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La Soberanía de Dios y la Voluntad del Hombre
Capitulo 2. Cuatro Maneras de Mirar la Soberanía de Dios y la Voluntad del Hombre
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
La Biblia enseña que Dios es soberano y el hombre es un agente libre y los escritores bíblicos no vieron ningún conflicto entre los dos conceptos. Sin embargo, a lo largo de toda la historia de la Iglesia, ha habido controversia al tratar de armonizar la soberanía de Dios con el libre albedrío. Abajo presento cuatro interpretaciones.
(1) La interpretación calvinista.
En los artículos de CONFESIÓN DE FE DE WESTMINSTER (1646) en el capítulo III, Los decretos eternos de Dios, 6.014 dice:
Dios ordenó desde la eternidad todo lo que sucede, por su propia iniciativa libremente sin cambio alguno y por medio del más sabio y santísimo consejo de su propia voluntad. Pero lo hizo de tal manera que, ni es el autor del pecado ni hace violencia a la voluntad de las criaturas, ni hace a un lado la libertad o incertidumbre de causas secundarias, sino más bien las establece.
La ley de no contradicción dice que <<A>> no puede ser <<A>> y no ser <<A>> al mismo tiempo. El artículo de fe arriba mencionado es una violación de esa ley. Dice: <<Dios es el autor del pecado y no es el autor del pecado>> porque la primera oración que afirma que Dios ordenó todo lo que sucede, incluye el pecado y todas las acciones pecaminosas de los seres humanos.
Me alegro de que los calvinistas no crean que Dios es el autor del pecado y que la frase: <<lo hizo de tal manera que, ni es el autor del pecado ni hace violencia a la voluntad de las criatura…>> tenga el propósito de evitar que alguien llegue a tal conclusión. Sin embargo, creo que la primera oración queda contradicha por la segunda.
Si fulano de tal dijera: <<soy un soltero casado>>, cualquiera diría que ésta es una contradicción. Imagínese que fulano de tal explicara: <<me casé de manera que no perdiera mi soltería, pero estuviera casado a la vez y tuviera una esposa>>. Cualquier persona respondería con toda razón que no hay manera de ser soltero y estar casado a la vez.
Hay por lo menos dos contradicciones en este artículo de fe de Westminster . (1) Ordenar todo lo que sucede y no hacer violencia a la voluntad de las criaturas, es, en mi opinión, una contradicción. La voluntad presupone la habilidad de tomar decisiones, pero si Dios tomó las decisiones desde la eternidad, se hace violencia a la voluntad de las criaturas. (2) Ordenar todo lo que sucede incluye toda la maldad. Sin embargo, dicen que Dios no es el autor del pecado. O Dios no ordenó todo, lo que incluiría al pecado, o él es el autor del pecado.
En esta interpretación, Dios ordena todo lo que sucede y por eso está en control de cada detalle del futuro y naturalmente conoce el fin desde el principio.
Cuesta trabajo comprender cómo la voluntad del hombre, aun una voluntad esclavizada, puede estar involucrada, si Dios ha determinado exactamente lo que va a suceder. La voluntad parecería ser una ilusión, es decir, pensamos que estamos tomando decisiones cuando en realidad Dios ya ha determinado todo, o la voluntad no sería libre si Dios la controla o la manipula de tal manera que el resultado es lo que Dios quiere y no lo que nosotros queremos.
(2) La interpretación abierta.
Dios es soberano y determina algunas cosas acerca del futuro de modo que el futuro concerniente a esas cosas es fijo y conocido.
El hombre como agente libre toma sus propias elecciones en lo que respecta a su vida. Dios no sabe lo que la gente hará antes de que ellos hayan hecho una elección y por consiguiente desconoce mucho del futuro.
Cuesta trabajo comprender cómo Dios podría estar en control del universo con este argumento. Parece imposible armonizar esta interpretación con las oraciones bíblicas del conocimiento de Dios de nuestras acciones, y aun nuestros pensamientos, y del futuro.
(3) La interpretación arminiana.
Dios sabe por anticipado lo que los agentes libres harán aunque él no determina lo que deben hacer. Aunque no está claro cómo Dios puede conocer un futuro que él no determina, la Biblia enseña que los caminos de Dios son más altos que los nuestros y que no solamente él puede saber sino que sabe el fin desde el principio.
No está claro cómo Dios puede controlar el resultado de los eventos futuros aunque conozca lo que los agentes libres harán. ¿Cómo podemos garantizar cierto resultado si los agentes libres no cooperan con el plan de Dios?
(4) La interpretación bíblica.
