He visto que algunos de nosotros tenemos fobias. Una es la fobia de la muerte. No es cosa de que tengan una falta de fe, sino – una fobia de esa situación de morir.
Yo, por ejemplo, puedo decir: si me amarras con una cuerda fuerte… no será mucha cosa. Yo lo aguantaré porque sé que no me hace daño. Pero, la realidad es que tengo claustrofobia. Y para mi, la realidad de confrontar esa situación – ¡me pondrá en problemas!
Así es para algunos buenos cristianos al enfrentar la muerte inminente Les causa miedo. Y pueda que tenga toda la confianza en su salvación y las promesas de Dios, y siempre digan, ¨La muerte ya no nos espanta pues Él la venció y nosotros estamos en Él¨. Pero, la realidad de actualmente confrontar la muerte personalmente e inminente… les da temores.
Nuestro rol en estas situaciones es dar confort, compartiendo con compasión y empatía. Así compartimos con Dennis el lunes. Dennis es uno de los más fuertes creyentes que conozco. Pero confrontaba temores de la muerte…. No fue por ninguna falta de fe. Viéndolo así …le dio más confianza y pudo relajar más en su situación.
Me ha ayudado mucho entender el miedo de esta forma. Y es parecida – la tristeza que viene al experimentar la pérdida de un amado. El miedo y la tristeza, los dolores y las penas, son todo una parte de ser humano.
Sigo aprendiendo como ayudar en estas situaciones. Ciertamente es difícil.
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