Guía de Estudio:Preparación para el liderazgo Download PDF
Organizando la Visión de la Iglesia
Preparación para el liderazgo, Módulo 10
CLYDE B. MCDOWELL
Casi todo el mundo estuvo de acuerdo en el otoño de 1990 que los Atléticos de Oakland eran un poderoso equipo de béisbol. Con jugadores como Ricky Henderson, quien había sido seleccionado poco antes como el jugador más valioso de su liga beisbolera, y uno de los mejores jardineros de la historia; José Canseco, el poderoso bateador, y muchos otros jugadores extraordinarios—los “A´s” fueron tenidos por favoritos ante los Reds de Cincinnati en la serie mundial de 1990. Fue una sorpresa y un gran fiasco en la larga historia del béisbol cuando los Red arrasaron en esa serie mundial. Los A´s de Oakland aprendieron de nuevo, en su humillación lo que el famoso bateador Babe Ruth había dicho en décadas anteriores: “Los jonrones de ayer no ganarán el juego de hoy”.
Esta filosofía del béisbol tiene algo que decir no sólo a los peloteros y los fanáticos de ese deporte. Tiene algo que decir a cualquiera que sea tentado a jactarse de los éxitos pasados. Tiene mucho que decir a los cristianos y a la iglesia institucional. Sabemos que muchas iglesias tienen un enorme retrovisor y un diminuto parabrisas. Son iglesias que miran hacia el pasado, a los buenos tiempos pasados, a los días de grandeza con tal y tal pastor, o cuando Fulano o Mengano era un líder único. Estados Unidos está lleno de iglesias que casi siempre están mirando el espejo retrovisor, anhelando el pasado. Sólo en escasas ocasiones vuelven su mirada por unos instantes a su pequeño parabrisas, hacia donde están yendo en el futuro.
Las iglesias exitosas necesitan un espejo retrovisor. Deben recordar y dar gracias por el pasado, pero sólo deben tener un retrovisor pequeño—porque la mayor parte de la visión debe estar reservada para mirar hacia adelante, a través del parabrisas mucho más grande del futuro— ¡hacia el viaje que nos queda por delante!
¿Cuál es la misión real de la iglesia? ¿En qué deberías estarte enfocando tú como líder? Para hacerlo claro y sencillo, nos enfocaremos en siete declaraciones fundamentales que responden a siete preguntas clave.
Nuestro Propósito—Por qué Existimos
Jesús siempre actuó conforme al mandato del propósito de Su vida. En varias ocasiones durante Su ministerio, les recordó a Sus discípulos y a otros ese propósito:
Porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud. (Marcos 10:45)
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.” (Lucas 4:18-19)
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10b)
Yo te he glorificado aquí en el mundo, pues he terminado la obra que tú me confiaste. (Juan 17:4)
Para la mayoría de los negocios, la dirección por objetivos ha sido un principio muy útil. Este sistema obliga a que todas las actividades de una organización respondan a los principales objetivos de toda la organización.
La iglesia también debe siempre basar sus actividades y prioridades en el propósito de su existencia. La iglesia Mission Hills en Denver, Colorado, tiene la siguiente declaración de propósito como respuesta a la pregunta: “¿Por qué existimos?”.
Basado en la Bíblia como estándar de la verdad, el propósito de la iglesia Mission Hills es honrar a Dios conduciendo las vidas hacia la armonía con Él y con los demás por medio de un énfasis equilibrado en la adoración, la comunión, el discipulado y el evangelismo.
Fíjate que esta declaración de propósito hace énfasis tanto en la relación vertical con Dios como en la horizontal con las demás personas. La intención es responder ante todos los miembros de la iglesia por nuestra responsabilidad primaria para con Dios, y por nuestra responsabilidad secundaria para con los demás. Estas responsabilidades cumplen los dos grandes mandamientos: “amar a Dios y amar a los demás”. Además, esta declaración de propósito se enfoca en las cuatro áreas principales que mantienen el equilibrio en la vida de la iglesia: adoración, comunión, discipulado y evangelismo.
Formula el propósito de tu organización o iglesia en una oración.
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¿De qué maneras se comunica este propósito?
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Nuestra Visión—Lo que Queremos Llegar a Ser
Es imperativo que cada iglesia entienda bien lo que queremos llegar a ser como iglesia. La respuesta a esta pregunta clave da enfoque y dirección a todo lo que hacemos; da pasión y compromiso al ideal de que cada uno está aspirando a ser algo.
La declaración de visión de la iglesia Mission Hills se expresa en tres frases concisas:
Todo participante, un devoto servidor de Dios;
todo seguidor, un siervo sacrificial;
todo siervo, un mensajero de amor.
