Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe, Descargar PDF
La Soberanía de Dios y la Voluntad del Hombre
Capítulo 14, T-U-L-I-P – Un acróstico en Inglés
Estudios por el profesor Int. Delmar
T-U-L-I-P – Un acróstico en inglés
Jacobo Arminio era un calvinista estricto, pero llegó a dudar de la doctrina de la predestinación incondicional. Surgió una controversia amarga entre Arminio y Franz Gomar que más tarde llegó a ser el portavoz principal de los calvinistas en el sínodo de Dort.
Después de la muerte de Arminio, sus seguidores escribieron cinco artículos llamados <<Los artículos arminianos de protesta>>. Más adelante el sínodo de Dort formó los cinco puntos del calvinismo, conocidos como TULIP, para responder a los artículos de protesta. No estoy totalmente de acuerdo con la posición arminiana ni la calvinista. Voy a explicar lo que creo que la Biblia enseña en cuanto a los cinco puntos. Las palabras en español no coinciden con las letras del TULIP del acróstico en inglés.
T -Total depravity – Depravación total
U -Unconditional election – Elección incondicional
L -Limited atonement – Expiación limitada
I -Irresistible grace – Gracia irresistible
P -Preservation of the saints – Perseverancia de los santos
Depravación total
El hombre caído es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo, pero no está completamente depravado en el sentido de que no es tan malo como pudiera ser. Los calvinistas están de acuerdo en que podemos ser peores de lo que somos, pero su punto de vista es que nadie puede arrepentirse y creer a menos que haya sido regenerado primeramente. Afirman que estamos muertos espiritualmente y por eso somos incapaces de volvernos a Dios. La admisión de los calvinistas de que no somos tan malos como pudiéramos ser, destruye su argumento acerca de nuestra incapacidad de responder a Dios porque existen grados de bondad en nosotros, si es que podemos ser peores de lo que somos. Esa pequeña virtud para poder volvernos a Dios, que ellos no encuentran en nosotros, está en todos, si en verdad podemos ser peores de lo que somos.
Sin embargo, no debemos confundir esa bondad en nosotros con obrar para nuestra salvación o para ganar mérito ante Dios. Santiago 2:10 dice, <<Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda>>. Así que puede ver que no es una cuestión de tener una cantidad pequeña de bondad. Si fuéramos casi perfectos, pero fallamos en un solo punto, seríamos culpables y condenados y no podríamos salvarnos a nosotros mismos. Tampoco debemos confundir la bondad dentro de nosotros con la perfección de la verdad. En Mateo 19:17 Jesús dijo: —Solamente hay uno que es bueno.
Algunos calvinistas dicen cosas como: <<arrepentirse y creer y volverse a Dios es algo bueno, ¿verdad? Así que si respondemos a Dios en fe, entonces nuestra fe sería la mayor obra de todo. Nuestra salvación, entonces, dependería de nosotros, no de Dios>>.
Romanos 4:1-5 1Entonces, ¿qué diremos en el caso de nuestro antepasado Abraham? 2 En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría tenido de que jactarse, pero no delante de Dios. 3 Pues, ¿qué dice la Escritura? <<Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia.>>
4 Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor sino como una deuda. 5 Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia.
Así que la fe nunca es una obra. La fe se contrasta con las obras. Nuestra salvación siempre depende de Dios y su misericordia. No salvarnos es lo que depende de nosotros. Si rehusamos creer, estamos condenados.
Juan 3:18 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.>>
Estar muerto espiritualmente no implica que no podamos movernos, como en la muerte física. He oído a calvinistas decir: <<estamos muertos; somos un cadáver pudriéndose; no podemos hacer un movimiento hacia Dios. Somos como Lázaro cuando murió. ¿Qué parte tuvo en su resurrección?>>. El problema es que están comparando la muerte espiritual con la muerte física.
Cuando Dios creó a Adán, tomó polvo y formó su cuerpo, entonces sopló en su nariz hálito de vida (espíritu) y el hombre se convirtió en un ser viviente. En la muerte física hay una separación del cuerpo y el espíritu. El cuerpo sólo es un cadáver y no puede moverse.
En la muerte espiritual hay una separación del espíritu y Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en él. Una vez que el hombre pecó, entró en las tinieblas y no puede tener comunión con Dios. Está separado de Dios.
En Efesios 2:1-3 Pablo habla de nuestra condición previa <<en nuestras transgresiones y pecados>>. Afirma que andábamos conforme al mundo y describe el estilo de vida como <<impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos>>. Si los calvinistas tienen razón, que somos cadáveres y no podemos hacer ningún movimiento hacia Dios, ¿cómo pueden explicar que un cadáver puede seguir los deseos pecaminosos de nuestra naturaleza? Su comparación es defectuosa.
No estoy de acuerdo con los calvinistas en que la mente o la voluntad es incapaz de arrepentirse o de tener fe. La voluntad del hombre está esclavizada a su naturaleza pecaminosa. No tiene poder para triunfar sobre el pecado, pero sí puede reconocer que es incapaz de hacer el bien y que necesita ayuda, que necesita a Dios para salvarse. La fe no es una obra. La fe no es una contribución hacia nuestra salvación. La fe no es el regalo del pecador a Dios. La fe es una respuesta a Dios y es lo que Dios requiere para que podamos ser perdonados.
En un sentido amplio, podemos decir que la fe viene de Dios. Tenemos vida porque Dios nos da la vida. Tenemos una mente porque Dios nos ha dado una mente. Tenemos habilidades porque Dios nos da las habilidades. Todo lo que tenemos y lo que somos, lo tenemos porque Dios nos lo ha dado. Pero el hecho de que Dios nos ha dado una mente, no significa que él nos dio los pensamientos malos que tenemos. Ya que hemos recibido la mente, la usamos para hacer toda clase de decisiones, algunas buenas y otras malas.
