Pablo Santomauro examinó la película, La Pasión, diciendo:
Tanto se ha escrito y dicho sobre La Pasión, que ya todo el mundo sabe que los ingredientes de la película son
- una mezcla de las visiones de Emmerich narradas en La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo,
- tradición católica (las catorce estaciones de la cruz),
- misterios del Rosario,
- vislumbres de doctrinas herejes (mariología), y
- narrativa de los Evangelios.
En la película de Mel Gibson, todo esto es percibido por las masas como la “verdad”. De esa forma, las visiones fraudulentas de Emmerich, a quien la Iglesia Católica dio el título de “venerable” (1), la tradición, y el magisterio (representado en la doctrina mariana), adquieren la misma autoridad que las Sagradas Escrituras. Así como los niños a cierta edad no pueden diferenciar entre la realidad y la fantasía cuando miran una película o se les lee un cuento de Walt Disney, las masas que vieron la película de Gibson no pueden distinguir entre lo que es verdad y lo que es falso en la pantalla.
Sólo Existe Una Autoridad Máxima y Final
Principio No. 1: Sólo puede haber una sola fuente de autoridad máxima y final. No existe tribunal de apelaciones más allá de ella. Es la Biblia.
El intento de tener dos, tres, o más autoridades finales, es un imposible. Así como sólo puede haber un capitán en un barco y una sola cabeza en el hogar, del mismo modo sólo existe lugar en el universo para una sola autoridad máxima (Mateo 6:24).
Principio No.2: Dios es la única autoridad, absoluta y final. El es el Señor de todo porque es el Creador y Sustentador de todas las cosas (Mateo 28:18).
Principio No. 3: Dios ha revelado Su mente y Su voluntad en la Escritura, por lo tanto, la Escritura es la única autoridad, absoluta y final.
Principio No. 4: Nada, en absoluto, puede ponerse por encima o a la par de la Escritura, en lo que a autoridad e infalibilidad se refiere.
Iglesias, denominaciones, papas, obispos, pastores, curas, tradiciones humanas, reyes, presidentes, congresos, jueces civiles, tribunales supremos y todas las autoridades humanas deberían doblar rodilla ante la eterna Palabra del Todopoderoso.
Nada puede ser agregado o sustraído de la Palabra de Dios.(2)
Fuente: LECCIÓN 6 del artículo por Pablo Santomauro, “La Pasión” de Mel Gibson
Notas:
- “Venerable” es un título que la Iglesia de Roma dispensa a aquellos que muestran alguna virtud heroica.
- Robert Morey, Encyclopedia of Practical Christianity, Christian Scholar Press, p. 608.