Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe .Descargar PDF
La Iglesia Cristiana
Capítulo 11, La unidad de la Iglesia
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
- Jesús dijo que el mandamiento más grande es: <<Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente>>. El segundo se parece a éste: <<Ama a tu prójimo como a ti mismo>> (Mateo 22:36-39).
- Jesús oró: <<Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado>>… <<Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí>> (Juan 17:20, 21, 23).
- Pablo les escribió a los Filipenses: <<Llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento>> (Filipenses 2:2).
- Y a los Corintios escribió: <<Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito>> (I Corintios 1:10).
- Jesús dijo: <<De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros>> (Juan 13:35).
El tema de la unidad es sumamente importante porque la Iglesia es el cuerpo de Cristo. Un cuerpo desunido no funciona bien y no tiene fuerza. En Hechos leemos acerca de los creyentes primitivos: <<Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar>> (Hechos 4:32).
Pero sobre los siglos la Iglesia no ha experimentado la unidad. En los Hechos tenemos el primer ejemplo de un desacuerdo. <<Se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos>> (Hechos 6:1). Los apóstoles nombraron diáconos llenos del Espíritu Santo para resolver el problema.
En I Corintios leemos de rivalidades en la Iglesia de Corinto. <<Unos dicen: “Yo sigo a Pablo;” otros afirman: “Yo, a Apolos,” otros: “Yo, a Cefas;” y otros: “Yo, a Cristo.” ¿Está dividido Cristo? Si Cristo no está dividido, la Iglesia no debe estar dividida porque somos su cuerpo>> (I Corintios 1:11, 13).
¿Qué clase de unidad buscamos? La Iglesia de Cristo es una sola.
(1) Algunos creen que la Iglesia estaría unida si existiera una sola organización. Unión de organización es una unión externa. Se puede tener bastante desunión en una sola organización. Se puede estar muerta espiritualmente, se puede estar equivocada doctrinalmente, se puede tener pleitos y faltar el amor. Antes de la reforma, existía una sola iglesia. Se conoce aquel tiempo como la época de obscurantismo. La iglesia no tenía fuerza espiritual.
(2) La unidad de la Iglesia no es una de buena voluntad, o intereses comunes, o de organización. La unidad de la Iglesia es una unidad orgánica, una unión en Cristo. Se compara la Iglesia con el cuerpo humano. El cuerpo humano es un organismo con vida y tiene órganos separados en función, pero mutualmente dependientes. La Iglesia también es un organismo.
Cristo es la descendencia (singular) de Abraham (Gálatas 3:13) que nos rescató de la maldición de la ley (Gálatas 3:16). Cristo reconcilió con Dios los dos pueblos en un solo cuerpo mediante la cruz (Efesios 2:15, 16).
Hay tres características del cuerpo humano que nos ayudan entender que la unidad de la Iglesia es orgánica.
- El cuerpo humano tiene variedad.
<<El cuerpo no consta de un solo miembro sino de muchos. . . Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato? En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería el cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo>> (I Corintios 12:14, 17-19).
(1) El cuerpo tiene muchos miembros: (manos, ojos, oídos); una variedad de miembros. Cada uno tiene su propia función.
(2) La Iglesia tiene muchos miembros: (judíos, gentiles, diferentes nacionalidades, razas, ricos, pobres, hombres, mujeres, jóvenes, mayores); una variedad de miembros.
- El cuerpo humano tiene unidad en medio de la diversidad.
<<Hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. … De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo. Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo—ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu>> (I Corintios 12:4-6, 12, 13).
(1) A pesar de tener muchos miembros el cuerpo es uno solo y funciona como una unidad. Pero la unidad no es sinónima a uniformidad. Hay mucha diversidad de función de los miembros en el cuerpo.
No tenemos problemas en hacer colaborar las manos con los otros miembros del cuerpo. No tenemos problemas con los pies o el corazón o los ojos. Todos cumplen su propia función en armonía.
(2) La Iglesia también funciona como una unidad. También hay mucha diversidad. Cada miembro recibió su propio don dado por el Espíritu Santo. El Espíritu dio estos dones para que el cuerpo pudiera funcionar en unidad.
No estamos unidos a Cristo la cabeza si no amamos a otros de sus seguidores. Debemos tener una relación íntima con Cristo y con los demás miembros.
El cuerpo puede existir sin una mano, con una incapacidad, pero no puede existir sin la cabeza. Así también la Iglesia puede existir sin ciertos miembros, con una incapacidad, pero no puede existir sin Cristo la cabeza.
- Los miembros del cuerpo humano tienen una relación de dependencia mutua.
<<Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro>> (Efesios 4:15-16).
(1) Cada miembro depende de otros para hacer su función. Una mano cortada no puede cumplir su función separada del cuerpo.
(2) Todos juntos formamos el cuerpo de Cristo y no cada uno individualmente.
(3) El cuerpo físico necesita la colaboración de todos sus miembros. <<El ojo no puede decir a la mano: “no te necesito”. Ni puede la cabeza decirles a los pies: “no los necesito”. Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables>> (I Corintios 12:21,22).
(4) Igualmente los miembros del cuerpo de Cristo necesitan los unos a los otros para cumplir la función de la Iglesia.
Es un error pensar: <<Yo no puedo cantar o predicar y por eso la Iglesia no me necesita>>, o <<Fulano puede hacer todas las cosas mejor que yo y por eso no necesitan mi ayuda>>, o <<Yo tengo un talento que nadie más tiene y por eso no necesito la ayuda de otros>>.
(5) <<Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él>> (I Corintios 12:26).
Vemos que el cuerpo es una comunidad de sentimiento. Todo el cuerpo duele cuando golpeamos el dedo con el martillo. Así también la Iglesia se sienta mal cuando un miembro cae en pecado y todos regocijamos cuando un miembro es honrado.
Ningún miembro del cuerpo puede funcionar si el corazón pare, sin embargo el corazón no puede funcionar separado del cuerpo. Todos los miembros tienen una relación de dependencia mutua.
La Iglesia el cuerpo de Cristo tiene variedad, diversidad y dependencia mutua igual como el cuerpo humano. La Iglesia es un organismo con vida y con órganos separados en función, pero mutualmente dependientes.
La unión espiritual es una unión en Cristo. Hay personas que están en Cristo en una variedad de denominaciones. Hay personas que no están en Cristo en todas las denominaciones. No tenemos unión con los que no son de Cristo. Cristo mismo dijo que Dios responderá a los falsos profetas con estas palabras: <<Nunca le conocí>>.
- Tres razones que Cristo dio en San Juan para tener la unidad.
(1) <<Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado>> (Juan 17:20-21). Una iglesia desunida no da testimonio al mundo de Dios.
(2) <<Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno>> (Juan 17:22).
La unidad es posible porque Cristo les dio la gloria que el Padre le dio a él. El Padre le dio gloria al Hijo porque consiguió nuestra redención. Esta gloria, el Hijo da a la Iglesia. Es la gloria del carácter divino que tiene el amor como la cualidad más esencial. Esta gloria está manifestada en la unidad de la Iglesia. Y esta manifestación de la gloria de Cristo da la gloria de Cristo al mundo. Una Iglesia desunida no da gloria a su Señor.
(3) <<Yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí>> (Juan 17:23).
La unidad de la Iglesia comprueba que Dios ama al mundo. Dios dio prueba de su amor al mandar a su Hijo al mundo; este amor del Padre es una ilustración de como los cristianos deben amar los unos a los otros y al mundo para quien fue mandado Cristo. Una Iglesia desunida no demuestra el amor de Dios al mundo.
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