La cosa más interesante en cuanto a Dios es su amor. Pero el amor a veces incluye el sufrimiento. Dios muestra su amor por sus hechos. Dice en 1 Juan 4:10, “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”
También dice en 1 Juan 4:8, “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” La palabra griega por amor es “ágape” y significa, “elegir a buscar la mejor para los demás.” Se usa como una referencia al amor sacrificial de Dios por la humanidad. Es divino, volitiva, incondicional, activo, la auto-sacrificar, y reflexivo. En Mateo 22:37 Jesús dijo, “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Así que debemos amar a Dios de la misma manera en que Él nos ama. El amor de Dios no cambia porque El no cambia. Él es siempre igual. (Malaquías 3:6).
Un ejemplo del amor de Dios se puede ver en la vida de Moisés. Dios amó a Moisés desde su nacimiento (Éxodo 2:1) en Egipto hasta el día cuando murió con 120 años de edad en el desierto, nunca entrando en la Tierra Prometida (Deuteronomio 34:5-7). El nombre “Moisés” significa “el hijo de agua” o “sacado del agua”. Es interesante cuando era un bebe que él fuera puesto en una canasta por su madre en el Río Nilo con el fin de no ser matado. Su madre tenía la esperanza de que alguien le salvase y le cuidase de él. Una cosa más sobre la persona de Moisés es el hecho de que muchas religiones le tienen como muy importante como el Judaísmo, el Cristianismo, el Islam, la Fe Bahaí, el Mormonismo, EL Rastafarianismo, el Realismo, y el Crislamismo.
Dios eligió a Moisés para guiar a Su gente fuera de Egipto y entrar en la tierra prometida (Hebreos 11:24-29; Éxodo 2 – Deuteronomio 34). En principio Moisés dijo a Dios que no era muy elocuente en palabra pero Dios le mostró su amor y respondió: “¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, vé, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar” (Éxodo 4:11). Pero Moisés le respondió,
“¡Ay Señor! Envía, te ruego por medio del que debes enviar” (Éxodo 4:13). Entonces Dios le enojó con Moisés por el hecho de decir esto y su falta de mostrar confianza. Y Dios escogió a su hermano Aron para hablar. Pero Dios aun, a pesar de esto, amaba a Moisés y le dijo, “Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales “(Éxodo 4:17).
Algunos de los eventos en que Moisés estaba envuelto eran:
- Moisés y la zarza que ardía en fuego. (Éxodo 3).
- La vara de Moisés se hizo culebra. (Éxodo 7).
- Las 10 plagas que Dios usó contra Faraón para que él liberaría a los Israelitas de Egipto (Éxodo 7-12).
- Dios dividió las aguas del Mar Rojo para que los Israelitas cruzasen en tierra firme mientras los soldados egipcios, que estaban detrás de ellos, se ahogasen. (Éxodo 13-14).
- Dios les proveyó mana, codorniz, y agua para los Israelitas en el desierto. (Éxodo 15-17).
- Moisés recibió los diez mandamientos en forma hablada, Éxodo 20-23, y después en forma escrita en dos tabletas de roca en Éxodo 34:1.
- Moisés y los ancianos de Israel le vieron a Dios (Éxodo 24:9-11) pero no Su cara (Génesis 43:3, 5:44; Éxodo 33:20).
- Moisés vio la parte atrás de Dios (Éxodo 33:23). Dios pasó por delante de Moisés en Éxodo 34:6-7 y dijo, “! Jehová! ¡Jehová! Fuerte, misericordioso y piadoso tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado…”
- Moisés y la serpiente de bronce. (Números 21:4-9).
Entonces es obvio que Dios hizo muchos milagros para Moisés porque Dios le amaba mucho.
El Dios que sufre
Ahora, vamos a enfocar en el sufrimiento. ¿Es posible que Dios sufra? Como está dicho en el principio de este artículo, el amor a veces incluye el sufrimiento. Cuando uno sufre, se siente dolor y pena. Se siente lastimado. Normalmente, sentir dolor no es una recompensa de ser amado. Aquí hay un ejemplo del sufrimiento por una mujer que podemos llamar Ana que sufre un dolor tan fuerte debido a un accidente de automóvil que ha tenido. En el accidente su automóvil se queda totalmente destrozado. Un camión ha aplastado su coche por el lado izquierdo y ha chafado la puerta principal. Ella se queda en su asiento casi pegada al volante. Todo parece como una pesadilla. El cristal está roto casi en todos los sitios y ella sufre un dolor insoportable por el impacto que ha tenido. Sus músculos están gritando por el dolor y sus nervios chilla con cada movimiento que hace. El dolor que sufre es casi imposible explicar con palabras.
