Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe, Download PDF
La Soberanía de Dios y la Voluntad del Hombre
Capitulo 4. El Pelagianismo y la Voluntad
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
Alrededor del año 400 d.C., Pelagio enseñó que los hombres nacen libres de la influencia de la caída del hombre en el pecado y, por eso, son esencialmente buenos y no hay necesidad de una obra especial de gracia de parte de Dios para poder alcanzar la salvación. En otras palabras, una persona puede ser acepta delante de Dios por medio de sus propias obras. Pelagio enfatizó fuertemente la idea del albedrío.
El semipelagianismo afirma que la gente no puede ser salva sin la gracia de Dios, pero que debe cooperar con Dios para poder ser salva. En otras palabras, una persona se salva por la fe más las obras propias.
Hay una tendencia fuerte en la naturaleza humana a pensar que podemos hacer algo para tener una buena relación con Dios. La idea de que nuestras obras contribuyen a nuestra salvación es común entre todas las culturas. Muchas personas, que nunca han estudiado teología ni han oído de Pelagio, frecuentemente se refirieren a sus obras y esperan que sean suficientes para que Dios los reciba en el cielo.
Los católicos y otros cristianos frecuentemente piensan en términos de sus buenas obras y no están siempre seguros de que sean suficientes para entrar en el cielo.
Según la Biblia, nuestras obras no tienen nada que ver con nuestra salvación. La pena para el primer pecado era la muerte. No hay ninguna parte de la Biblia que sugiera que podamos cambiar la sentencia de la muerte con nuestras obras. Somos salvos por la gracia solamente. Ése es el plan de Dios.
El problema del pelagianismo no es la idea del libre albedrío, sino su concepto del pecado y la salvación por las obras. Debemos responder ante Dios, lo que envuelve nuestra voluntad, pero ninguna clase de obras puede contribuir a nuestra salvación.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Delmar IntVeld
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