Guía de Estudio:Preparación para el liderazgo Download PDF
Motivando a Otros
Preparación para el liderazgo, Módulo 7
CLYDE B. MCDOWELL
Dirigir es descubrir que los empleados no trabajan mejor o mantienen un buen nivel de lealtad sencillamente porque tengan mayores salarios o más incentivos. Hay implicados factores más profundos. Probablemente a ningún otro aspecto de la investigación sobre dirección se le haya dado más atención que a la teoría de la motivación. Uno de los más significativos descubrimientos que ha surgido de esta amplia investigación es la evidente prioridad de los factores no monetarios que influyen en el trabajo.
Principios de la Motivación
El en libro de Kenneth Gangel Competent To Lead [competente para ser líder], el Dr. Mungo Miller expone seis joyas que los psicólogos han extraído del estudio acerca de la motivación:
- La motivación no es lógica, sino psicológica. El comportamiento que vemos en nosotros y en los demás puede parecer ilógico, pero de alguna manera, dentro del individuo, lo que él está haciendo tiene sentido para él.
- La motivación es fundamentalmente un proceso inconsciente. Aunque las razones de por qué llegan a ser motivados pueden ser inciertas, la experiencia ejerce una poderosa influencia en sus vidas.
- La motivación es un asunto individual. La clave para el comportamiento de una persona yace dentro de sí misma.
- Las necesidades de motivación difieren de persona a persona, y en cada individuo varían con el tiempo.
- La motivación es inevitablemente un proceso social. Debemos depender de otros para satisfacer muchas de nuestras necesidades
- Somos influenciados por hábitos establecidos por procesos de motivación que fueron activados muchos años antes, en la inmensa mayoría de nuestras actividades diarias.
¿De qué manera concuerda Proverbios 4:23 con estos principios?
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Lee Eclesiastés 2:1-11. ¿Qué puedes ver en los valores o el estilo de vida de Salomón que ocasionó esta lucha con la motivación?
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Lo más importante de nuestra persona es lo que viene de dentro. Nuestra naturaleza interior y nuestros procesos mentales son esenciales para todo lo que hacemos. La motivación es la perspectiva interna que cada persona tiene de sí misma y de cómo se ve en relación con otros.
La Motivación y la Jerarquía de Necesidades Humanas de Maslow
Según el psicólogo Abraham Maslow, los seres humanos son organismos perpetuamente necesitados. Sus necesidades se derivan de cinco necesidades humanas básicas. En este concepto jerárquico, son las necesidades insatisfechas las que dominan a la persona y organizan su comportamiento. Cuando una de las necesidades es satisfecha, ya no es una “necesidad”. Esta jerarquía de necesidades humanas básicas, organizadas de menor a mayor, es la siguiente:
- Necesidades fisiológicas—sentir que tenemos lo adecuado en cuanto a comida, ropa, alojamiento, etc.
- Necesidades de seguridad—vivir en condiciones donde nos sintamos a salvo del peligro.
- Necesidades de pertenencia—sentirse aceptado y apreciado en un determinado grupo.
- Necesidades de estima—sentir que tenemos valor e importancia.
- Necesidades de auto-realización—sentir que podemos hacer o que estamos haciendo algo valioso y gratificante.
A la luz de estas necesidades de motivación, reflexiona en las siguientes preguntas:
¿Por qué es importante descubrir dónde se encuentran cada uno de los miembros del grupo en relación con la jerarquía de necesidades de Maslow?__________________________________________________________________________
¿Cómo puedes, como líder del grupo, ayudar a descubrir estas necesidades?
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¿Cómo puedes ayudar a tu grupo a satisfacerlas?
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¿Qué sucederá a los individuos del grupo si estas necesidades no son satisfechas?
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¿Qué crees que sucede con la eficacia del líder?
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Principios de Motivación Espiritual
Desde la perspectiva cristiana tenemos dos niveles de motivación que pueden guiar y controlar nuestro comportamiento. Debido a nuestra naturaleza caída, nuestras acciones pueden reflejar egoísmo, pereza, egocentrismo y así sucesivamente. Revisa los siguientes pasajes y escribe a continuación la verdad que encuentras en cada uno de ellos:
2 Corintios 5:14-15
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2 Corintios 5:18
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1 Corintios 12:7
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1 Corintios 12:12
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Cada cristiano debería estar profundamente motivado por Dios para ser usado en el ministerio conforme a sus dones dentro del contexto del Cuerpo de Cristo. Es la responsabilidad del líder canalizar esa motivación fundamental y bíblica para un ministerio eficaz.