Después del accidente, los paramédicos le llevan a un hospital y ella está atendida por un médico. Él le hace a Ana una receta para el dolor. Ella toma el medicamento por un rato pero la verdad es que no le ayuda en nada. No quita el dolor que siente. Además el medicamento es muy caro pero ella toma el medicamento religiosamente esperando que haga algo. Ana hace esto cada día esperando alivio pero como no se quita el dolor, parece que hace este acto en balde. La verdad es que el dolor es tan fuerte que nada realmente le ayuda y Ana piensa que es como vivir atrapada por siempre. Quiere escapar el dolor pero no puede. Ella cree que es como vivir en una celda de dolor sin escapatoria. Y mientras viva tiene que trabajar. Trabaja porque tiene que comer. Y al trabajar cada día no disminuye el dolor sino lo hace peor. Ella reconoce en estas circunstancias que no hay forma para escaparse. Tiene que aguantar el dolor y trabajar a la misma vez. Su vida ahora ya consiste en sufrir, sufrir, y más sufrir. En efecto, ella tiene que continuar y seguir venga lo que venga.
De este ejemplo vemos que ella es humana. Tiene emociones y sensaciones. Sabe lo que es la ira contra una persona que le ha causado daño. Y sabe lo que es la pena profunda. Ana sabe bien y puede explicarlo en sus propias palabras que es el dolor y el sufrimiento.
En un sentido, Dios el Padre también se trata después de la historia con una situación muy similar a Ana. Él tiene emociones como ella. Sabe perfectamente lo que es la pena y Él ha sufrido mucho a través de los siglos. En la Biblia se ve sus emociones en estos pasajes:
- Pena profunda = Gen. 6:5-6; Jer. 8:18–19:1; Ef. 4:30.
- Enojo = Dt. 29:19; 1 Sam. 16:14-23; Salmos 78:49.
- Celo = Santiago 4:5; Ex. 20:5; Dt. 4:24.
- Amor = 1 Juan 4:8.
- Gozo = Salmos 16:9, 11.
- Compasión = Lc. 15:20; Salmos 86:5, 15.
- Amabilidad = Jer. 9:24; Salmos 89:33; 107:8.
- Regocijo = Sof. 3:17.
- Misericordia = Ex. 34:6; Salmos 86:5, 15.
- Paciencia = Ex. 34:6; 2 Pedro 3:9.
- Risa = Salmos 2:4; 37.
- Gentileza = Salmos 86:5, 15.
- Misericordia = Isa. 60:10; 2 Cron. 5:13; Salmos 100:5; 118:29; 135:3.
También sabemos que Jesús es 100% Dios y 100% hombre y él ha mostrado emociones que se puede notar en la Biblia:
- Jesús sufrió pena y sangraba = 1ª Pedro 3:18, Juan 18:1-34.
- Jesús fue tentado pero no pecó = Hebreos 4:15.
- Jesús tenía lágrimas de ternura y dolor = Juan 11:35; Isaías 53:3.
- Jesús estaba lleno de compasión = Mateo 9:36.
- Jesús tenía un sentido de humor = Lucas 13:32; Marcos 3:17.
- Jesús se enojó = Juan 2:13-17; Mt. 21:12-13; Marcos 11:15-18; Lucas 19:45-46.
- Jesús amaba la gente = 1 Juan 3:16.
Entonces vemos con estos pasajes bíblicos que Dios tiene emociones.
El Dios que sabe todo
Ahora cambiando el tema, sabemos que Dios sabe lo todo. No hay nada que Dios no lo sabe. Vemos esto en Jeremías 17:10 que dice, “Yo Jehová que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” Y en Santiago 1:5 dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada.” Y en Juan 18:4 vemos que Jesús sabía todo lo que le iba a pasar antes que lo sucediera.
Ahora si Dios supiera esto al crear a Lucifer (Satanás) y a Adán, que los dos iban a pecar y caerse en rebelión contra su propia voluntad, la situación para mí, si yo fuera Dios, no tendría sentido seguir adelante con mis planes. Yo cambiaría mis planes. Creo que sería mejor para El poner fin a sus planes y empezar de nuevo. Para mí, en su lugar, al saber que podría enfadarme o sentir un dolor sería mejor de hacer lo que Dios casi lo hizo en Génesis 6 y destruir el hombre.
El Génesis 6:6-8 dice, “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Rearé de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé hallo gracia ante los ojos de Jehová.” En otras palabras, si hubiera arrepentido de haber hecho el hombre yo hubiera destruido todo incluso el hombre. Pero Dios no lo hizo así. A pesar de que Él lo sabía todo, El continuó con sus planes. Es obvio que Dios pudiera hacer lo que le daba la gana pero no lo hizo. Dios, a pesar del dolor y el sufrimiento, dejaba a Satanás seguir actuando con sus demonios (como nos vemos en Efesios 6:12) y dejaba el hombre seguir por sus propias caminos (como vemos en 1 Timoteo 5:24 y Apocalipsis 3:20). Y al hacer esto nos mostró su paciencia y que es sufrido – “El Señor no retarda su promesa según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” – 2 Pedro 3:9.
