Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe Download PDF
El Espíritu Santo
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
III. El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento
- Observaciones generales.
(1) El Nuevo Testamento no enseña acerca del Espíritu Santo en una forma organizada.
(2) El Nuevo Testamento empieza hablando del Espíritu Santo sin explicar quién es porque fue conocido por ellos desde antes.
(3) El Espíritu Santo es una persona que viene del Padre y del Hijo. El Nuevo Testamento nunca utiliza la primera persona para referirse al Espíritu Santo.
(4) Su función es glorificar a Cristo (Juan 16:12-14).
- Símbolos del Espíritu Santo.
(1) Fuego (Mateo 3:11; Lucas 3:16; 12:49; Hechos 2:3).
(2) Viento (Juan 3:8; Hechos 2:2).
(3) Agua (I Corintios 10:4; Juan 7:38-39).
(4) Sello (Efesios 1:13; 4:30).
(5) Aceite (Ungir) (I Juan 2:20).
(6) Paloma (Mateo 3:16).
(7) Voz, para guiar (Juan 16:13), para hablar (Mateo 10:20), para dar advertencia (Hebreos 3:7-11).
- La obra del Espíritu Santo en relación a Jesús.
(1) El Espíritu Santo está presente para el nacimiento de Cristo y lo unge en su bautismo (Marcos 1:10; Lucas 3:22).
(2) Por el Espíritu Santo Jesús vence la tentación (Mateo 4:1-11).
(3) Jesús, en su ministerio público, enseñó, sanó y echó fuera a los demonios por el Espíritu Santo (Lucas 4:14-21; Mateo 12:18, 31; Marcos 3:28, 29).
(4) Por el Espíritu eterno Jesús ofrece a sí mismo en la cruz (Hebreos 9:14).
(5) Cristo fue levantado de los muertos según el Espíritu de santidad (Romanos 1:4).
(6) Cristo bautiza con el Espíritu Santo (Mateo 3:11; Marcos 1:8; Lucas 3:16; Juan 20:22; Hechos 1:5)
En el libro de los Hechos de los apóstoles, el Espíritu continúa haciendo la obra de Cristo. El Espíritu Santo estaba con Jesús en todo lo que él comenzó a hacer y enseñar. Después estaba con los apóstoles y la Iglesia para continuar esta obra (Hechos 1:1, 2).
- La obra o función del Espíritu Santo.
(1) Inspiró las Escrituras (II Pedro 1:20,21; II Timoteo 3:16).
(2) Convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio. La función en los que no son cristianos:
Juan 16:8-11 Cuando él venga, convencerá de culpa al mundo en cuanto a pecado, justicia y juicio; en cuanto a pecado, porque no creen en mí; en cuanto a justicia, porque voy al Padre, donde ustedes no me pueden ver más; y en cuanto a juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado.
(3) Regenera (Tito 3:5; Juan 3:5).
(4) Ilumina (I Corintios 2:9-12).
(5) Defienda, consuela, ayuda (Juan 14:16, 26; 16:7).
(6) Da testimonio acerca de Cristo a nuestro espíritu (Juan 15:26; Romanos 8:16; Hechos 5:32).
(7) Unge (I Juan 2:27).
(8) Mora en uno (Juan 7:37-39; 14:16, 17; Romanos 5:5; 8:9; 1 Corintios 2:12; 6:19-20; 1 Juan 3:24; 4:13).
(9) Sella (Efesios 1:13; 4:30; 2 Corintios 1:22).
(10) Llena (Efesios 5:18; Hechos 2:4).
(11) Intercede (Romanos 8:26, 27).
(12) Santifica (2 Tesalonicenses 2:13; 1 Pedro 1:2; 1 Tes. 4:3, 4; Efesios 1:4; Judas 1:24).
(13) Nos da las arras del Espíritu (II Corintios 1:22; Efesios 1:13, 14; Romanos 8:23).