Nuestra mente está esclavizada a la maldad, pero podemos reconocer lo bueno. La gente generalmente no comete un delito serio cuando otros están mirándole. Una persona que va en exceso de velocidad, disminuye la velocidad el momento en que ve una patrulla de policía detrás de ella. Ningún hombre se meterá por una ventana abierta para violar a una mujer si la policía está en frente de la casa mirándole. Estas acciones o decisiones demuestran que la voluntad depravada hace mejores elecciones cuando enfrenta consecuencias serias.
Cuando la gente escucha el evangelio y comprende las consecuencias del pecado puede decidir que necesita a Cristo. En Hechos 2, Pedro habló en el día de Pentecostés y les dijo a los que escuchaban que habían matado a Cristo, clavándolo en la cruz y que Dios lo había resucitado y exaltado a la derecha de Dios y convertido en Señor y Mesías. La respuesta de la gente fue:
Hechos 2:37, 38 37 Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles:
—Hermanos, ¿qué debemos hacer?
38 —Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Por supuesto el Espíritu Santo, quien fue derramado ese mismo día, y quien había venido para <<convencer al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio>> (Juan 16:8), tuvo parte activa en convencerlos del pecado de la crucifixión de Cristo. Esta obra del Espíritu Santo fue para convencerlos de su pecado, no para regenerarlos.
Pedro les contestó: <<Arrepiéntase y bautícese cada uno>>. No les dijo: <<algunos de ustedes Dios ha escogido para ser salvos y deben arrepentirse>>. Tampoco predicó un mensaje falso que incluyó a todos, pero que en realidad era solamente para algunos, los escogidos.
Algunas veces la gente se vuelve a Dios cuando ha tenido un accidente serio o una enfermedad grave y no está segura de que va a sobrevivir. No puede salvarse a sí mismo o contribuir algo para su salvación, pero puede creer las promesas de Dios.
Los no salvos pueden tener temor del juicio de Dios porque saben que son culpables.
I Juan 4:17b-18 17 En el amor no hay temor, 18 sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.
Cuando andamos en el amor de Dios, no tememos el juicio. Los incrédulos son los que tienen temor del castigo porque su conciencia los hace darse cuenta de su culpa.
Romanos 3:22, 28 22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen.
28 Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige.
Romanos 4:3, 13, 16, 18-20 3 Pues, ¿qué dice la Escritura? <<Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia.>>
13 En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia.
16 Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son también de la fe de Abraham.
18 Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: <<¡Así de numerosa será tu descendencia!>> 19 Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara. 20 Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios.
Romanos 5:1, 2 1 En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. 2 También por medio de él, y mediante la fe tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes.
Estos versículos contienen algunas de las enseñanzas más poderosas de todas las Escrituras acerca de nuestra salvación. La salvación es mediante la fe, no por las obras. La promesa viene por la fe, y mediante la fe tenemos acceso a esta gracia. La fe es antes de la gracia o la obra de regeneración de Dios. La fe es el medio para ganar acceso a la gracia. La fe es primero, luego la gracia.
Aunque tenía alrededor de cien años, y contra toda esperanza, Abraham no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios. Ni en el Antiguo Testamento ni aquí hay enseñanza que implique que Dios regeneró a Abraham para que pudiera creer. En la situación difícil que Abraham enfrentó, simplemente le creyó a Dios y por eso Dios se lo tomó en cuenta como justicia y llegó a ser un ejemplo para los judíos y los gentiles.
Hechos 16:30-34 30 Luego los sacó y les preguntó:
—Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
31 —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
32 Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa. 33 A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en seguida fueron bautizados él y toda su familia. 34 El carcelero les llevó a su casa, les sirvió comida y se alegró mucho junto con toda su familia por haber creído en Dios.
Otra vez, el creer viene antes de la salvación. Los calvinistas ponen la regeneración, que es el nuevo nacimiento, antes de la fe.
En Tesalónica, Pablo entró en la sinagoga y discutió tres sábados seguidos con la gente del lugar. Aquí vemos a Pablo persuadir y lograr que algunos respondieran con fe a su mensaje del Evangelio.
Hechos 17:3-4 3 Les explicaba y demostraba que era necesario que el Mesías padeciera y resucitara. Les decía: <<Este Jesús que les anuncio es el Mesías.>> 4 Algunos de los judíos se convencieron y se unieron a Pablo y a Silas, como también lo hicieron un buen número de mujeres prominentes y muchos griegos que adoraban a Dios.
Luego vemos a los de Berea recibir el mensaje con toda avidez y examinar las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba y muchos judíos creyeron y también griegos, tanto mujeres como hombres (Hechos 17:11-12). Parece muy obvio que utilizaron la mente para llegar a la conclusión de creer. No hay ninguna indicación de que Dios los regeneró para que pudieran creer.
Tito 3:5-7 5 Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, 6 el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. 7 Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna.
Si la regeneración fuera antes de la fe, seríamos salvos antes de tener fe, pero la Escritura dice que todos los que creen son salvos. La justicia de Dios se atribuye a los que creen: <<Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia>> (Romanos 4:24; 5:12-21).
Elección incondicional
La doctrina de la elección es muy difícil porque no hay una definición clara de lo que significa ser escogido o electo. Los calvinistas igualan la presciencia a la predestinación porque creen que lo que Dios conoce de antemano, él también ha determinado que suceda. Enseñan que la elección es para la salvación y que Dios decide quién será salvo y que nada depende de la voluntad del hombre. Los no escogidos ni pueden ser salvos ni pueden querer ser salvos.
Por supuesto, el hombre no puede crear el plan de la salvación. Todo eso depende de Dios. Dios inició el plan de dar su propia justicia a los que creen. El hombre no puede cambiar nada y tratar de establecer su propia justicia. Esto es lo que hacen todas las religiones del mundo y lo que los judíos hacían. Miremos algunos ejemplos de la Biblia acerca del uso de la palabra <<electo>> o <<escogido>>.
Primero, se usa escogido con la nación de Israel.
Deuteronomio 7:6-8 6 <<Porque para el SEÑOR tu Dios tú eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su posesión exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.
