Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe .Descargar PDF
La Iglesia Cristiana
Capítulo 8, El Gobierno de la Iglesia
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
Las distintas formas de gobierno:
- Autocrática. La forma autocrática está representada por la Iglesia Católica Romana y en parte por los ortodoxos. La autoridad en esta forma está en el Papa y los Cardinales. Las decisiones de doctrina y práctica son determinadas por este grupo jerárquico.
- Episcopal. La forma episcopal está representada por la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia Episcopal, y la Iglesia Metodista. La autoridad en esta forma está en la conferencia general compuesta de los obispos. La iglesia local puede expresar sus deseos, pero no con la seguridad de que la conferencia va a satisfacer estos deseos.
- Presbiteriano. La forma presbiteriana está representada por las iglesias Presbiterianas y las iglesias Reformadas. Esta forma tiene una graduación de autoridad.
(1) El tribunal inferior gobierna la iglesia local y consiste del pastor y los ancianos.
(2) El presbiterio o tribunal eclesiástico sigue en orden de autoridad y tiene una zona geográfica.
(3) Después viene el sínodo, el cual incluye una zona geográfica más amplia.
(4) Finalmente la asamblea general que tiene mucha autoridad pero está sujeto al presbiterio, sínodo y asamblea general. La propiedad no pertenece al grupo local sino al grupo total.
- Congregacional. La forma perteneciente a una congregación está representada por los Bautistas, Discípulos, Congregacionalistas y en parte los Luteranos. Esta forma es completamente democrática y autónoma. Es la forma que se aproxima más a que el Nuevo Testamento nos enseña.[1]
La Iglesia de Jesucristo para poder cumplir con su destino divino en la tierra ha recibido de Dios un plan para su propio desarrollo visible que, en su manifestación más sencilla, es la congregación o iglesia local (Hechos 20:17; I Corintios 1:2).
(a) Cada iglesia local se compone de un grupo de creyentes bautizados que, unidos en el amor de Cristo, adoran a Dios, observan las ordenanzas y extienden el Reino de Dios predicando el evangelio (Hechos 11:19-26; 13:2-3; I Tesalonicenses 1:8).
(b) Cada iglesia local cuenta con un número adecuado de funcionarios espirituales (Hechos 6:1-7; Tito 1:5).
(c) Cada iglesia local es responsable por el sostén financiero de la obra de la Iglesia en la tierra. Por supuesto que no se necesitan fondos monetarios para comprar la salvación de las almas ni para pagar a Dios por las bendiciones espirituales que de él provienen (Isaías 55:1-2). Pero sí se necesitan fondos para sufragar gastos que ocasionan el ministerio y el avance de la Iglesia sobre la redondez de la tierra. El sostén financiero de la iglesia local es proveído por los mismos miembros de ella. La consagración del diezmo, o sea la décima parte de las entradas o ganancias limpias, para el servicio de Dios se considera como suma mínima para demostrar que el creyente posee un espíritu generoso en el don de dar. Las ofrendas que se darán serán adicionales al diezmo (Hechos 20:35; I Corintios 9:13-14; 16:1, 2; II Corintios 8:2).
La Iglesia de Cristo no está sujeta a la ley de Moisés, (Lucas 16:16 y Romanos 6:14), pero para San Pablo, el estricto cumplimiento de la ley de diezmos practicado por los Israelitas, le sirve como una ilustración para enseñar a los creyentes de las iglesias cómo sostener la obra de Dios ((Números 18:21 y Romanos 6:14). Parece claro que la Iglesia Apostólica empleaba este método práctico para sostener su culto y ministerio. Nótense las palabras <<Así también ordenó el Señor>> (I Corintios 9:14). <<Así también>> quiere decir: <<de la misma manera>>. Por supuesto que los creyentes en Cristo dan sus diezmos por el impulso de la gracia de Dios en el corazón y no por la fuerza de la Ley (II Corintios 9:7-8).
El capítulo 8 de II Corintios trata de la liberalidad. El versículo 2 enseña que cuando la ofrenda se da en medio de tribulación y pobreza, lejos de quitar valor a la ofrenda, estas circunstancias la hacen más rica a la vista de Dios. Del versículo 7 se ve que sería incorrecto que un creyente que anhela los dones y las virtudes del Espíritu Santo, quedara indiferente al desarrollo de esta virtud de la liberalidad.
- Sin gobierno.
Algunos grupos, como Cuáqueros y los Hermanos Libres, niegan que la Iglesia tenga necesidad de una forma concreta o visible. Por esto virtualmente han eliminado toda estructura gubernativa. Enfatizan el lugar del Espíritu Santo en guiarles.
[1] Gordon G Johnson, My Church 72-74
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Int. Delmar
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