(14) El Espíritu Santo obra en la formación y extensión de la iglesia, por la regeneración y santificación y mora en ella como principio de la vida nueva (Efesios 1:22, 23; 2:22; I Corintios 3:16; 2:4-5).
(15) Enseña y guía la iglesia. Testifica de Cristo y guía la iglesia a la verdad. Haciendo esto el Espíritu Santo manifiesta la gloria de Dios y de Cristo, aumentando el conocimiento del Salvador, guardando la iglesia del error y preparando a ella para su destino eterno (I Juan 2:27; Juan 14:26; 15:26; 16:13, 14; Hechos 5:32; Hebreos 10:15).
Sostenía la iglesia en la persecución (Hechos 4:8-21). Fortaleció la iglesia en su testimonio diario (Hechos 4:31). Guardó la unidad (Hechos 4:31-35). Guardó su santidad (Hechos 5:3-9).
- El Espíritu Santo y Pentecostés (Mateo 3:11-12; Juan 1:29-34; Hechos 1:4-5; 11:15-18; 19:1-7; Efesios 4:3-5).
(1) Dios el Padre prometió dar el Espíritu Santo.
Joel 2:28, 29 28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Antes de la creación del mundo, Dios tuvo un plan para nosotros. Su plan es de morar con nosotros. El pecado nos separó de Dios. Al ser redimidos, el Espíritu Santo mora en nosotros.
Efesios 2:22 En él también ustedes son edificados para ser morada de Dios por su Espíritu.
Apocalipsis 21:3 (hablando de la nueva Jerusalén dice): Ahora está la morada de Dios entre los hombres, y vivirá con ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios.
Antes de tal reunión con Dios, Cristo tenía que morir por nuestros pecados. Solamente después de cumplir Cristo su obra, podía Dios mandar el Espíritu Santo. Sin el Espíritu Santo no podemos tener la salvación.
(2) Cristo les mandó a los discípulos esperar la venida del Espíritu Santo.
Juan 14:16, 17, 26 16 Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consejero que esté con ustedes para siempre: 17 el Espíritu de verdad. El mundo no lo puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen porque vive con ustedes y estará en ustedes… 26 El Consejero, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho.
Juan 16:7-14 Convencerá al mundo de pecado, justicia, de juicio.
Lucas 24:49 Voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que hayan sido revestidos de poder de lo alto.
Hechos 1:4, 5, 8 4 No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la que me han oído hablar. 5 Porque Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo… 8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Era necesario para Cristo salir para que viniera el Espíritu Santo. La presencia del Espíritu Santo era igual a la presencia de Cristo con ellos. Ellos recibirían poder.
(3) La experiencia de Pentecostés.
Hechos 2:1-13 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. 2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados. 3 Ellos vieron lo que parecían lenguas de fuego que se separaron y se posaron sobre cada uno de ellos. 4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu los facultaba para hacerlo. 5 Había en Jerusalén judíos piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. 6 Al oír aquel ruido, se reunió una multitud que estaba desconcertada porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. 7 Era tal su asombro que decían: —Acaso no son galileos todos estos que están hablando? 8 Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en nuestra lengua materna? 9 Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, 10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas a Cirene, visitantes de Roma 11 (tanto judíos como los convertidos al judaísmo); cretenses y árabes, ¡los oímos declarar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios! 12 Asombrados y perplejos, se decían unos a otros: << ¡Qué quiere decir esto>>? 13 Pero algunos se burlaban de ellos y decían: <<Han tomado demasiado vino>>.
a. Históricamente.
El Espíritu Santo vino a la Iglesia en el día de Pentecostés. Fue acompañado por señales y prodigios comprobando esta obra de Dios y fue el comienzo de la época de la Iglesia del Nuevo Pacto. Pentecostés era necesario para dar una base verdadera a la fe.
La crucifixión de Cristo en el Calvario es un hecho histórico que ocurrió en un lugar y tiempo definido. La resurrección de Cristo también es un hecho histórico. El bautismo del Espíritu Santo en el día de Pentecostés igualmente es un hecho histórico.
