Los Pactos, Cómo Dios se relaciona con nosotros
Capitulo 1, El Pacto Con Abraham
Estudios para el profesor Delmar IntVeld
1. Las promesas contenidas en el Pacto con Abraham:
-Génesis 12:1-3 Dios hará de Abraham una nación grande y lo bendecirá. Todas las familias de la tierra serán benditas en él.
-Génesis 15:18 Dios les dará la tierra de Canaán a los descendientes de Abraham.
-Génesis 17:2-8, 12, 13 Dios multiplicará la descendencia de Abraham en gran manera y Dios será el Dios de Abraham y de sus descendientes.
2. Las condiciones dadas en el Pacto con Abraham:
-Génesis 17:9 Abraham debe cumplir con el pacto así como toda su descendencia.
-Génesis 18:19 Abraham debe instruir a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del SEÑOR y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el SEÑOR cumplirá lo que le ha prometido.
-Génesis 26:5 Abraham debe obedecer y cumplir los preceptos, los mandamientos, las normas y las enseñanzas.
3. Las consecuencias por la desobediencia declaradas en el Pacto con Abraham:
-Génesis 17:14 El varón incircunciso será eliminado del pueblo por quebrantar el pacto.
4. El propósito de Dios revelado en el Pacto con Abraham:
-Génesis 17:7 Dios será su Dios y el Dios de sus descendientes. Tener un pueblo para sí.
El Pacto con Abraham promete bendiciones a todas las naciones por medio de su descendencia. La Biblia se refiere a este pacto vez tras vez tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento. Cristo es la descendencia de Abraham que lleva la bendición a las naciones.
Génesis 12 contiene el llamado de Abraham y la promesa dada a él en cuanto a su descendencia.
Génesis 12:1-3 1 El SEÑOR le dijo a Abram: <<Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.2 >>Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!>>
El resto de la Biblia es la historia del desarrollo y cumplimiento de esta promesa a Abraham. En el capítulo 15 Dios habló a Abraham en una visión. Abraham le respondió a Dios diciendo:
Génesis 15:3 —Como no me has dado ningún hijo, mi herencia la recibirá uno de mis criados.
Dios le dijo que su heredero sería su propio hijo y que su descendencia sería como las estrellas, tan numerosas que no se pueden contar.
Génesis 15:6, 18 6 Abram creyó al SEÑOR, y el SEÑOR lo reconoció a él como justo.
18 En aquel día el SEÑOR hizo un Pacto con Abram. Le dijo: —A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río Eúfrates.
La respuesta de fe de Abraham es muy importante y el apóstol Pablo se refiere a esa fe en Romanos 4:9. Abraham tuvo fe antes de la circuncisión, la cual fue dada como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por eso se le llama a él <<padre de todos los que creen>>, aunque no hayan sido circuncidados.
Sara continuó siendo estéril y le pidió a Abraham que se acostara con su esclava Agar, la cual concibió un hijo, Ismael. Él, por supuesto, no era el hijo que Dios le había prometido a Abraham. Dios se le apareció de nuevo a Abraham cuando Abraham tenía noventa y nueve años.
Génesis 17:2-8 2 —Así confirmaré mi pacto contigo, y multiplicaré tu descendencia en gran manera.3 Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra, y Dios continuó:4 —Este es el pacto que establezco contigo: Tú serás el padre de una multitud de naciones. 5 Ya no te llamarás Abram, sino que de ahora en adelante tu nombre será Abraham, porque te he confirmado como padre de una multitud de naciones. 6 Te haré tan fecundo que de ti saldrán reyes y naciones. 7 Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes. 8 A ti y a tu descendencia les daré en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora andan peregrinando. Y yo seré su Dios.
Entonces Dios habló a Abraham acerca de la circuncisión como señal del pacto que hizo con él. Dijo que Sara le daría un hijo. Abraham se rió, pero Dios le aseguró que ella le daría un hijo y dijo: <<al que llamarás Isaac>>. Dios dijo que a Ismael también le daría una descendencia numerosa; sin embargo, el pacto sería establecido por medio de Isaac (Génesis 17:21).
¿Qué significado hay en el llamamiento de Abraham, el establecimiento de un pacto con él, la promesa de tener una descendencia numerosa y que él sería una bendición a todas las naciones?
Considere la promesa de tener descendientes numerosos. Algunas versiones de la Biblia usan la palabra simiente y otras, descendencia. En este estudio voy a usar la palabra descendencia.