7 >>El SEÑOR se encariñó contigo y te eligió, aunque no eras el pueblo más numeroso sino el más insignificante de todos. 8 Lo hizo porque te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó de la esclavitud con gran despliegue de fuerza.>>
La promesa mencionada arriba fue dada a toda la nación. En el Antiguo Testamento, muchas veces se hace referencia a la nación de Israel como el pueblo escogido de Dios (I Crónicas 16:13; Salmo 105:6, 43; 106:5; Isaías 43:20; 45:4).
El pueblo de Israel es escogido para ser el pueblo de Dios, su posesión exclusiva, pero hay una condición de obediencia en el pacto que dice:
Éxodo 19:5-6
5 <<… “Si ahora ustedes me son del todo obedientes y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece, 6 ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”.>>
Israel nunca fue fiel a Dios y no guardó el pacto ni cumplió el propósito de ser luz a las naciones. Más adelante, todos los mayores de veinte años murieron en el desierto porque fueron desobedientes (Números 32:11).
Hebreos 3:7-11, 19 7 Por eso, como dice el Espíritu Santo:
<<Si ustedes oyen hoy su voz, 8 no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. 9 Allí sus antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años. 10 Por eso me enojé con aquella generación, y dije: “Siempre se descarría su corazón y no han reconocido mis caminos.” 11 Así que, en mi enojo, hice este juramento; “Jamás entrarán en mi reposo”.>>
19 Como podemos ver, no pudieron entrar por causa de su incredulidad.
Hebreos 4:1, 2 1 Cuidémonos, por tanto, no sea que, aunque la promesa de entrar en su reposo sigue vigente, alguno de ustedes parezca quedarse atrás. 2 Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia; pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron en la fe a los que habían prestado atención a ese mensaje.
Su incredulidad dio paso a la rebeldía y desobediencia a Dios y por esto no les fue permitido entrar en su reposo. La promesa del reposo sigue vigente para nosotros, así que vemos que la promesa no cumplida a ellos no era solamente para la tierra prometida, sino para el reposo eterno. El pueblo escogido no entró en su hogar eterno por la incredulidad. Nosotros, como ellos, tampoco podemos alcanzar el reposo eterno si no tenemos fe.
Los versículos arriba citados ponen en duda la idea de la elección de los calvinistas. La nación entera había sido elegida, pero no respondió a Dios en fe y por consiguiente no recibió la promesa de la salvación.
Jesús dijo a los judíos (Juan 8:37-45) que eran descendientes de Abraham, pero que no eran sus hijos; eran hijos de su padre, el diablo. Así que no todo el pueblo de Israel, el pueblo escogido de Dios, son sus hijos.
Pablo dijo lo mismo cuando escribió:
Romanos 9:6, 7a 6 Ahora bien, no digamos que la Palabra de Dios ha fracasado. Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son Israel. 7a Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos.
En Gálatas 3:29 Pablo afirma que los que pertenecen a Cristo son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa. Pertenecemos a Cristo cuando creemos en él y entonces somos hijos de Abraham.
Pedro dice:
II Pedro 1:10a Por lo tanto, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió.
En la interpretación calvinista, Dios ha escogido a los que han de ser salvos. ¿Por qué nos exhortaría Pedro a: <<asegurarnos del llamado de Dios, que fue quien nos eligió>>, si todo fuera predeterminado por Dios y no fuera posible para los escogidos no ser salvos? En I Pedro 2:9, 10, Pedro nos llama a nosotros, quienes formamos la Iglesia, <<pueblo que pertenece a Dios>>, y utiliza toda la terminología del Antiguo Testamento que se usó antes con Israel. Nosotros, quienes antes no habíamos recibido misericordia, ya la hemos recibido. Nosotros que creemos somos el pueblo de Dios.
Filipenses 2:12, 13 12 Así que hermanos, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no sólo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a cabo su salvación con temor y temblor, 13 pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.
Llevar a cabo la salvación no significa hacer obras para obtener la salvación. Significa producir las buenas obras o fruto que los cristianos deben tener como resultado de su fe. La declaración <<Dios es quien produce en ustedes el querer y el hacer>> no se refiere a la salvación. Se refiere a obrar en la vida del creyente que tiene la ayuda del Espíritu Santo para hacer morir la naturaleza pecaminosa y producir el fruto que Dios quiere en nuestras vidas. El Espíritu Santo con certeza obra junto con nuestra voluntad para ayudarnos a lograrlo. Necesitamos el poder de Dios en nuestras vidas para lograr todo lo que los versículos posteriores mencionan, tales como no tener quejas ni contiendas, sino ser intachables y puros, etc.
Segundo, se usa escogido para referirse a Cristo.
Proféticamente, Isaías presenta a Cristo como el <<escogido>> de Dios.
Isaías 42:1 <<Este es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones.>>
Se hace referencia a Cristo como el <<escogido>> también en Lucas.
Lucas 9:35 Entonces salió de la nube una voz que dijo: <<Este es mi Hijo, mi escogido, escúchenlo.>>
Lucas 23:35 La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él.
—Salvó a otros —decían—; que se salve a sí mismo, si es el Cristo de Dios, el Escogido.
Tercero, se usa escogido cuando se habla de los creyentes.
Veinte veces en el Nuevo Testamento, se llama <<electos o escogidos>> a aquéllos que han recibido a Cristo como su Salvador.
Los calvinistas utilizan Efesios 1 para apoyar su idea de la elección y predestinación.
Efesios 1:4-6, 11-13 4 Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor 5 nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, 6 para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado.
11 En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, 12 a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. 13 En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido.
Note que Pablo no dice que Dios nos escogió para llegar a Cristo, sino que él nos escogió <<en él>> o en otras palabras, escogió a aquellos que están en Cristo. El propósito de la elección concierne a la manera como aquéllos que están en Cristo deben vivir. Debemos ser santos y sin mancha delante de él y para alabanza de su gloriosa gracia, y de acuerdo con el versículo 12, que nosotros que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo o que hemos sido los primeros en poner nuestra confianza en Cristo, <<seamos para alabanza de su gloria>>.
Este pasaje no hace mención de que Dios haya escogido a alguien fuera de Cristo para que viniera a Cristo ni que haya escogido a alguien fuera de Cristo para que viviera una vida santa y fuera adoptado como hijo y viviera para la alabanza de su gloria. La frase <<en él>> es vital para una comprensión correcta del pasaje.