Esta interpretación es muy parecida a la arminiana, de que Dios tiene presciencia de lo que los agentes libres harán aunque él no determine lo que estos hagan, pero incluye una explicación de la manera como Dios puede controlar los resultados. Dios en su soberanía deja a los agentes libres hacer sus elecciones, pero utiliza otros métodos que no violan la voluntad para llevar a cabo su propósito; así que puede saber el resultado final aunque no cooperen con él.
Podemos comprender esto mejor al mirar varios ejemplos bíblicos:
Génesis 19:4-11 Cuando dos ángeles visitaron a Lot, los homosexuales de la ciudad querían que Lot los sacara para que pudieran tener relaciones sexuales con ellos. Estaban por hacerle daño a Lot cuando los ángeles extendieron los brazos, metieron a Lot en la casa y cerraron la puerta. Los hirieron con ceguera para que no pudieran encontrar la puerta. La gente de la ciudad claramente siguió su propia voluntad para hacer esta maldad, pero Dios controló el resultado al cegarlos. No les quitó el deseo de hacer lo malo.
II Reyes 6:8-23 El rey de Siria estaba en guerra con Israel. Mandó caballos y carros de combate y un ejército fuerte para rodear la ciudad. Eliseo oró: <<SEÑOR, castiga a esta gente con ceguera>>. Dios hizo lo que él pidió y por eso Eliseo pudo engañarlos y guiarlos a Samaria.
II Reyes 7:6-7 Ben Adad, rey de Siria, movilizó todo su ejército para ir a Samaria y sitiarla. El Señor confundió a los sirios haciéndoles oír el ruido de carros de combate y de caballería, como si fuera un gran ejército. Así que huyeron porque oyeron los ruidos. Dejaron el campamento tal como estaba, para escapar y salvarse, y la ciudad, que estaba muriendo de hambre, tuvo comida en abundancia.
Hechos 12:1-23 Dios mandó a un ángel para sacar a Pedro de la cárcel. Las cadenas cayeron de las manos de Pedro y el portón de hierro que daba a la ciudad se abrió por sí solo. Luego un ángel del Señor hirió a Herodes, porque no le había dado la gloria a Dios; y Herodes murió comido por gusanos. Dios puede y a veces acorta la vida de alguien para llevar a cabo su propósito. Dios se muestra a sí mismo como el Dios soberano que está en control y lleva las cosas a la conclusión que él desea sin controlar la voluntad del hombre. Él utiliza otros métodos para hacer que su propósito sea cumplido.
Éxodo 14:26-28 La intención de Faraón de perseguir a los israelitas no cambió, aun después de haber visto los milagros. Su ejército se ahogó en el mar porque Dios tenía otros planes para Israel.
Génesis 37-47 Los hermanos de José lo vendieron a una caravana de ismaelitas que se dirigía a Egipto. La Biblia dice que los hermanos pensaron hacerle mal, pero Dios transformó ese mal en bien. Dios utilizó todas las circunstancias para lograr su propósito, pero no interfirió en la voluntad de los hermanos.
Éstos son ejemplos que incluyen milagros. Nunca podemos ver lo que Dios está haciendo o cómo está obrando. Pudiera ser que Dios haya intervenido para protegernos en maneras que desconocemos.
Dios nos permite a todos seguir nuestra propia voluntad y cometer maldades si lo deseamos. Los hechos malos de los hombres no son su voluntad y controla los resultados de varias maneras. Utiliza su influencia para frenar la maldad y para proteger a su pueblo (no siempre), pero especialmente para llevar a cabo sus propósitos. Él no interviene para garantizar que el pecado ocurra. Dios utilizó a naciones malvadas para castigar a Israel y hacerles volver a él y posteriormente castigó a estas naciones.
Dios también tiene métodos para ayudarnos a buscarle para nuestra salvación. Dios no fuerza nuestra voluntad, pero nos ayuda a ver nuestra necesidad de hacer la decisión correcta de creer en Jesús y seguirle. Él mandó al Espíritu Santo para convencer al mundo en cuanto al pecado, la justicia y el juicio.
No somos capaces de vivir sin pecar. No podemos salvarnos a nosotros mismos. Podemos reconocer nuestra condición perdida y creer en uno que sí puede salvarnos. Algunas personas responden a Dios después de un accidente serio o una enfermedad grave. Dios permite que estas cosas nos pasen para que podamos ver la futilidad de confiar en nosotros mismos. Dios no fuerza la voluntad y algunos continúan rechazando a Dios aun después de haber experimentado estas calamidades.
Así que Dios es soberano y cumple sus propósitos y no hay conflicto con el libre albedrío. Él no ordena la maldad que ocurre, pero sí conoce y controla el resultado.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Delmar IntVeld
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