Es la prueba que Dios es personal y real en la vida. Si la Iglesia no tiene poder ni vida ni un ministerio singular para cumplir, no tiene excusa, porque el Espíritu Santo es accesible a la Iglesia por el hecho de Pentecostés.
b. Las señales de Pentecostés no se repitan.
El nacimiento de Cristo fue acompañado por señales como la apariencia de una estrella, un anuncio de los ángeles y los Magos. La muerte de Cristo fue acompañado por señales también, como el terremoto, las tinieblas durante el día y los muertos que se levantaron de los sepulcros. La resurrección de Cristo fue acompañado por señales: el ángel que apareció a María, la guardia que cayeron al suelo, apariencias de Cristo cuando entró en una casa cuando las puertas estaban cerradas. Pentecostés fue acompañado por señales: el ruido como el de ráfaga de viento, las lenguas de fuego, el hablar de las lenguas de varias naciones.
Cuando recibimos los beneficios espirituales del Calvario o de la resurrección, no se repitan las señales. Así tampoco se repitan las señales cuando recibimos el Espíritu Santo.
c. Recibimos el Espíritu Santo como un don de Dios cuando nos arrepentimos y aceptamos a Cristo.
Hechos 2:14-38 38 Arrepiéntanse y bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el regalo del Espíritu Santo.
Comparación de un sistema de <<cisterna>> con un sistema de <<agua central>>:
(1) Con un sistema de cisterna (depósito subterráneo para agua llovediza), cada uno recibe el agua por medio del canal del techo de su casa y la recoge en su propia cisterna. Así es como el Espíritu Santo fue dado en el Antiguo Testamento.
(2) Con un sistema de agua central hay una torre de agua (tanque grande elevado), y la cañería se conecta a todas las casas. Cuando construyen una casa nueva, extienden la cañería a la nueva casa por el mismo sistema. Así es como recibimos el Espíritu Santo después de Pentecostés.
El Espíritu Santo fue dado en el día de Pentecostés y fue extendido a los gentiles. Fue extendido a Samaria, una raza mixta (Hechos 8:11-17), a la casa de Cornelio, a los gentiles (Hechos 10:44-46), a los en Éfeso que solamente fueron bautizados con el bautismo de Juan el Bautista, no eran cristianos todavía (Hechos 19:1-7).
Pedro cuenta su experiencia a los defensores de la circuncisión que lo habían criticado.
Hechos 11:15-17 <<Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos igual que había venido sobre nosotros al principio. Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.” Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo regalo que nos dio a nosotros que creímos en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para pensar que podría oponerme a Dios?>>
Pedro se acordó de la promesa y entendió que el evangelio era para los gentiles y esto significó que ellos fueron bautizados en el Espíritu Santo cuando creyeron en Cristo. Esto fue una extensión del derramamiento del Espíritu que los judíos experimentaron anteriormente.
Todos los creyentes nuevos que reciben a Cristo como su Salvador personal reciben el Espíritu Santo, como una extensión, no como un nuevo Pentecostés, como una casa nueva agregada al sistema de agua.
- 1 Corintios 12:13 Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para formar un solo cuerpo —ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
- Romanos 8:9 Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo
** No hay ningún mandato para ser bautizado por el Espíritu Santo, porque todo creyente es bautizado por el Espíritu Santo.
- Gálatas 3:26-27 Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que fueron bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.
El bautismo es revestirse de Cristo. Por la fe recibimos a Cristo. Por recibir a Cristo recibimos su Espíritu.
El Espíritu Santo transformó a los discípulos y formó la iglesia primitiva y puede darnos el mismo poder.
Pedro, quien antes negó al Señor, luego predicó con poder y tres mil se salvaron. Todo el libro de los Hechos es la historia de cómo los primeros seguidores de Cristo, guiados por el Espíritu Santo, difundieron la fe cristiana a todas partes.
Se explica cómo podemos vivir cumpliendo lo que la ley ordena porque el Espíritu mora en nosotros en Romanos 8:4.