Cristo es el escogido. Nosotros somos <<los escogidos>> cuando venimos a Cristo. Antes de la creación del mundo, el propósito era que todos aquéllos que estuvieran en Cristo, vivieran vidas santas y para la alabanza de su gloria. Y todos los que están en Cristo fueron predestinados a ser adoptados como sus hijos.
Pedro dice:
I Pedro 1:1, 2 1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los elegidos, extranjeros dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2 según la previsión de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre:
Los calvinistas especulan cuando dicen que la previsión de Dios está basada en que él ha predeterminado lo que va a hacer. Los arminianos especulan cuando dicen que la previsión de Dios se refiere a su conocimiento previo de quienes creerán. La verdad es que no sabemos a ciencia cierta a qué conocimiento previo se refiere. Hay misterio en cuanto a la elección y el ser escogido. La elección es según la previsión o el conocimiento previo, no algo que Dios ha predeterminado. Seguramente, el Espíritu Santo hubiera guiado a Pedro a decir que fueron escogidos según su voluntad predeterminada, si eso es lo que Dios en verdad quiso decir. La elección es también por la obra santificadora del Espíritu, lo cual es el método de Dios para llevar a cabo nuestra salvación.
Pablo dice:
II Tesalonicenses 2:13-15 13 Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios los escogió para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tienen en la verdad. 14 Para esto Dios los llamó por nuestro evangelio, a fin de que tengan parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15 Así que, hermanos, sigan firmes y manténganse fieles a las enseñanzas que, oralmente o por carta, les hemos transmitido.
A primera vista, puede parecer que Dios escogió a los tesalonicenses para salvarlos, pero las cláusulas modificadoras describen la manera en que uno es salvo. Dios nos escoge para ser salvos por medio de la obra del Espíritu Santo y la fe. El versículo 10 habla de los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos. El versículo 11 explica que por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira y sean condenados. El versículo 15 anima a los creyentes a seguir firmes y mantenerse fieles a las enseñanzas. Todo esto indica que los tesalonicenses escogieran creer o no creer. Dios no escoge a algunos para la salvación y otros para la destrucción.
Hasta aquí, hemos señalado que no todos los escogidos de Dios fueron salvos, que Cristo es <<el escogido>> y que nosotros somos <<escogidos>> cuando llegamos a conocer a Cristo, que somos escogidos para que seamos santos y sin mancha delante de él y para alabanza de su gloria, que somos escogidos según la presciencia de Dios y que Dios escogió la manera en que uno es salvo, es decir, por la obra del Espíritu y la fe.
Expiación limitada
Ni los calvinistas ni los arminianos creen que la salvación es universal, que todos serán salvos. La pregunta es: ¿murió Cristo solamente por los escogidos o por todo el mundo? Los calvinistas creen que Jesús murió solamente por los escogidos, cuya salvación es segura, y que los no escogidos se perderán. Los arminianos creen que la elección se basa en la presciencia de Dios. Dios sabe quiénes creerán y la salvación depende de la respuesta de fe a la salvación ofrecida por Dios.
Algunos calvinistas alegan: <<¿Qué es mejor, que Cristo murió por los escogidos que con certeza serán salvos, o que Cristo murió potencialmente por todos, pero no aseguró la salvación de nadie?>>. No es cuestión de qué sea mejor. No podemos decirle a Dios qué plan debe seguir o qué plan sería mejor. La pregunta correcta es: ¿qué enseña la Biblia acerca de la salvación? ¿Se ofreció la salvación a todos o es solamente para los escogidos?
Juan 1:29b <<¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!>>
Juan 3:16-18 16 <<Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.>>
I Timoteo 4:10 En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es que hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.
Hebreos 2:9 Sin embargo, vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.
Romanos 5:18 Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la justificación que da vida a todos.
I Juan 2:2 Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo.
I Juan 4:14 Y nosotros hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo.
Éstos y muchos otros versículos hablan de la muerte de Cristo por los pecados de todo el mundo. Algunos preguntan a los calvinistas: << ¿por qué sería necesario predicar si los escogidos serán salvos de todos modos?>>. Los calvinistas contestan que Dios no solamente predestinó quiénes serán salvos sino también predestinó el medio, es decir, predestinó a los que deben llevarles el mensaje.
Se nos manda a predicar el evangelio, las buenas nuevas de que Cristo ha muerto por nuestros pecados y que podemos recibir el perdón si nos arrepentimos y creemos. ¿Cómo podría alguien predicar las buenas nuevas con una conciencia limpia a un amigo sin conocer si el amigo es uno de los escogidos? El mensaje sería falso, si Cristo no hubiera muerto por esa persona porque no es uno de los escogidos. ¿Cómo podría alguien predicar a una muchedumbre con una conciencia limpia: <<Dios les ama y quiere perdonar sus pecados>>, si en verdad no quiere perdonar a los presentes que no están entre los escogidos? No es solamente una cuestión de que no sepamos quiénes son los escogidos y por esto debemos dar el mensaje a todos. Es cuestión de dar un mensaje falso a los que escuchan, pero no están incluidos en el plan de Dios.
Los calvinistas dicen que Dios extiende una invitación sincera al ofrecerles a todos la posibilidad de creer. ¿Cómo podría ser una oferta sincera, si Dios no los escogió, Cristo no murió por ellos y Dios sabe que no pueden acercarse a Cristo para la salvación?
II Pedro 3:9 El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.
¿Cómo puede armonizar tal declaración bíblica con la idea calvinista de que nunca era la intención de Dios salvar a los que no escogió? Según ellos, el plan eterno de Dios era hacerles objeto de su castigo para su propia gloria.
Los calvinistas utilizan los siguientes versículos para apoyar que la salvación es solamente para los escogidos.