El plan de Satanás
Ahora, Satanás es muy astuto como se ve en Ezequiel 28:12. De hecho, es el más elevado de las criaturas angélicas (Ez. 28:12) e incluso sabe las escrituras. En Ezequiel 28:11-15 dice de Satanás, “…Tú eres el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura…Tú, querubín grande, protector…Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.” Pero en Ezequiel 28:16-19 dice, “A causa de la multitud de tus contradicciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste…Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor…” Pero el caído verdadero de Satanás se encuentra en Isaías 14:13-14 donde dice, “Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.” ¡Satanás quería ser Dios!
Pero también debemos tener en cuenta que Dios le dio a Satanás una voluntad para usar. Y Satanás decidió con su voluntad ser como Dios (Isaías 14:14) en contraste de ser un querubín (Ezequiel 28:14). Pero con su voluntad, solo podría elegir una vez. Él nunca puede volver atrás y ser como era en el principio. Y él sabiendo que no puede cambiarse, sigue su camino. Siempre será un mentiroso, un acusador, un tentador, etc., etc., etc. Dado esto, tiene sentido por qué Dios sufre.
Estos son algunas cosas que vemos de Satanás en las Escrituras:
- Él sabe las Escrituras (Mateo 4:6; Lucas 43)
- Él sabe los planes de Dios según lo que las Escrituras dicen. El estuvo en el huerto (Gen. 3:4).
- Él sabe Génesis 3:15, Isaías 52 y 53. En Isaías 53:7 habla de un cordero y en Juan 1:29 dice que Jesús es el Cordero de Dios quien quita el pecado del mundo. Así que Satanás sabe el por qué Jesús vino a la tierra.
- Satanás sabe las profecías en cuanto al Mesías como Salmos 16:10; Zacarías 12:10; Salmos 132:11; Isaías 7:14; Miqueas 5:2; o Zacarías 9:9; 11:12, 13; 13:7.
- Él es el engañador (Apocalipsis 12:9).
- Él calumnia (Apocalipsis 12:10; Job 1:6-11).
- Él es el acusador (Job 1:6-11; Apocalipsis 12:10).
- Él está lleno de orgullo (1 Timoteo 3:6).
- Él entorpece las respuestas a las oraciones (Daniel 10:12-20).
- Él provoca los celos (Santiago 3:13-16).
- Él tienta (Mateo 4:1-11; 1 Corintios 5:7).
- Él es un mentiroso y un asesino (Juan 8:44; Génesis 3:4).
- Él es un ángel de luz (2 Corintios 11:14).
- Él plantea dudas en la mente de los creyentes (Génesis 3:1-5).
- Él anda como un león rugiente buscando los que pueda controlar (1 Pedro 5:8).
- Pero obviamente, Satanás no sabe todo (Job 1:12). Él no es Dios (1 Juan 3:20).
Ahora sabiendo que Satanás era el más elevado de las criaturas angélicas (Ez. 28:12) y dado que él quería ser igual como Dios (Isaías 14:14), podemos concluir que no estamos tratando de una creación cualquiera. ¡El supera cualquier cosa de su talla! De hecho, Satanás es tan poderoso que un tercio de los ángeles de Dios decidieron seguirle (Apocalipsis 12:4).
Es obvio que él sabía los planes de Dios pero no lo sabía todo. Parece que no lo supe bien el camino que Dios tenía planeado. Usando la Biblia sabemos que Jesús vino a la tierra para pagar el precio de los pecados con su sangre (Hebreos 9:22-28). Y él murió por nosotros en la cruz. Jesús fue nuestro sacrificio vivo y todo por causa de nuestros pecados. Se ve que Satanás pensaba matar el Hijo de Dios. Y al hacer esto, pensaba que Dios perdería la batalla y él saldría como el ganador. Pero existen pasajes bíblicos que muestran al contrario. En vez de ganar, Satanás perdió. Mirando estos versículos, se puede ver el plan que tenía Satanás:
- Satanás usó a Herodes para matar a Jesús empezando con los niños de 2 años y abajo (Mateo 2:13-16).
- Satanás tentó a Jesús esperando que se cayera en su trampa (Mateo 4:1-11; Isaías 14:12).
- Satanás usó a los fariseos para matar a Jesús (Mateo 12:14).
- Satanás usó a los propios discípulos de Jesús para causarle daño (Mateo 16:23).
- Satanás usó a los religiosos para poner a Jesús y su autoridad en tela de juicio (Mateo 21:23).
