Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe .Descargar PDF
La Iglesia Cristiana
Capítulo 3, Símbolos Bíblicos de la Iglesia
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
- El pueblo de Dios.
La Iglesia de Cristo es un pueblo santo, redimido por la sangre de Cristo y separado del mundo para anunciar las virtudes de su Redentor.
<<Pueblo que pertenece a Dios>>, <<pueblo de Dios>> (I Pedro 2:9, 10).
<<Un pueblo elegido>> (Tito 2:14).
En el Antiguo Testamento, Israel era el pueblo de Dios; ahora la Iglesia es el pueblo de Dios. Somos pueblo de Dios cuando entramos en el nuevo pacto a través de la sangre de Cristo. Dios desea un pueblo santo, purificado (Efesios 5:25b-27).
- El cuerpo de Cristo.
La Iglesia de Jesucristo es su cuerpo espiritual del cual él mismo es la cabeza y los creyentes son los miembros.
<<Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la Iglesia. Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo>> (Efesios 1:22-23).
<<Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, la cual es su cuerpo>> (Efesios 5:23).
<<Ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo>> (I Corintios 12:27).
(1) Este símbolo hace destacar: primero, la relación espiritual que existe entre Cristo y el creyente, y segundo, la de un creyente con otro. El cuerpo debe tener una relación de confraternidad genuina que no significa meramente una relación social, sino una relación de dependencia mutua. <<Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él>> (I Corintios 12:26).
Como el cuerpo de Cristo, la Iglesia es la extensión del ministerio de Cristo. Cristo mandó a sus discípulos a evangelizar (Mateo 28:18) y les dijo que harían las obras de Cristo y aun mayores (Juan 14:12).
(2) Este símbolo hace evidente que la autoridad máxima de la Iglesia reside en Cristo mismo y no en una persona intermediaria en la tierra.
- El templo del Espíritu Santo.
La Iglesia de Jesucristo es un templo espiritual del cual Cristo es la <<piedra principal>>, los apóstoles y los profetas el resto del cimiento y los creyentes las <<piedras vivas>>.
<<Ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. … ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?>> (I Corintios 3:9, 16).
<<Porque somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: “Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”>> (II Corintios 6:16).
Ustedes son <<miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu>> (Efesios 2:20-22).
<<Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. … Así dice la Escritura: “Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa; y el que confíe en ella no será jamás defraudado.” Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, “la piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular”, y también: “una piedra de tropiezo y una roca que hace caer”>> (I Pedro 2:4-8).
Este establece que Cristo es la Roca en que está fundada la Iglesia y que es un error enseñar que la Iglesia está fundada sobre Pedro, puesto que él es solo uno de los apóstoles y como tal no era más que una parte del fundamento.
Morando en la Iglesia, el Espíritu Santo imparta su vida, produce el fruto del Espíritu, guía la Iglesia a la unidad y a la verdad y santifica a la Iglesia.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Int. Delmar
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