Juan 6:35-37, 40, 44-51 35 —Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. 36 Pero como ya les dije, a pesar de que ustedes me han visto, no creen. 37 Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo. 40 Porque la voluntad de mi padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
44 —Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 En los profetas está escrito: “A todos los instruirá Dios.” En efecto, todo el que escucha al Padre y aprende de él, viene a mí. 46 Al Padre nadie lo ha visto, excepto el que viene de Dios; sólo él ha visto al Padre. 47 Ciertamente les aseguro que el que cree tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Los antepasados de ustedes, comieron el maná en el desierto, y sin embargo murieron. 50 Pero éste es el pan que baja del cielo; el que come de él, no muere. 51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.
Juan 12:31-33 31 —El juicio de este mundo ha llegado ya, y el príncipe de este mundo va a ser expulsado. 32 Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
33 Con esto daba Jesús a entender de qué manera iba a morir.
Los calvinistas enfatizan Juan 6:44: <<Nadie puede venir a mí si no lo atrae (helkuo) el Padre que me envió>>. Pero Jesús también dijo en, Juan 12:32: <<Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré (helkuo) a todos a mí mismo>>. La palabra griega helkuo literalmente significa <<arrastrar>>. Figuradamente se utiliza para <<atraer la vida interior del hombre>>. Ambas escrituras son inspiradas e igualmente verdaderas. Si nadie puede venir a Jesús si no lo atrae el Padre, y Jesús dice que atraerá a todos a sí mismo cuando sea levantado de la tierra, entonces la conclusión debe ser que el Padre atraerá a todos a Jesús. No es un texto adecuado para probar que solamente los escogidos serán salvos.
Podemos resumir los versículos citados arriba de la siguiente manera: El Padre atrae a la gente a Cristo, y los que el Padre atrae vendrán a Cristo y él no los rechazará. La voluntad del Padre según el versículo 40 es <<que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna>>. El versículo 45 dice: <<En los profetas está escrito: “A todos los instruirá Dios”>>. Muchos pueden ser atraídos a Cristo y ser enseñados por Dios y sin embargo no creer. La base de nuestra salvación según se enseña aquí, es que los que creen tendrán la vida eterna. La oportunidad es para todos. Y todo el que o sea cualquiera que responde en fe y cree, recibe la promesa de la vida eterna.
Hebreos 2:9 Sin embargo, vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.
Gracia irresistible
Los calvinistas creen que los escogidos no pueden resistir la gracia de Dios. Hablan de la gracia común y la gracia especial. Aquellos que no son los elegidos de Dios reciben la gracia común de Dios, pero esa gracia no es adecuada para llevarlos a la salvación. Los escogidos reciben la gracia especial que no pueden resistir y son regenerados para que puedan responder a Dios en fe. La Biblia no hace una distinción entre la gracia común y la gracia especial.
La Biblia habla con frecuencia acerca de la resistencia a la gracia y la misericordia de Dios.
Mateo 23:37 << ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!>>
Hechos 7:51-53 51 << ¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a éste lo han traicionado y asesinado 53 ustedes, que recibieron la ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido.>>
Romanos 10:21 En cambio, respecto de Israel, dice: <<Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo desobediente y rebelde.>>
Hebreos 3:15 <<Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión.>>
Efesios 4:30 No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.
El pueblo de Israel resistió a Dios y aun los cristianos podemos resistir a Dios y agraviar al Espíritu Santo.
La gracia es algo que no merecemos ni podemos ganar. Dios da la lluvia a los justos y a los injustos. Él hace muchas cosas para todos aunque no las merezcamos. Dios da la gracia de la salvación a todo aquél que cree. La gracia de la salvación no es una clase diferente de gracia. La gracia se da según el plan eterno de Dios para salvar a los que creen. Así que los que no creen no la reciben porque rechazan lo que Dios quiere darles.
Juan 12:48 <<El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue. La palabra que yo he proclamado lo condenará en el día final.>>
Perseverancia de los santos
De los cinco puntos del acróstico TULIP, éste es el más difícil. Definitivamente, parece una contradicción decir que alguien que recibe la vida eterna pudiera perderla. ¿Cómo puede una salvación temporal ser llamada eterna?
Creo que podemos tener la seguridad de nuestra salvación. El apóstol Juan escribió:
Juan 20:31 Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.
I Juan 5:11, 12 11 Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
Juan 10:27-29 27 —Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. 28 Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. 29 Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar.
El apóstol Pablo escribió:
Romanos 8:1 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.
Romanos 8:38, 39 38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Muchos otros versículos nos aseguran que cuando estamos en Cristo somos limpiados de nuestros pecados y somos hijos de Dios. No apoyo la idea de que si cometemos un pecado, perdemos la salvación y que solamente después del arrepentimiento y confesión podemos ganarla de nuevo. Algunas personas creen que perdemos la salvación, si no por cometer cualquier pecado, por lo menos por cometer los pecados más graves.
Tal creencia está llena de problemas. Primero, no podríamos llamarla salvación si estuviéramos perdiéndola y ganándola varias veces al día porque todos pecamos frecuentemente. Segundo, no sería posible tener seguridad de nuestra salvación porque la posibilidad existe de morir instantáneamente e inesperadamente antes de habernos arrepentido y confesado un pecado. Tercero, no sería posible saber cuál pecado es de suficiente gravedad para poder perder la salvación. Cuarto, implica que nuestra salvación depende de vivir libre del pecado.
La enseñanza bíblica es que nuestra salvación es un regalo porque no podemos vivir libres del pecado. Nadie ha podido guardar la ley. Fallar en un solo punto implica ser culpable de haberla quebrantado toda (Santiago 2:10). La salvación consiste en que Dios nos da su justicia. Ponemos nuestros pecados sobre Cristo quien sufrió por ellos en la cruz cuando dio su sangre por nosotros y él nos da su justicia. Este regalo de la salvación se recibe por la fe.
Si no perdemos nuestra salvación porque cometemos pecado, ¿es posible perderla por otra razón? Hay muchas exhortaciones y advertencias en la Biblia que parecen indicar que la gente puede apartarse de la fe y no ser salva. ¿Cómo puede ser así, si tenemos vida eterna? Yo tomo seriamente las exhortaciones y advertencias de las Escrituras.