- Satanás quiso que Jesús desaparezca. Se ve esto por los pasos que Judas tomaba. Judas con su beso, traicionó a Jesús (Mateo 26:14-16, 49-50; Juan 18:1-9).
- Satanás fue detrás del arresto de Jesús y su crucifixión (Mateo 17:50; 26:57; Juan 18:12; 19:17-37) sin saber que Dios iba a usar todo esto en su gran esquema de la salvación. Y creo que es así, porque si Satanás lo hubiera sabido todo esto, no lo hubiera hecho lo que hizo.
Vemos en todo esto que en vez de ganar la batalla, matando a Jesús y poniendo fin a los planes de Dios, al contrario ocurrió. Satanás estaba ayudando a Dios en el proceso de nuestra salvación. Y al final en vez de ser el ganador, él fue vencido. Sabemos que Jesús vino a la tierra para pagar por nuestros pecados con su sangre (Hebreos 9:22-28). Como dice en Hebreos 9:22, sólo hay purificación, según la ley, con sangre y Jesús fue el Cordero de Dios. El pago por nuestros pecados cuando murió en la cruz (Mateo 26:2). Es como dice Romanos 8:28. Ahora lo que le espera al diablo son tres acontecimientos:
- Será atado por mil años en el abismo (Apocalipsis 20:2-3)
- Será suelto de esta prisión por un tiempo (Apocalipsis 20:10).
- Pero después será lanzado al lago de fuego por siempre jamás (Apocalipsis 20:10; Rom. 17:12).
Entonces, según la Biblia, él quería ser como Dios (Isa. 14:14) y pensaba que al matar el Hijo de Dios esto podría ser la solución para llegar a ser “El Supremo”, que él quería (Isaías 14:14). Pero no fue así. El perdió la batalla y lo sabía. Entonces la única cosa que le queda antes de ir al infierno es hacer que Dios sufra. Sabe que Dios tiene emociones. Y hay tantas maneras de hacer sufrir a Dios y sentir pena. Satanás siendo el engañador (Apoc. 20:3) y el padre de mentiras (Juan 8:44) quiere que Dios sufra. Lo hace por medio de los hombres que Dios ha creado. Ahora vemos como lo hace:
- No andar o caminar por el Espíritu Santo es hacer que Dios sufra= Efesios 5:13-15; 1 Juan 1:6.
- No aceptar a Cristo como Salvador y hacer el pecado de muerte es hacer que Dios sufra= 1 Juan 5:11- 16.
- Asociarse con personas que dicen que son cristianos pero en realidad no lo son porque practican la inmoralidad sexual y son avaros, idolatras, maldicientes, borrachos, y ladrones es hacer que Dios sufra= 1 Corintios 5:11.
- Ser y vivir como el mundo. Ser parte de ello y sus planes. No morir a los deseos carnales sino hacer lo que ayuda los deseos carnales crecer es hacer que Dios sufra= 1 Juan 2:16; Romanos 6:11-14; Romanos 12:1.
- Conformándonos a este siglo y este mundo, no transformando la mente con la palabra de Dios para hacer la voluntad de Dios es hacer que Dios sufra= Romanos 12:2.
- Pensar en mí mismo como lo más importante es hacer que Dios sufra= Romano 6:11; 12:3.
- Practicar el pecado sin pensar en ello es hacer que Dios sufra= 1 Juan 3:6.
- No amar a nadie, incluso a los enemigos es hacer que Dios sufra= 1 Juan 3:10.
- Seguir a los maestros falsos con sus engaños y palabrería es hacer que Dios sufra= 2 Pedro 2:1-22.
- Causar divisiones y crear conflictos. No actuar en unidad con mis hermanos en la fe, creyendo que Dios es uno es hacer que Dios sufra= Romanos 16:17; Juan 17:11.
La Conclusión
Desde el principio del tiempo cuando toda la creación de Dios era perfecta (Génesis 1:31), hemos visto que a pesar de que Dios supiera todo (Jeremías 17:10), El sufre (Génesis 6:6). Satanás, con cada truco que podría inventar, él hizo lo mejor que podría para estrellar los planes de Dios. Él estaba decidido parar a Jesucristo y cualquier plan que Dios tenía para enviarle a esta planeta (Juan 1:10-12). Y la meta de Jesús fue en pagar por nuestros pecados con su propio sangre (1 Pedro 1:19-20). Pero, después de fracasar miserablemente (Romanos 8:37), y sabiendo que su fracaso le enviaría al infierno por siempre (Apocalipsis 20:10), la única cosa que le quedaba a Satanás era hacer que Dios sufriera. Esta es la razón por la cual Dios sufre hoy. No debemos causarle más dolor sino al contrario ¡debemos amar y obedecerle! (Marcos 12:29-33; 2 Juan 1:6).