Cómo Motivó Jesús a Sus Discípulos
El profesor A. B. Bruce, de Glasgow, Escocia, publicó en 1871 su clásico volumen titulado The Training of the Twelve [la preparación de los doce]. Él explica con lujo de detalles en ese libro los principios y métodos de nuestro Señor para entrenar y motivar a los doce discípulos. Luego, en 1963, el Dr. Robert E. Coleman publicó un clásico menos extenso, titulado The Master Plan of Evangelism [el plan maestro de evangelismo]. En este pequeño libro, el Dr.
Coleman analiza la estrategia y las prioridades de Jesús al entrenar y motivar a Sus discípulos. Veamos brevemente los métodos que Jesús usó para motivar y relacionarse con Sus discípulos, a partir de los principios de estos dos libros.
1. Los llamó y los escogió. Los doce no se ofrecieron voluntariamente para brindar servicios especiales: Jesús los llamó
individualmente; tomó la iniciativa. Jesús escogió a cada uno de Sus discípulos; no los seleccionó al azar. La selección de su grupo apostólico era de suma importancia para “la misión”. Los llamó después de haber pasado toda la noche anterior orando (Lucas 6:12- 16). Sabemos a partir de Mateo 4:19 y Lucas 5:27, así como de otros pasajes, que Él llamaba a Sus discípulos con estas palabras: “Sígueme”.
Aunque los discípulos eran un grupo muy diverso y, para muchos, eran una pandilla heterogénea, eran personas especiales llamadas por Jesús. Es muy probable que los haya escogido por su capacidad para aprender. Jesús vio el potencial en ellos.
¿Qué nos dice esto de cómo deberíamos reclutar obreros?
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Al igual que Jesús, debemos tomar la iniciativa de buscar y reclutar obreros. Es probable que no encontremos líderes de calidad ya formados, así que debemos evaluar el potencial en ellos y trazar un plan para desarrollarlo. Por supuesto, sabemos que hay riesgos en el proceso de selección. Judas vino a ser una “mala hierba”.
2. Pasaba tiempo con ellos. En Marcos 3:14 se nos dice: “Eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A estos les dio el nombre de apóstoles”. Esta fue la táctica de Jesús. Quiso que Sus discípulos estuviesen con Él— así que vivían, viajaban y trabajaban juntos. La principal preocupación de Jesús era su preparación espiritual. Aunque Él dedicó mucho tiempo a las multitudes y a las personas que constantemente le seguían, siempre se aseguraba de dedicar un tiempo especial a Sus discípulos.
Durante tres años las vidas de los Doce y la del Maestro se entretejieron. Él siempre estuvo dispuesto a contestar sus preguntas y a satisfacer sus necesidades. Es cierto que hubo muchas exigencias en Su época, pero Él escogió vivir ante ellos con transparencia. Como dijo Coleman: “De hecho pasó más tiempo con Sus discípulos que todo el tiempo que pasó con el resto de las personas a Su alrededor”. Es evidente que no podemos producir líderes instantáneos—como el café instantáneo. Debemos estar preparados para invertir tiempo y recursos en las personas que queremos preparar. Es fácil quedar atrapado dando respuesta a todo tipo de necesidades, y pasar por alto la prioridad de entrenar a nuevos obreros y a líderes esenciales. Los líderes deben poner empeño en entrenar a otros y en ser hacedores de discípulos, en lugar de ser los que satisfagan necesidades y resuelvan problemas.
¿Qué implicaciones tiene para ti este método de Jesús?
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3. Les enseñaba. Jesús pasó la mayor parte de Su tiempo con Sus discípulos, enseñándoles. Vemos que había mucho contentamiento con Su enseñanza, pero ésta no sólo consistía en palabras. Obviamente Jesús les enseñó con Su ejemplo. A medida que Él discutía e interactuaba con los fariseos, los discípulos prestaban atención a Su enseñanza y escuchaban Sus palabras. Los fariseos le hacían preguntas y le planteaban problemas, mientras que los discípulos veían Su respuesta y cómo Él atendía cada situación.
Antes de dejarlos, Jesús encargó a Sus discípulos que enseñaran a otros “a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes” (Mateo 28:20). Sabemos que la iglesia naciente se dedicó fielmente a la enseñanza de los apóstoles (Hechos 2:42).
¿Cuáles son algunas de las ideas que pudieras tener para enseñar y entrenar más a los que trabajan contigo?
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Además de enseñarles contenido, ¿con qué otras formas pudieras enseñar a los que estás guiando y preparando?
