Guía: Semana 7 de Dones y Ministerios
Durante esta semana veremos cómo lograr:
- La movilización total
- La búsqueda y el reclutamiento de colaboradores
Ya estamos llegando a la séptima semana de estudios. Queremos ver cómo hacer para que todos los creyentes sean parte de la gran tarea de la Iglesia. Sigue la Guía de estudios de esta semana.
- Guía de estudios 7
- Propuesta de trabajo
Presentación
Uno de los objetivos y de la finalidad de los dones espirituales es logar la movilización total de la iglesia.
Según algunas estadísticas, en la mayoría de las iglesias solamente el 20 por ciento de los miembros están involucrados en alguna actividad, mientras el restante 80 por ciento se dedica a ser simplemente observadores.
Debemos dedicarnos a movilizar a todo el cuerpo, buscando y reclutando colaboradores; como así también capacitándolos a desempeñar correctamente su tarea.
En la Iglesia de Jesucristo hay lugar para todos. Si decimos que cada creyente posee por lo menos un don, debemos lograr que por lo menos desarrolle ese don en beneficio de toda la comunidad.
De esto trataremos esta semana.
Movilización total
(Alfred Küen, Ministerios en la Iglesia)
Los esfuerzos de “evangelización total” en América Latina han demostrado que el crecimiento de una iglesia es directamente proporcional a su facultad de movilizar el conjunto de sus miembros. Ésta era la visión de la Iglesia primitiva para todos los aspectos de la vida de iglesia, no solamente para la evangelización.
La realización y el progreso de una iglesia dependen del compromiso de todos los miembros en los distintos sectores de actividad de su vida, sirviendo cada uno según el don que ha recibido. Esta era la perspectiva que el Espíritu Santo inspiró al apóstol Pablo: “… y cada vez seremos más semejantes a Cristo, quien es la Cabeza de ese Cuerpo suyo que es la Iglesia. Bajo su dirección, las partes del cuerpo armonizan perfectamente; y cada una, según el don recibido, ayuda a las demás para que el cuerpo entero esté saludable, crezca y se llene de amor” (Ef. 4:16, Biblia al Día).
El principio bíblico no es ni la concentración de todos los servicios sobre uno o algunos hombres, ni el “voluntariado” de todos (“cualquier persona puede hacer cualquier trabajo”); sino el compromiso de cada miembro según los dones que haya recibido. La tarea principal de los dirigentes de una iglesia es orar para que Dios los guíe y puedan detectar los dones que él ha confiado a los miembros de su iglesia, de modo que éstos estén disponibles y lleven a cabo los servicios que se correspondan con los dones que les han sido otorgados. Después, deberán consagrar una parte de su tiempo al desarrollo de los dones “acompañando ” a los que se ponen a trabajar.
(Alfred Küen, Ministerios en la Iglesia, Clie, Terrasa, España, 1995. pp. 76)
Búsqueda de colaboradores
(Alfred Küen, Ministerios en la Iglesia)
En muchas iglesias, se oye frecuentemente esta frase: No tenemos a nadie para hacer el trabajo. Muy probablemente sea cierto. Pero es un estado que no debe durar mucho tiempo, puesto que cada miembro es un colaborador potencial que debe ser seleccionado y formado para poder aportar una contribución eficaz a la vida del Cuerpo.
En algunas iglesias, el pastor es quien debe hacerlo todo, en otras está secundado por numerosos colaboradores ¿Azar? ¿Injusticia? De ninguna manera. “Quien busca halla“, dijo el Señor. Buscar implica una voluntad, un esfuerzo y una consagración de tiempo. En una iglesia pequeña, el grupo de los ancianos debería consagrar regularmente una parte de sus actividades al reclutamiento de nuevos colaboradores para los distintos sectores de actividad de la iglesia. En iglesias más grandes, un comité especial –incluyendo un anciano y un diácono– debería tener como tarea buscar y reclutar estos colaboradores.
Su primera responsabilidad sería la de orar para que Dios les guíe en la elección de colaboradores y en cuanto a las tareas que deben confiarles. Tendrán que esforzarse en conocer bien a todos los miembros de la iglesia para poder discernir sus aptitudes y sus dones espirituales.