Mateo 24:10-13 10 <<En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; 11 y surgirán un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. 12 Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, 13 pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.>>
Los calvinistas hablan de la fe y la fe salvadora. La Biblia no hace tales distinciones. El versículo arriba citado habla de que muchos se apartarán de la fe, el amor de muchos se enfriará y que quien se mantenga firme hasta el fin será salvo. Así que este texto dice que la gente puede apartarse y algunos se apartarán de la fe, y que deben mantenerse firmes hasta el fin.
Romanos 1:17 De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: <<El justo vivirá por la fe>>.
Recibimos la justicia de Dios por la fe. El versículo anterior describe la fe como <<de principio a fin>>. La frase <<El justo vivirá por la fe>> implica una fe continua. En otras palabras, la fe no consiste en decidir seguir a Cristo una sola vez y después vivir como si no tuviéramos fe. La fe es una manera de vivir.
Romanos 11:20, 22 20 De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tú por la fe te mantienes firme.
22 Por tanto, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad hacia los que cayeron y bondad hacia ti. Pero si no te mantienes en su bondad, tú también serás desgajado.
Los judíos que no tuvieron fe fueron las ramas desgajadas del olivo. Ya no son parte del pueblo del pacto de Dios porque no tuvieron fe. Los gentiles han sido injertados por causa de su fe, pero reciben la advertencia de que pueden ser desgajados también si no continúan en la fe.
Colosenses 1:21-23 21 En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. 22 Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte, 23 con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Este es el evangelio que ustedes oyeron y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo, Pablo he llegado a ser servidor.
Pablo describe a los colosenses como personas reconciliadas con Cristo, pero utiliza una cláusula condicional: <<con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio>>. La cláusula condicional me hace recordar las cláusulas condicionales del Antiguo Pacto. Cuando los israelitas quebrantaron el pacto, Dios rompió las promesas que les había hecho. Era posible ser eliminado del pueblo del pacto.
En el Nuevo Pacto, no se pide que guardemos la ley para ser salvo, pero se nos pide tener fe. Hay personas que responden a Dios en fe, pero luego renuncian a su fe. La parábola del sembrador en Mateo 13 es una buena ilustración de esta clase de persona. La semilla que cayó en el camino representa el que oye el mensaje y no lo entiende y viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Citaré el resto directamente.
Mateo 13:20-23 20 <<El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría; 21 pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella. 22 El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto. 23 Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta el ciento por uno.>>
Los calvinistas dicen que esta parábola representa a aquéllos que tienen una clase de fe temporal y no la fe salvadora. Claro que su fe es temporal y claro que no tienen la salvación, pero la Biblia no clasifica la fe en categorías de <<fe salvadora>> y <<fe no salvadora>>. Somos salvados por la fe, y la fe en la parábola no continuó por causa de problemas, persecución, preocupaciones y el engaño de las riquezas. Si no caminamos por fe, si no continuamos en la fe, de principio a fin, no hay salvación. Eso es lo que Pablo dijo en los pasajes citados arriba de Colosenses y Romanos.
I Timoteo 1:19, 20 19 Y mantengas la fe y una buena conciencia. Por no hacerle caso a su conciencia, algunos han naufragado en la fe. 20 Entre ellos están Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás para que aprendan a no blasfemar.
El apóstol Pablo al escribir a Timoteo se refiere a algunos que no se mantuvieron en la fe, no hicieron caso a su conciencia sino que naufragaron en la fe. Un barco naufragado se hunde al fondo del océano. Una persona sin fe no tiene esperanza.
I Timoteo 4:1 El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas.
I Timoteo 6:20, 21 20 Timoteo, ¡cuida bien lo que se te ha confiado! Evita las discusiones profanas e inútiles, y los argumentos de la falsa ciencia. 21 Algunos, por abrazarla, se han desviado de la fe.
Pablo dice que algunos abandonarán la fe para seguir inspiraciones engañosas. Otros ya se han desviado de la fe por seguir las ideas de la falsa ciencia. De igual manera, hay personas hoy en día que abandonan la fe cuando siguen una secta u otra religión del mundo.
Pedro habla de la posibilidad de caer de su posición de seguridad.
II Pedro 3:17 Así que ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y caigan.
Hebreos 10:36-39 36 Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido, 37 Pues dentro de muy poco tiempo:
<<el que ha de venir vendrá, y no tardará. 38 Pero mi justo vivirá por la fe y si se vuelve atrás, no será de mi agrado.>>
39 Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida.
El escritor de la carta a los Hebreos los exhorta a perseverar. Dios no se agrada de aquéllos que se vuelven atrás y acaban por perderse. Aunque el escritor no creyó que sus lectores estaban entre los que se vuelven atrás, no significa que tal posibilidad no existe. En contraposición con los que se vuelven atrás, están los que creen y son salvos. Decir que los justos vivirán por la fe implica que hay que continuar en la fe.
Pablo dice:
Romanos 8:22-25 22 Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. 23 Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? 25 Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.
Hay un aspecto futuro de la salvación. Toda la creación gime y nosotros gemimos. Esperamos nuestra adopción y la redención de nuestro cuerpo. No es una realidad presente. Sin embargo, Pablo dice: <<fuimos salvados>>, usando el tiempo pasado. Pero, habla de esperanza que no es lo mismo que ver o tener. Esperamos la realidad futura de nuestra redención.
I Pedro 1:4b-9 4b Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, 5 a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. 6 Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. 7 El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele. 8 Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, 9 pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.
Pedro también habla del aspecto futuro de nuestra salvación. Será revelada en los últimos tiempos. Gloria sea a Dios que somos <<protegidos por el poder de Dios>>, mediante la fe, hasta que llegue esa salvación. Las pruebas y el sufrimiento son para acrisolar nuestra fe, para demostrar que es digna o genuina. Aunque sus lectores no habían visto al Señor cuando estuvo en la tierra, le amaban y creían en él y estaban recibiendo la meta de su fe, la salvación. La meta es la salvación y la salvación se revelará en los últimos tiempos cuando Jesucristo se revele (apokalupsis). Recuerden que apokalupsis es una de las palabras utilizadas para referirse a la Segunda Venida de Cristo.