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4. Se les reveló de manera gradual. Jesús no comenzó Su ministerio declarando abiertamente a Sus discípulos Su deidad y mesiazgo, lo cual sencillamente los hubiera deslumbrado y abrumado. Él escogió revelar Su identidad y Su misión en etapas; fue un proceso gradual. A medida que Su ministerio crecía y se desarrollaba, hizo preguntas cada vez más profundas y sagaces a Sus discípulos, y se les reveló más y más. Fue en Aposento Alto donde Jesús no dejó duda alguna de Quién era. Finalmente, luego de Su resurrección, les permitió acceder a verdades mucho mayores y a la realidad de la venida del Espíritu Santo. Ahora estaban comenzando a comprender Su reino y la función que ellos desempeñarían en él.
¿Cómo puedes edificar de manera gradual la confianza de aquellos a quienes guías?
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Si somos líderes bien preparados para asumir las tareas que estamos llevando a cabo, deberíamos primero orientarlos; luego, deberíamos compartir con ellos gradualmente las alegrías, las oportunidades y las luchas que implica el liderazgo. Su respuesta a estas oportunidades de aprender nos permitirá saber cuánto podemos confiar en ellos.
5. Les asignó tareas prácticas. Jesús dio a Sus discípulos tareas prácticas. Delegó la alimentación de los 5,000 en grupos ordenados. Cuando acabó la comida, los discípulos se encargaron de la recogida (Marcos 6:39-43).
Después de meses de estar con Jesús y de verle enseñar, sanar, echar fuera demonios, etc., ellos fueron enviados a una misión más estricta. En Mateo 10, Jesús reunió a los doce y les dio autoridad para sanar, echar fuera espíritus malignos y para anunciar la venida de Su reino. Les dio orientaciones y restricciones bien claras para su misión.
Entonces, Marcos nos dice que salieron al ministerio de dos en dos (Marcos 6:7).
El entrenamiento resulta incompleto si sólo consiste en teoría. Por supuesto, debemos impartir conocimiento por medio de cursos de capacitación, seminarios, etc. Pero también necesitamos integrar la enseñanza con la experiencia en acción.
¿Cuáles son algunas de las formas en las que puedes proveer capacitación práctica en tu esfera de liderazgo?
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Cuando impartas la experiencia práctica, asegúrate de dar directivas claras, y de que los obreros tengan suficientes orientación e instrucciones para que puedan tener éxito.
6. Evaluó su trabajo. Después que los doce hubieron terminado su misión (Marcos 6:12-13), se reunieron con Jesús y le informaron de todo lo que habían hecho y enseñado (v. 30). Debido a la interrupción ocasionada por las multitudes, Jesús los llevó aparte a un lugar tranquilo para descansar, donde pudieran tener la
oportunidad de compartir sus experiencias en la misión (v. 31).
Otro ejercicio práctico se deriva de Lucas 10:17-20. Después que Sus discípulos hubieran tenido la experiencia de la sujeción de demonios en el Nombre de Jesús, se regocijaron de su poder recién descubierto, pero Jesús se apresuró en advertirles que no se jactaran de sus logros nominales, sino que se alegraran de que sus nombres estuviesen escritos en el cielo”.
¿Qué crees que quiso decir Jesús realmente con esta afirmación?
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Alguien ha hecho la siguiente observación irónica: “La mayoría de los acontecimientos cristianos culminan con una bendición”. En otras palabras, se suspira alivio cuando una conferencia o exposición concluye satisfactoriamente, pero no se hace nada al respecto. Nos perdemos otro factor crucial: ¡la evaluación!
¿Por qué la evaluación es una parte tan importante de la capacitación?
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¿Qué preguntas quieres hacer como parte de la evaluación del ministerio que has dirigido?
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7. Les llamó la atención. En ciertas ocasiones, Jesús tuvo que reprender a Sus discípulos. Una vez mientras navegaban atravesando el Lago de Galilea, su barca quedó atrapada en tan fuerte turbión, que los discípulos estaban llenos de pánico. Jesús los reprendió por su falta de fe (Marcos 4:38).
Otro ejemplo fue cuando la confesión de Pedro, cuando reconoció a Jesús como el Mesías. Fue elogiado por su declaración de fe en Cristo (Mateo 16:16-17), pero cuando Cristo procuró explicarle su misión con su alto costo de sufrimiento, Pedro lo reprendió. Pedro pensaba que Jesús estaba fuera de Sí, pero Jesús le respondió a Pedro con las duras palabras que bien conocemos (ver v. 23).
