Lo que a mi me alienta…
Cuando ¡me basta! el vivir en este cuerpo penoso mio (¡ya más y más viejo cada año!)…
Cuando el dinero no estira hasta donde quisiera…
Cuando me siento huérvano, solito…
Cuando el mundo me atrae como sirena seductiva…
Cuando el mundo me hace parecer pequeño…
Cuando me siento desventajado…
Cuando parezco a mi mismo – incomprendido y poco apreciado…
Lo que a mi me alienta es…
Saber que Cristo murió por mi y por eso soy de mucho valor;
Hablar al Rey de reyes, Dios el Creador, y dar gracias por su amor hacia mi;
Enumerar las numerosas bendiciones de Dios hacia mi;
Realizar de nuevo mi posición eterna en los cielos por la gracia de Cristo;
Repetir de nuevo que Cristo, Dios Creador, me tiene en el palmo de su mano;
Revisar de nuevo las promesas de las escrituras;
La esperanza de la vida eterna. (Tito 1:2)