Así que nuevamente afirmo que la fe es algo que debe ser continuo y genuino. La fe no es una decisión hecha una vez que sirve para siempre aunque se abandone.
II Pedro 1:5-11 5 Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; 6 al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; 7 a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos. 9 En cambio, el que no las tiene es tan corto de vista que ya ni ve, y se olvida de que ha sido limpiado de sus antiguos pecados. 10 Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás, 11 y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Aquí Pedro nos amonesta a esforzarnos para añadir a nuestra fe muchas otras cualidades. De no hacerlo seremos cortos de vista y nos habremos olvidado que hemos sido limpiados. El esforzarnos en hacer estas cosas trae como resultado <<no caer jamás>> sino ser recibido en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Muy pocos cristianos evangélicos hablan de nuestra relación de pacto con Dios. En el Nuevo Pacto, somos instruidos a <<creer en el Señor Jesucristo y ser salvos>>. Si creemos por un tiempo y luego abandonamos o negamos la fe, hemos quebrantado la relación de pacto con Dios. Podemos comprender, entonces, que debemos caminar por fe o vivir por fe hasta el fin. No creo que esto signifique que no tenemos seguridad de nuestra salvación. Si creemos, y si caminamos con Dios, sabemos que nuestros pecados han sido borrados y nuestro hogar eterno nos espera. Cuando el Señor Jesucristo vuelva, los que han muerto en la fe y los que viven y están caminando en la fe, entrarán en la vida eterna abundante preparada para ellos.
Los calvinistas ponen todo el énfasis en Dios. Él escoge, él regenera, él da la fe, él salva, él hace que perseveremos, etc. El hombre es demasiado pasivo en todo el sistema calvinista. ¿Cómo pueden los calvinistas explicar por qué tantos cristianos producen tan poco fruto? Los no elegidos son como cadáveres que no pueden responder a Dios ni siquiera querer responder. Los elegidos asisten a la iglesia en forma irregular, con renuencia dan sus diezmos, buscan muchos placeres mundanos, con frecuencia viven una vida carnal como en la iglesia de Corinto, no les gusta tomar responsabilidades en el servicio de Cristo y, a veces, después de muchos años de seguir al Señor, se apartan, abandonan o aun niegan la fe.
Pablo dice:
Efesios 5:25b-27 25b …Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella 26 para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, 27 para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.
¿Por qué la Iglesia es un cuerpo tan débil y dividido? ¿Por qué no transforma Dios a sus elegidos en la Iglesia descrita por Pablo?
Los pactos ponen el énfasis sobre nuestra respuesta a la relación que Dios quiere tener con nosotros. Él quiere ser nuestro Dios y tenernos como su pueblo. Los que no quieren que él sea su Dios y reine sobre ellos serán echados a las tinieblas y el castigo eterno. Los que le siguen con pocas ganas producen poco fruto. Los que entregan todo al Señor producen el fruto que Dios está esperando.
Si amamos al Señor, desearemos perseverar, pero las preocupaciones de esta vida, los problemas y la persecución pueden ahogar nuestra fe. Debemos prestar atención a las advertencias dadas en las Escrituras. I Corintios 10 da una de las advertencias tomadas de la historia de Israel.
I Corintios 10:11-12 11 Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra, pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos. 12 Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.
Conclusión
Los teólogos liberales rechazan la Biblia como la Palabra inspirada de Dios. Para ellos, la Biblia no es más que otro libro. Rechazan los milagros y la resurrección de Cristo de los muertos. Las sectas tuercen las Escrituras y niegan las verdades básicas acerca de Dios.
Los evangélicos aceptan la Biblia como inspirada por Dios y como la autoridad para nuestra doctrina. La fe evangélica no está basada sobre creencias primitivas supersticiosas. No es un salto ciego de fe en la oscuridad sin una base. Dios se reveló a sí mismo en la creación y en su Palabra. Él ha comunicado su mensaje por medio de los patriarcas, los profetas y finalmente por su Hijo. El mensaje de Dios viene mediante la historia y los acontecimientos históricos. Dios hizo lo que dijo que haría y está grabado en la historia.
La historia de cuando Jacob y sus hijos fueron a Egipto durante el tiempo de hambre y luego de cuando Moisés guió a la nación de Israel fuera de Egipto para sacarla de la esclavitud, a través del desierto a la tierra prometida, es un ejemplo de un hecho histórico que apoya la actividad de Dios en el mundo. Muchas profecías cumplidas, dadas con siglos de anticipación, concernientes a la venida de Cristo a Belén como Salvador, demuestran la confiabilidad de lo que Dios ha hablado en su Palabra.
La fe es confiar que Dios siempre hará lo que dice que hará. No creer lo que él ya ha demostrado es obstruir la verdad. En Romanos 1, aprendemos que la ira de Dios se revela contra todos los que obstruyen la verdad y que lo que puede ser conocido de Dios ha sido revelado claramente a través de lo que él creó.
Como evangélicos, tenemos mucho en común. Creemos la Palabra de Dios. Confiamos en que todo lo que Dios dice es verdad porque hemos observado lo que él ha hecho anteriormente. Las diferencias entre los evangélicos son interpretativas. Puesto que las conclusiones opuestas no pueden ser a la vez correctas, hemos examinado el fundamento para algunas de las diferencias y haremos breves conclusiones en cada una de los cinco áreas que hemos examinado.
Las ideas doctrinales que se conocen como el calvinismo comenzaron con San Agustín. San Agustín, Lutero, Calvino, Jonathan Edwards, etc., han hecho grandes contribuciones al cristianismo. Todos estos líderes creyeron que estaban interpretando correctamente las Escrituras y en gran parte lo hicieron. Se les considera gigantes en la fe y estoy de acuerdo. Fueron grandes eruditos, conocieron varios idiomas, escribieron muchos libros, y algunos aun sufrieron persecución.