Jesús no “tenía pelos en la lengua”. Reprendió a Pedro por intentar impedirle cumplir Su papel como Siervo sufriente.
Es evidente que Jesús amaba a Sus discípulos, pero Él jamás anduvo con sentimentalismos. Jesús no podía pasar por alto el pecado ni lo mal hecho. Tenía que enseñar a Sus discípulos: “Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo” (Lucas 17:3). En nuestro entusiasmo de alentar y afirmar a otros, a veces dejamos de llamar la atención a quien es debido.
¿Por qué crees que corregir es un ministerio esencial para el líder?
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¿Cuál es la manera apropiada de reprender al ofensor? Ver Gálatas 6:1.
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¿Cómo podemos reprender a alguien sin quebrantar su dignidad? Ver Efesios 4:15.
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Debido a que nosotros mismos somos tan falibles, necesitamos orar antes de corregir a otros. Además, como líderes, debemos estar dispuestos a sostener la corrección de otros mientras nos mantenemos en lo correcto nosotros, porque también estamos propensos a fallar y a pecar.
8. Oró por ellos. Es importante darnos cuenta de que Jesús pasó toda la noche anterior en oración antes de designar a los doce. De hecho, Sus discípulos eran constantemente motivo de Sus oraciones. Lo podemos escuchar orando por ellos cuando dio gracias a Su Padre celestial por haber revelado verdades divinas a Su círculo de seguidores (Mateo 11:25-27). Su oración más profunda por Sus discípulos fue la de Juan 17. Este pasaje provee pautas inapreciables de cómo orar por nuestros compañeros en el liderazgo. Fíjate cómo Jesús ora por ellos.
- Jesús da gracias a Dios por Sus discípulos (vv. 6-10).
- Jesús ora por su protección (vv. 11-12).
- Jesús ora por su santificación (v. 17).
- Jesús se enfoca en la oración por la unidad de Sus discípulos (vv. 11, 21-22).
- Jesús expresa Su profundo deseo de que Sus discípulos vieran Su gloria y que conocieran más a Dios (vv. 24, 26).
El ministerio espiritual con metas espirituales requiere de medios espirituales para lograrlas. Es absolutamente imperativo que el líder cristiano ore por su propia vida y por la de aquellos con los que trabaja y a quienes dirige.
A partir de tu propia experiencia, ¿cuáles son algunas de las razones para orar por tu gente, tu grupo u organización?
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¿Cuáles son algunas de las maneras específicas en las que puedes orar por tu gente?
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9. Los comisionó. Cristo ya casi había culminado Su labor de capacitación. Había estado enseñando y capacitando a Sus discípulos durante tres años. Justo antes de regresar al Padre, les dio este mandato: “Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:18-20).
Jesús dejó bien claro cuál era su meta y su mandato. Aunque fue el mandato más difícil e increíble jamás dado, era alcanzable debido a Quién es Jesús y a lo que ha prometido. Además, él los había capacitado de la manera correcta. Por supuesto, ¡la máxima promesa era Su misma Presencia!
Para motivar a otros, es esencial darles un gran sueño junto con grandes metas. ¿Qué metas, sueños o visiones has compartido con tu grupo u organización?
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¿Cómo estás comunicando y capacitando a tu grupo para alcanzar estas metas?
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¿Se siente identificado el grupo con estas metas?
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Hablando de tu visión, ¿cómo se siente tu grupo—abrumado, desafiado o emocionado—en cuanto al propósito de su ministerio? Explica.
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Conclusión
Todos los que estudian el liderazgo han reconocido que la motivación es esencial para que el trabajo se realice. Además, es esencial la calidad en las relaciones interpersonales entre el líder y sus seguidores. A partir de lo que hemos visto de los métodos de capacitación de Jesús, ¿cómo responderías estas preguntas? ¿Cómo motivó Jesús a Sus seguidores?
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¿Cómo caracterizarías la relación de Jesús con Sus discípulos?
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¿Cuáles son algunas de las cosas que te gustaría hacer para que los que trabajan contigo estén más motivados y mantengan relaciones más profundas?
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Al examinar tu propio estilo de liderazgo de motivar a otros, ¿cómo caracterizarías tus fortalezas y cómo caracterizarías tus debilidades?
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Elabora un plan para motivar a tu grupo (junta, clase, ministerio, etc.) a que tenga un ministerio más eficaz y a alcanzar mejor las metas del grupo.
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Guía de Estudio:Preparación para el liderazgo