Fíjate que esta declaración incluye a todos en la iglesia, los llama a un compromiso con Dios, a servir a los demás y a alcanzar a los perdidos. Fíjate también que cada frase añade algo nuevo a lo anteriormente expuesto.
Cada iglesia expresa su visión de manera diferente. Puede que algunas utilicen un eslogan; otras utilizan versículos “clave”, pero lo importante es tener una declaración fácil de entender, la cual se enfoque en el ideal de lo que queremos llegar a ser.
Las iglesias deberían mantener visualizada la “línea de meta”—la cual sería la misión para cada iglesia—para hacer discípulos que estén sirviendo como instrumentos de Dios en su mundo (Mateo 28:19-20).
Escribe la declaración de visión de tu iglesia o grupo.
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Ahora añade cualquier modificación que consideres pertinente para mejorar esta declaración.
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Nuestra Filosofía de Ministerio—Cómo hacemos Nuestra Labor
La filosofía del ministerio dice: ésta es la forma en que vamos a hacer las cosas para cumplir nuestro propósito y hacer realidad nuestra visión. La filosofía de ministerio de cierta iglesia se expresa así:
Creemos que a cada miembro de la familia de Dios se le ha dado el ministerio de Jesús, el cual es traer las personas a una relación con Dios y con los demás. Además creemos que cada miembro de la familia de Dios tiene habilidades que Dios le ha dado para llevar a cabo su ministerio.
Por lo tanto, en todas las áreas de la vida de la iglesia, procuraremos motivar, capacitar, preparar y organizar a las personas para realizar el ministerio de Jesús. Lo haremos intencionalmente modelando de manera informal un estilo de vida y por medio de programas formales de capacitación.
Con el objetivo de fortalecer al pueblo de Dios e incrementar la eficacia, desarrollaremos equipos de ministerio para trabajar juntos en las avenidas específicas del ministerio a las que Dios nos haya llamado.
Una filosofía de ministerio declara explícitamente cómo se va a realizar el trabajo. Lee nuevamente la que acabamos de ver, pero subraya esta vez las palabras o frases que expresan cómo se va a hacer este trabajo.
A continuación, escribe la filosofía de ministerio de tu iglesia. Fíjate si muestra cómo se cumplirán el propósito y la visión.
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Por último, escribe tu propia filosofía de ministerio:
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Nuestra Estructura—Quién es Responsable
La estructura mueve la organización del nivel de idea al nivel de funcionamiento. Imagínate a un inventor que tuvo la idea de hacer una locomotora (la visión), explicó la necesidad de ella (su declaración de propósito) y cómo sería usada la locomotora (su filosofía) —pero jamás diseñó realmente la locomotora. ¡Eso sería absurdo!
Toda organización necesita una estructura. Por supuesto, mientras menor es la organización, se necesita menos estructura. La estructura es la respuesta a la siguiente pregunta: “¿Quién se supone que haga qué?”. Imagínate un equipo de fútbol sin miembros a quienes asignar puestos, responsabilidades y obligaciones en el juego. ¡Sería ridículo!
Sin embargo hay muchas iglesias que carecen de la estructura necesaria para hacer su trabajo. El pastor y su equipo de liderazgo deben organizar la iglesia de manera que todos en ella entiendan la estructura y quién funciona dónde.
¿Cuenta tu iglesia o grupo con una estructura clara y comprensible? Dibuja un diagrama de esa estructura en el siguiente recuadro.
Nuestra Participación—Dónde va Ubicado cada Cual
Cuando las personas vienen a tu iglesia, su primera preocupación es: “¿Dónde quepo yo?”. Cada uno necesita tener sentido de pertenencia. Las iglesias exitosas explican en detalle dónde y cómo las personas pueden pertenecer y tener participación. Los términos para esta función son “asimilación” y “participación”.
¿Cómo asimila tu grupo a las personas? ¿Dónde entran, tienen cabida y tienen un sentido de “pertenencia”?
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Muchas iglesias y sus expertos han aprendido que las que tienen los cuatro componentes siguientes pueden promover más eficazmente el sentido de pertenencia, el discipulado y la multiplicación adecuada:
CELEBRACIÓN. Ésta es una gran asamblea de personas que vienen a adorar a Dios y a celebrar la vida que tienen en Jesucristo. No es necesario que todos se conozcan entre sí en este grupo. Lo importante es que celebran quién es Dios y quiénes son ellos como pueblo de Dios.
CONGREGACIÓN. Este es un grupo más pequeño de cualquier lugar, de 15 a 75 personas que se reúnen de forma sistemática para tener comunión, enseñanza bíblica y compartir. En este grupo (congregación) todos deben conocerse entre sí. Debe haber un sentido de unidad y de comunión bíblica, donde se compartan las cargas y se hagan oraciones los unos por los otros. En muchas iglesias la congregación funciona como una clase de escuela dominical.
