento religioso organizado hasta el siglo II d. C. (2)
Lao Tzu ha construido este sistema alrededor de un principio que explica todo en el universo y que guía a todo. Este principio se conoce como el Tao. El mundo está lleno de conflictos opuestos: el bien y el mal, sexo masculino y femenino, la luz y la oscuridad, el sí y el no. Todas las oposiciones son manifestaciones del conflicto entre el “Yin y Yang”. Pero en realidad el “Yin y Yang” están completamente entrelazados y perfectamente equilibrados. Ese equilibrio es el misterio llamado el Tao. Para entender el Tao hace falta comprender que todos los opuestos son uno y que la verdad está en la contradicción, no en la resolución. (3)
Lao Tzu vió toda la realidad como “cambiante y dinámica.” Él abrazó una especie de relativismo moral, creyendo que no hay diferencia definitiva entre lo que los hombres llaman “bien y el mal” de manera que todos los opuestos se reconcilian en el Tao. (4)
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Tao existía antes de la física del mundo;
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Es independiente e inmutable (es decir no cambia);
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Su acción es omnipresente; y finalmente,
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El Tao “se puede considerar la madre del universo”. (5)
Entonces, considerando esto, “Tao” es el Dios de la Biblia. Pero el Dios de la Biblia no puede ser Tao.
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No tiene conflictos entre si. Isa. 9:6.
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Y no es “bueno” y “malo”, “feminino “ y “masculino”, “luz” y “oscuridad”, el “sí” y el “no” – Salmos 100:5; Efesios 2:4-5.
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Él es puro. No tiene pecado. Es santo y perfecto – Mat. 5:48; 1 Ped. 1:15.
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Es luz y no tiene oscuridad – 1 Juan 1:5.
Dios es uno. Deuteronimo 6:4 dice, “»Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es.” “La palabra hebrea ELOHIM (Dios), que se encuentra en el primer versículo del Génesis, es ciertamente la forma plural de la palabra Eloah. En Deuteronomio 6:4 tenemos la declaración: <Shema, Israel, Adonai Eloenu, Adonai ejad> (Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es), pero precisamente este texto prueba como ninguno la pluralidad en el ser divino único, pues la traducción literal seria: <Oye, Israel, el Señor nuestros Dioses, el Señor uno es.> Parece un contrasentido, pero Dios sabía lo que hacia cuando inspiró a Moisés estas palabras y no otras. El contrasentido desaparece cuando al profundizar en el texto hebreo nos damos cuenta de que la palabra ejad significa <como compuesto de varios>. La palabra <uno>, en el sentido único, no es ejad, sino yahid. Así, Jepte tenía una hija yahid, o sea única. En cambio, cuando dos o varias cosas se convierten en una por una intima unión o identificación, la palabra hebrea que se emplea en la Sagrada Escritura es ejad; por ejemplo: <El hombre y la mujer unidos en matrimonio son ejad (una sola cosa – Génesis 2:24- ), y el pueblo de Israel era como un ejad hombre> (un solo hombre). Se nos dice, para expresar su unión en un compacto ejercito (Jue. 20:1-11).” (6)
Como ha dicho, la Trinidad consiste de un Dios en Tres personas. Se ve que hay sólo un Dios en Deuteronomio 6:4, 32:39, Isaías 43:10 y Isaías 44:6. Charles C. Ryrie dice que la visión Ontológico de la Trinidad es esto: El Padre engendra el Hijo del cual el Espíritu Santo procede y el Padre no es engendrado ni procede. El Hijo es engendrado por el Padre y El es la persona del cual el Espíritu Santo procede, pero El no engendra ni procede. Y el Espíritu Santo procede del Hijo, pero no engendra ni procede. La palabra “procede” tiene mucha que ver con el concepto encontrado en Juan 15:26. (7)
Hay sólo un Dios no muchos como se ve en estos versículos: Marcos 12:32; 12:29; 1 Timoteo 2:5; 1 Cor. 8:4; Gal. 3:20; Santiago 2:19; Salmos 86:10; Deut. 6:4, 5; Isaías 44:8; 45:21-22; 46:9; 45:5, 18; Mal. 2:10.
Problema
El objetivo fundamental de los taoístas es alcanzar la inmortalidad. Se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales.
Pero solo aceptando la sangre de Cristo pagada por el pecado (Heb. 9:22), uno puede llegar a ser “inmortal” (1 Juan 5:10-12; Juan 3:16).
Principios fundamentales de Taoísmo
Los Principios fundamentales de Taoísmo son la creencia de que el Tao en realidad es eterno y fuente de toda existencia. El objetivo de la vida es evitar las cosas terrenales y vivir en armonía con el Tao y con la naturaleza con la esperanza de lograr la inmortalidad. A pesar de la difusión del budismo, el taoísmo ha seguido la influencia del pensamiento chino y su cultura hasta el día de hoy. (8)
El “Yin Yang”
El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: (1) una pasiva, (2) otra activa y (3) una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son el yin (fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda…) y el yang (fuerza activa/concreta, masculina, seca…). La tercera fuerza es el tao, o fuerza superior que las contiene. (9)
El simbolo del taoismo es el “yin yang” o el malo y el bueno juntos.
A principios del siglo IV a. C. los filósofos chinos escribían sobre el yin y el yang en términos relacionados con la naturaleza.
La característica más distintiva de la práctica actual es la adoración de los antepasados, junto con las deidades taoístas, lo que muestra el claro elemento tradicionalista del confucionismo y el culto religioso de las creencias míticas de Asia, las cuales no eran válidas para los antiguos pensadores taoístas como Lao Tzu. (10)
Cristiandad y Taoísmo
Por lo tanto, aunque el término Tao es interpretado como Cristo en la traducción al chino del Evangelio de Juan, no debemos inferir que el Taoísmo y el Cristianismo son realmente lo mismo. No lo son.
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El cristianismo proclama un Creador personal que se indigna por la obsesión del hombre en pecar y un día juzgará al mundo con justicia (Romanos 1:18; 2:6). El Taoísmo proclama un principio creativo e impersonal que no hace distinción moral entre el bien y el mal y que no juzga a nadie.
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El cristianismo proclama que Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación (Rom. 4:25 ), y que la vida eterna se da libremente a todos los que confían en él como Salvador (John 1:12 ; Rom. 6:23 ). En contraste, la doctrina del relativismo moral en el Taoísmo necesita un Salvador del pecado.
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Por último, y lo más chocante, es que Jesús afirma que es el único verdadero Tao–o camino– al Padre (Juan 14:6). Si él está en lo cierto, entonces el taoísmo, con todas sus admirables cualidades, no puede haber dicho que es el eterno Tao. (11)
Fuentes:
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http://w
ww.jashow.org/Articles/theological-dictionary/TD1003W4.htm -
http://www.probe.org/site/c.fdKEIMNsEoG/b.4217673/k.5201/Taoism_and_Christianity.htm
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Samuel Vila, Enciclopedia de Tópicos, Concordancia y Bosquejos Bíblicos, Libros CLIE, 1983.
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http://www.exposingsatanism.org/taoism , http://www.jashow.org/Articles/theological-dictionary/TD1003W4.htm
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http://www.probe.org/site/c.fdKEIMNsEoG/b.4217673/k.5201/Taoism_and_Christianity.htm
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