Romanos 8:9,11, 13 9 El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo… 11 El Espíritu dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes… 13 Pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esos deseos, vivirán.
Es el Espíritu Santo que da poder para vivir conforme a la voluntad de Dios.
d. Aquí una comparación de Hechos 2 y 1 Corintios, capítulos 12-14:
1) las lenguas en el día de Pentecostés, en Hechos 2,
con
2) el don de lenguas, en 1 Corintios 12-14:
1. Las lenguas en el día de Pentecostés.
Cuatro cosas ocurrieron:
(1) De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos (Hechos 2:2).
(2) Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos (Hechos 2:3).
(3) Todos fueron llenos del Espíritu Santo (Hechos 2:4).
(4) Comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse (Hechos 2:4).
Las lenguas en el día de Pentecostés eran idiomas conocidos por los habitantes del Imperio Romano que habían llegado a Jerusalén para el día de Pentecostés. Nadie tenía que interpretar lo que se habló.
Hechos 2:8 << ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en su lengua materna?>>
2. El don de lenguas en 1 Corintios 12-14.
Las lenguas en 1 Corintios no eran idiomas conocidos y hace falta interpretar a las personas que hablan en lenguas.
Observemos los siguientes ocho (8) puntos:
(1) Todos tenemos por lo menos un don.
1 Corintios 12:7 <<A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás>>.
(2) No todos tienen el don de lenguas. El don de interpretación existe porque es necesario para entender a alguien que habla en lenguas. Es el Espíritu que determina y reparte a los dones.
1 Corintios 12:8-11 << 8 A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; 9 a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; 10 a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. 11 Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina>>.
(3) No hay nadie que no ha recibido el bautismo en el Espíritu, si es cristiano/a y parte del cuerpo de Cristo.
1 Corintios 12:13 <<Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu>>.
Como es la verdad de que no todos hablan en lenguas, las lenguas no pueden ser una señal del bautismo del Espíritu Santo, ni de que alguien es lleno del Espíritu. Hay personas llenas del Espíritu que han recibido otros dones. Las señales manifestadas en el día de Pentecostés, el ruido como el de una violenta ráfaga de viento y las lenguas como de fuego, no se mencionan en I Corintios con el don de lenguas.
(4) El amor es más importante que cualquier don. Los dones pueden ser abusados, si no los ejercitamos en amor. El orgullo espiritual es peligroso. Los dones pueden ser falsificados. Los dones nunca deben ser divisivos.
1 Corintios 13:1-2 <<Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. … pero me falta el amor, no soy nada>>.
(5) Sin interpretación, nadie le entiende al que habla en lenguas. Las lenguas tienen valor personal, pero no edifican a la iglesia si no son interpretadas. La profecía es más importante porque edifica a la iglesia.
1 Corintios 14:2, 4 <<Porque el que habla en lenguas no habla a los demás sino a Dios. En realidad, nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Espíritu. … El que habla en lenguas se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza edifica a la iglesia>>.
(6) Todo debe hacerse para la edificación.
1 Corintios 14:19 <<En la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles y que me sirvan para instruir a los demás, que diez mil palabras en lenguas>>.
(7) Sin interpretación de lenguas no debemos hablar en la iglesia.
1 Corintios 14:26-28 << ¿26 Qué concluimos, hermanos? Que cuando se reúnan, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un mensaje en lenguas, o una interpretación. Todo esto debe hacerse para la edificación de la iglesia. 27 Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete. 28 Si no hay intérprete, que guarden silencio en la iglesia y cada uno hable para sí mismo y para Dios>>.
(8) No debemos prohibir el hablar en lenguas. Dios quiere orden en la iglesia.
1 Corintios 14:39-40 <<Así que hermanos míos, ambicionen el don de profetizar, y no prohíban que se hable en lenguas. Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden>>.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Delmar IntVeld
Copyright © by Delmar IntVeld 2004. Todos los derechos reservados.