Guía: Semana 3 de Dones y Ministerios
Esta semana indagaremos sobre:
- Su trascendencia
- El contexto en el que son dados
- El propósito de los dones
Además de las lecturas deberás compartir en el foro y responder allí a las preguntas que surjan del profesor y de los demás estudiantes.
Para la tarea de esta semana te recomiendo leer nuevamente y en alguna versión diferente los contextos bíblicos en los que encontramos los dones espirituales. Anota todo lo que te parece interesante sobre la importancia de cada don, su trascendencia, su contexto y los propósitos. Esto te ayudará a confeccionar un interesante artículo para la tarea
Romanos 12:1-21; 1 Corintios 12-14; Efesios 3:14-4:32
- Tarea: Artículo para una revista
Tomando en cuenta el contexto bíblico de los dones, y las lecturas de la semana, tendrás que preparar un breve artículo (de unas dos o tres páginas) como para una revista, titulado:
“El propósito de los dones espirituales”
No olvides de confeccionarlo de acuerdo a los requisitos para los trabajos escritos.
Guía de lecturas 3 Da clik al enlace para ir al recurso
Presentación
Durante esta semana queremos profundizar en el conocimiento acerca de lo importante que son los dones que el Espíritu da a la Iglesia, como así también cual es el contexto que las Escrituras nos presentan para un correcto ejercicio de los mismo; lo que nos llevará a comprender los propósitos para los cuales Dios provee a su iglesia de los mismos y conforme a su voluntad.
Será muy interesante analizar los contextos bíblicos de cada una de las listas propuestas para poder evaluar si esto se está dando en nuestras comunidades cristianas.
Adelante, hay mucho por recorrer y aprender. No olvide, luego de haber leído todo, debe realizar las tareas solicitadas para esta semana. Dios te bendiga.
Trascendencia de los dones
Cada cristiano, un don
Ya se ha dicho que el Espíritu de Dios reparte con liberalidad dones a su iglesia, lo que significa que cada cristiano es portador de por lo menos un don y que ese don debe ser usado con el propósito con el que se le es dado.
Hay cristianos que actúan como el obrero de la parábola de los talentos (Mt. 25:14-30), que habiendo recibido un solo talento, fue y lo escondió para no perderlo. Esta actitud le valió la reprimenda del Señor y la consecuente pérdida del mismo.
Dios espera que cada hijo suyo utilice correctamente lo mucho o lo poco que se le ha confiado. Si Dios te ha dado un don, es para que con responsabilidad lo utilices en beneficio del cuerpo de Cristo, y él te seguirá agregando otros dones, de acuerdo a tu compromiso y responsabilidad.
Iguales en importancia
El apóstol Pablo plantea en cada una de sus enseñanzas al respecto que todos los dones son de igual importancia. Probablemenete unos tendrán mayor responsabilidad que otros, pero esto no indica importancia o jerarquía.
Quien tiene el don de pastor tendrá mayor responsabilidad sobre el cuerpo, pero esto no indica que sea una situación de jerarquía. El pastor, el apóstol, el maestro, etc., son “servidores” del resto de sus hermanos.
Al igual que los Corintos, también nosotros solemos jerarquizar algunos dones, por su espectacularidad o por su exposición. Esta actitud suele conducir a un desarrollo desequilibrado del Cuerpo, ya que los cristianos son inducidos en la búsqueda de solamente algunos dones en particular, y otros, igual importancia, son dejados a un lado.
Diferencias laicos/clérigos
Esta diferenciación, tan común en algunos ambientes cristianos, no es del todo beneficioso para el correcto funcionamiento del Cuerpo de Cristo. Pensar de esta manera permite que se designe a un grupo reducido (clérigos) como responsables de toda la actividad de la iglesia, mientras el resto (laicos) son los que reciben o son ministrados por los clérigos.
Indirectamente, al pretender que en la iglesia existan estos dos grupos, estamos considerando que los unos no son parte de los otros, lo que termina siendo una equivocación, pensando en manera particular en el significado de la palabra “laicos”. Laico proviene del término laos, y laos es pueblo. En la Iglesia de Jesucristo todos debemos ser parte del laos, ya que todos somos pueblo.
El contexto de los dones
¿Cuál es el ambiente en el que se desarrollan correctamente cada uno y todos los dones que el Espíritu da a la Iglesia? ¿Cuál es el contexto en que las Escrituras presentan a los mismos?
La propuesta es analizar los textos bíblicos para darnos cuenta cuales son los contextos anteriores y posteriores a la mención de cada una de las listas de dones.