La presuposición de San Agustín de que todas las cosas son <<necesitadas>> (ocurren por necesidad) es la razón de la controversia acerca del calvinismo. Si todo lo que ocurre, ocurre por necesidad y porque Dios ha determinado desde la eternidad todo lo que sucederá, entonces, no puede existir el libre albedrío. No es posible que todo esté predeterminado y que a la vez podamos elegir libremente. El concepto de San Agustín va más allá del concepto teológico de que el hombre pecador no puede escoger a Dios. Ninguna clase de elección es posible si todo está determinado.
Si Dios ha determinado todo lo que ocurre, entonces, él ha determinado que los millones de habitantes del mundo deben mentir, engañar, matar, hacer guerra, cometer adulterio, odiar, robar, buscar placeres egoístas, desear fama y poder, y rechazar a Dios. Él ha determinado desde toda la eternidad que los cristianos deben tener desacuerdos y contenciones acerca del bautismo de infantes o adultos, acerca de hablar en lenguas o no, acerca de la seguridad de la salvación de los creyentes, acerca de la Segunda Venida de Cristo y los últimos tiempos, acerca de la observación del día Sábado, acerca de la fe y las obras, etc. Dios propuso que debería haber diferentes denominaciones y que los miembros de la Iglesia no estén de acuerdo ni trabajen unidos. Jesús oró:
Juan 17:20-22 20 <<No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, 21 para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. 22 Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno.>>
Según la presuposición de que todas las cosas son <<necesitadas>>, el propósito eterno de Dios es que exista la maldad en el mundo y desunión en la Iglesia; sin embargo, Jesús oró por la unidad de los creyentes. Demostré en la sección sobre la voluntad de Dios y la voluntad permisiva de Dios, que esta manera de razonar implica que Dios esté dividido contra sí mismo o que desee cosas opuestas.
Tristemente, la presuposición de San Agustín no está fundamentada en las Escrituras y es una presuposición falsa. La Biblia no enseña que Dios quiso que Adán y Eva pecaran. La Biblia no enseña que Dios predeterminó que debemos pecar. La manera de mirar este problema de los calvinistas hace difícil explicar que Dios no es el autor del pecado y la defensa de su interpretación no es convincente.
Todos tenemos presuposiciones que creemos son la base de la realidad o verdad. Creo que Dios es eterno, que existía antes de la creación del mundo y que existe independientemente de la creación. Él creó todas las cosas y todas las cosas subsisten en él. Dios es soberano y como el SEÑOR soberano escogió hacer al hombre con libre albedrío, quien puede escoger el bien y el mal. Una vez que Dios decidió hacer al hombre como un agente libre, no puede contradecirse y no permitir esa libertad. Así que las decisiones que hacemos no necesariamente tienen que ocurrir. El pecado es resultado de que el hombre escoge desobedecer a Dios. El pecado no es lo que Dios predeterminó que ocurriera. Él lo permitió porque su propósito superior era permitirnos la libertad de elección.
La explicación dada arriba no tiene una contradicción de lógica, no tiene conflicto con la enseñanza de las Escrituras y no hay necesidad de defender a Dios en cuanto a si es el autor de la maldad o si manipula la voluntad del hombre para lograr su propósito.
¿Por qué tienen los calvinistas dificultad en aceptar esa explicación? Rechazan el conocimiento intermedio (scientia media), que es la presciencia de realidades no decretadas. Esto significa que Dios no puede conocer el futuro si no ha predeterminado todo lo que ocurrirá.
¿Es posible defender la existencia del <<conocimiento intermedio>>? La Biblia declara que Dios conoce el futuro, que da a conocer el fin desde el principio, que sabe nuestros pensamientos antes de que los pensemos, etc., así que no dudamos su presciencia. Pero, ¿es posible para nosotros comprender cómo Dios sabe las cosas que no ha determinado, tales como nuestras decisiones pecaminosas? La respuesta es no. Debemos responder como Job:
Job 40:4, 5
4 << ¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno? ¡Me tapo la boca con la mano! 5 Hablé una vez, y no voy a responder; hablé otra vez, y no voy a insistir.>>
Job 42:2-6
2 <<Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes. 3 “¿Quién es éste —has preguntado—, que sin conocimiento oscurece mi consejo?” Reconozco que he hablado de cosas que no alcanzo a comprender, de cosas demasiado maravillosas que me son desconocidas.
4 >>”Ahora escúchame, que voy a hablar —dijiste—;
“yo te cuestionaré, y tú me responderás.”
5 De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos.
6 Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza.>>
No podemos comprender a Dios ni tratar de especular por qué él hace las cosas y cómo las hace. Nunca vamos a entender todos los misterios acerca de Dios. Como Job aprendió a no hablar de cosas que no podía comprender, así también nosotros debemos aprender a no hablar acerca de lo que no entendemos. Dios tiene presciencia. Esto ha sido revelado. Dios nos ha dado la habilidad de hacer elecciones. También esto ha sido revelado en las Escrituras. La manera en que Dios conoce las cosas que no son necesitadas va más allá de nuestra comprensión, así que debemos quedarnos en silencio.
Los calvinistas hablan en un área que no puede entenderse y hacen declaraciones que son contradictorias, que ellos llaman paradojas. El sistema calvinista es un sistema teológico muy desarrollado, pero no es un sistema lógico. Si alguien empieza con una presuposición incorrecta, por supuesto las conclusiones serán también incorrectas.
La interpretación calvinista de la predestinación es muy improbable. La Biblia enfatiza nuestra respuesta a Dios con nuestra voluntad para entrar en el pacto que él desea hacer con nosotros para llegar a ser nuestro Dios. Es incongruente pensar que Dios mandaría a los profetas a exhortar a la gente a arrepentirse de sus pecados y volverse a Dios y guardar el pacto, cuando en realidad había predeterminado que no fueran sus escogidos y los había creado para ser objetos de su castigo y para destrucción.
Espero que estos argumentos de las Escrituras le ayuden a comprender estos temas que han sido debatidos por siglos y que escudriñe las Escrituras con diligencia para ver si estas cosas son ciertas. Nuestras creencias deben salir de las Escrituras, no de las tradiciones de los hombres.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Int. Delmar
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