GRUPO DE CÉLULA. Este grupo consta de 8 a 15 personas. En un grupo más pequeño como éste, se comparte de manera más íntima. Las relaciones de amistad se establecen fácil y rápidamente. Las personas son libres de compartir sus vidas a un nivel más profundo. Experimentan significativamente la comunión, la capacitación y la
responsabilidad mutua. En muchas iglesias estos grupos funcionan como grupos de apoyo, casas de estudio bíblico, grupos pequeños para el discipulado y grupos de capacitación avanzada.
UNO A UNO. Aquí es cuando una persona se encuentra sistemáticamente con otra, lo cual puede propiciar un alto nivel de responsabilidad mutua y cambiar la vida de la otra persona. Se usa más eficazmente en el discipulado personal y la consejería.
Se ha descubierto que los niveles de “grupo-célula” y “uno a uno” son los más eficaces para el discipulado y la reproducción del liderazgo. Se debe animar a las iglesias a que se enfoquen en estos niveles de mayor responsabilidad de unos con otros.
¿Cuáles son los niveles de asimilación y de participación de tu grupo o iglesia?
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¿Qué mejoras sugerirías?
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Nuestro Proceso—Por qué la Gente Permanece y Capta la Visión
Todas las iglesias tienen una “puerta trasera”. La puerta trasera es el camino por el cual las personas se van de ella. La gente se va por muchas razones, entre las que están el desaliento, el desencanto, la ruptura de relaciones, los conflictos, el aburrimiento, la falta de realización, la falta de madurez, los desafíos, etc. Entonces, la pregunta es ¿cómo puede la iglesia cerrar su puerta trasera, o al menos estrecharla?
La mayoría de las iglesias invierten mucha energía en tratar de atraer e involucrar a las personas. Sobre todo en esos casos en que el pastor y la junta de la iglesia están casi todo el tiempo en la “puerta de entrada” tratando de atraer a las personas—la “puerta trasera” permanece abierta de par en par. Es decir, con el tiempo la gente pierde el interés y se desvía. Sin embargo, cuando a las personas, más que la atracción y la participación, las mueve la preparación y la multiplicación, la puerta trasera de la iglesia suele estrecharse radicalmente. ¿Por qué ocurre esto?
Cuando los pastores y los líderes dedican la mayor parte de su tiempo en preparar a las personas para el ministerio y para hacer discípulos (que a su vez son reproductores), tiene lugar automáticamente la multiplicación del ministerio. Entonces, tienen lugar la atracción y la participación en el nivel de base, donde ocurre de manera espontanea, en vez de artificialmente por parte de los “profesionales”.
Cada iglesia necesita definir claramente el proceso que está siguiendo para el ministerio. ¿Cómo una persona se convierte en un discípulo? ¿Cómo puede alguien llegar a estar preparado para el ministerio? ¿Cuáles son las avenidas y oportunidades para las personas, de todo nivel de crecimiento espiritual, para estar mejor preparadas para el ministerio? Estas oportunidades vienen como consecuencia de poner en práctica un proceso de ministerio. Es entonces cuando las personas permanecen, captan la visión y llegan a ser reproductores en las vidas de otros.
¿Cómo es el proceso de ministerio de tu iglesia? Dicho de otra forma, ¿cómo se traslada una persona de “Cristianismo Básico (101)” a “Cristianismo Avanzado (401)”—lo cual resulta en dones espirituales desarrollados y en un ministerio fructífero?
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¿Qué sugerencias harías para mejorar el proceso de ministerio de tu iglesia?
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Conclusión
Por cuanto muchas iglesias tienen un parabrisas pequeño y un gran espejo retrovisor, es responsabilidad del líder volver a enfocar la vista de la iglesia en el futuro y en la dirección del Espíritu Santo para el crecimiento y el ministerio. Estos siete fundamentos proveen importantes componentes básicos para ayudar a mover tu iglesia u organización hacia la eficacia en las cosas de Dios.
¡Ésta es tu oportunidad! Por favor, lee otra vez esta lista para establecer la visión y la misión de tu iglesia. Haz oír tu voz y tu perspectiva. Esto será útil tanto para ti como para el mejoramiento de tu iglesia.
¿Cuáles de los siete fundamentos tratados en esta lección son los más fuertes en tu iglesia?
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¿Cuáles son los más débiles, o que quizás no existan?
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¿Qué sugerencias harías a tu iglesia para mejorar sus fundamentos?
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Guía de Estudio:Preparación para el liderazgo