En Romanos 12 antecede a la descripción de los dones la recomendación a que la vida de los creyentes sea distintiva y no acomodada a los parámetros de la sociedad sin Dios, donde prime la humildad y respeto. Luego, a partir del versículo 9 el tema redundante
es el amor entre los creyentes y hacia el mundo, manifestado en la preocupación mutua y el gozo que produce la esperanza cristiana.
En 1 Corintios tenemos las descripciones de dones en el capítulo 12 y luego en el capítulo 14 toda una enseñanza respecto del mal uso del don; en este caso del don de lenguas, pero que podría aplicarse también a los demás.
No es un dato menor, sino que adquiere gran relevancia el hecho de que entre estos dos capítulos que hacen referencia y que instruyen a la iglesia sobre la utilización de los dones espirituales nos encontremos con todo un capítulo, el 13, hablándonos acerca del amor. Esta combinación de temas que hace el apóstol (dones – amor) nos debe llevar a reflexionar cuál es el verdadero contexto en el que los dones pueden y deben ser desarrollados para que cumplan con su propósito.
En Efesios hallamos algo muy similar. Pablo termina el capítulo 3 enseñando acerca “del amor de Cristo” que debería modelar la vida de los cristianos conduciendo a una vida plena, donde el ejercicio de los dones sea la consecuencia de ese crecimiento. Luego pasa a mencionar algunos dones propicios para que esto suceda. Pero luego, a partir del versículo 17 vuelve a reiterar los cambios esperados de la “nueva vida en Cristo”, donde la compasión y el perdón sean tan naturales como el respirar.
Solamente el saber perdonar y amar como Cristo hará posible que la iglesia trabaje en armonía y donde el ejercicio de cada uno de los dones de sus miembros sirvan para glorificar a Dios y edificar a la iglesia.
El amor y el perdón harán posible que la práctica de los dones produzca alegría en cada uno de los integrantes del cuerpo de Cristo
El propósito de los dones
Los dones espirituales son dados a los cristianos con una finalidad muy bien especificada en las Escrituras. Ninguno de los dones tiene como objetivo ser un elemento que produzca discordia en el cuerpo de Cristo, lo que significa que cada cristiano debe entender que si Dios le ha provisto de dones, estos no son para enaltecimiento u orgullo personal. No son dadas para creernos superiores a los otros cristianos que no tengan el mismo don que tengamos nosotros. El artículo anterior nos mostraba que para el correcto funcionamiento y ejercicio de estos dones, es fundamental que exista un ambiente de perdón y amor.
Son para edificar a la Iglesia
Las diferentes capacidades espirituales, o dones, son las herramientas con las que Dios equipa Su Iglesia para que esta pueda crecer y extenderse en el cumplimiento de la gran comisión. Esto lo menciona el apóstol Pablo en cada una de sus listas.
Este crecimiento se produce en la interacción de cada uno y todos los dones que sus miembros han recibido de parte de Dios. Esta comunidad, que es la iglesia, comienza a compartir entre sus miembros lo que cada uno tiene, su don, proporcionando a todo el cuerpo lo necesario para alcanzar “la estatura de Cristo”.
En este sentido es importante volver a mencionar la importancia de la diversidad de los dones, ya que si en la iglesia solo se manifestarían unos pocos, el crecimiento no produciría de manera sana.
Cuando el apóstol Pablo, en 1 Corintios 12:31 dice “procurad pues los dones mejores”, no está pretendiendo enseñar una jerarquía de dones, sino que, está instando a los creyentes a pretender ejercitar públicamente aquellos que sean de edificación a toda la comunidad, antes que los que sirven de edificación personal.
Yo tengo un don y debe ser para bendecir tu vida. Tú tienes un don, y éste debe ser para bendecir mi vida. Y así con el resto de la comunidad cristiana.
El primer y más importante propósito de los dones es que deben servir para glorificar a Dios. Ningún don que no exalte a Dios, proviene de él, y por lo tanto no es de bendición tampoco para el resto del cuerpo.
Cumplirán con este objetivo solamente cuando son bien utilizados en Su Cuerpo, que es la Iglesia. Cuando la Iglesia se desarrolla correctamente y crece, multiplicándose, es cuando Dios es glorificado en medio de ella y a través de ella.
REPASO
La trascendencia de los dones
- Cada cristiano posee por lo menos un don
- Todos los dones son de igual importancia
- Todos los dones son necesarios en la vida de la iglesia
El contexto de los dones
- El amor a Dios
- El amor hacia los demás
- El perdón
El propósito de los dones
- Glorificar a Dios
- Edificar a la Iglesia
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