La segunda responsabilidad de este comité es la de establecer y tener al día una lista de actividades que deben ser atendidas (teniendo en mente también las necesidades futuras de la asamblea, previstas, si es posible, por el comité de planificación).
Tercera responsabilidad: reclutar a las personas cualificadas para un trabajo en concreto. En muchas iglesias de la actualidad, se piden voluntarios para llevar a cabo las tareas que deben realizarse. En la Iglesia primitiva, se solicitaban los servicios de aquellas personas en las cuales se habían discernido los dones necesarios para poder realizarlos (Hch. 6:3; 11:25; 15:40; 16:1-3; 2 Co. 8:19). Generalmente, pocas personas cualificadas se ofrecen voluntariamente, ya que tienen miedo de que esta actividad les robe mucho tiempo. Por esto, es bueno que las personas que se ocupen del reclutamiento sean personas acreditadas por la iglesia.
Se recomienda dar a esta etapa toda la importancia que tiene en realidad: no minimizar el trabajo (”
Esto no te ocupará mucho tiempo”, “No hay mucho trabajo que hacer”, “No tenemos a nadie, ¿puedes hacerlo hasta que encontremos a otra persona que pueda sustituirte?”), hacer de ello un motivo de reflexión y de oración, no hacerlo de prisa y corriendo ni pedir una respuesta inmediata, fijar una entrevista para hablar detenidamente sobre el tema, dar información precisa sobre la tarea a realizar y convenir una fecha para la respuesta.
Cuarta responsabilidad: tener un período de formación junto a los que actualmente realizan este trabajo. Para esta formación podemos inspirarnos en los principios que rigen en los períodos de prácticas de cualquier oficio: alternancia de teoría y de práctica, entrevistas, preguntas, evaluaciones…
(Alfred Küen, Ministerios en la Iglesia, Clie, Terrasa, España, 1995, pp. 78-79)
Ministerios para todos
La iglesia debería pensar la manera de poder involucrar a la mayor cantidad de gente posible en la gran tarea que le concierne. Para poder hacerlo, será indispensable conocer cuáles son los intereses y habilidades de sus miembros y luego involucrarlos.
Se podrá confeccionar algún cuestionario para que cada creyente busque dónde se podrá sentir más a gusto para comenzar a descubrir su don y ponerlo en práctica.
Algunas ideas:
- Colaborar en la limpieza del local, por lo menos una vez al mes.
- Colaborar en la decoración del lugar de culto.
- Ayudar en tareas de mantenimiento y mejoras de los locales.
- Escribir periódicamente a algún miembro alejado a algún misionero.
- Visitar una o dos veces por semana a los enfermos o ancianos.
- Ayudar a las personas con dificultades con sus necesidades (ejemplo: cortarles el cesped, ir de compras, pagarles sus impuestos, etc)
- Buscar personas de su domicilio para asistir a los cultos.
- Albergar a personas que estén de paso por la iglesia.
- Ayudar a preparar comidas fraternales.
- Ayudar en la biblioteca, librería de la iglesia.
- Ayudar en la preparación de los servicios de retiros, campamentos, etc.
- Repartir carta de oración de misioneros y mantener informada a la iglesia de los mismos.
- Repartir tratados, circulares, etc.
- Preparar el boletín informativo de la iglesia.
- Prestar a otros miembros objetos que ya no usas.
- Cuidar los niños durante las horas de culto.
- Ayudar a preparar la Santa Cena.
- Escribir alguna canción, poesía, oración, etc.
- Participar de la música del culto.
- Formar parte del equipo de evangelización.
- Recibir a la gente que llega a la iglesia.
- Abrir tu casa para realizar estudios bíblicos en tu barrio.
- Otros
- Otros
Seguramente hallarás muchas otras actividades donde podrás involucrarte e involucrar a otros miembros de tu iglesia para que todos puedan ejercitar los dones que Dios les ha dado.
TAREA: Propuesta de trabajo.
Anota algunas ideas que consideres son importantes a tener en cuenta en el proceso de reclutamiento y entrenamiento para fomentar la movilización de toda la iglesia para su misión (no necesitan ser ordenadas, anótalas así como se te vienen a la mente)
Estas ideas te serán muy útiles para la confección del trabajo final de la materia.
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