Primero, la palabra descendencia se refiere a los hijos de sangre que le nacerían a Abraham. La promesa seguramente incluye este significado. Abraham ha sido bendecido con una gran posteridad.
Segundo, la palabra descendencia incluye también a todos los que entraron en la relación de pacto con Dios. La sangre de Abraham iba a incluir a muchos otros que no fueron hijos de sangre. Ismael e Isaac fueron hijos de sangre de Abraham, pero Dios dijo que establecería su pacto con Isaac. La descendencia de Abraham incluiría a todos los que aceptaran por la fe al Dios de Abraham.
La circuncisión fue dada como la señal del pacto. Fue dada a muchos que no fueron sus descendientes de sangre.
Génesis 17:26-27 26 Así que ambos (Abraham e Ismael) fueron circuncidados el mismo día 27 junto con todos los varones de su casa, tanto los nacidos en ella como los comprados a extranjeros.
Ismael era el único hijo de sangre. Isaac no había nacido todavía. ¿Cuántos varones estaban en la casa de Abraham que no eran descendientes de sangre?
Génesis 14:14 En cuanto Abram supo que su sobrino estaba cautivo, convocó a trescientos dieciocho hombres adiestrados que habían nacido en su casa, y persiguió a los invasores hasta Dan.
Es muy probable que Abraham dejara en su casa a otros hombres para cuidar de la familia y el ganado. Había otros ancianos que ya no podían ir a pelear y muchos niños varones también. Así que el número de los varones en la casa puede haber sido tres veces más que los que fueron a la guerra. Así que, un hijo de sangre fue circuncidado y cientos de varones, no hijos de sangre, fueron circuncidados también.
El pacto fue hecho para establecer una comunidad que se dedicaría a servir al SEÑOR.
Génesis 17:7 —Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes.
(1) Se añadieron miembros a la comunidad visible por nacimiento así como al recibir a extranjeros que aceptaron por fe al Dios de Abraham. Los hijos fueron recibidos en la comunidad antes de poder ejercer su fe. Los miembros de la casa, entre ellos los esclavos comprados, fueron circuncidados.
Génesis 17:12-13 12 —Todos los varones de cada generación deberán ser circuncidados a los ocho días de nacidos, tanto los niños nacidos en casa como los que hayan sido comprados por dinero a un extranjero y que, por lo tanto, no sean de la estirpe de ustedes. 13 Todos sin excepción, tanto el nacido en casa como los que hayan sido comprados por dinero, deberán ser circuncidados. De esta manera mi pacto quedará como una marca indeleble en la carne de ustedes, como un pacto perpetuo.
Después de la última plaga, la muerte de cada hijo primogénito en cada hogar egipcio, Faraón mandó a los israelitas a iniciar su viaje. Éxodo 12:38 dice: <<Con ellos salió también gente de toda laya>>. Estos eran los que aceptaron la circuncisión y llegaron a ser parte del pueblo del pacto.
Ester 8:17b Y muchas personas de otros pueblos se hicieron judíos por miedo a ellos.
Estos son algunos ejemplos de la descendencia que se añadía a la comunidad visible de Abraham. Puede ser sorprendente para muchos, pero un gran número de los descendientes de Abraham no fueron israelitas o descendientes de sangre.
(2) También se eliminó a miembros de la comunidad visible.
Génesis 17:14 —Pero el varón incircunciso, al que no se le haya cortado la carne del prepucio, será eliminado de su pueblo por quebrantar mi pacto.
Ismael no se quedó con la comunidad del pacto porque la promesa fue dada por medio de Isaac. Sara le dijo a Abraham:
Génesis 21:10 — ¡Echa de aquí a esa esclava y a su hijo! El hijo de esa esclava jamás tendrá parte en la herencia con mi hijo Isaac.
Los hijos de Ismael en la lista de Génesis 25:13-18 no llegarían a ser parte de los del pacto ni, por consiguiente, parte de la descendencia de Abraham. El versículo 18 dice que se establecieron en franca oposición a todos sus hermanos.
Isaac tuvo dos hijos, Esaú y Jacob. Esaú, un hijo de sangre, vendió sus derechos de hijo mayor, y sus descendientes, los edomitas, no son parte del pueblo del pacto.
Tercero y lo más importante de todo: la palabra descendencia se refiere a Cristo.
Gálatas 3:16 Ahora bien, las promesas se le hicieron a Abraham y a su descendencia. La Escritura no dice: <<y a los descendientes>>, como refiriéndose a muchos, sino: <<y a tu descendencia>>, dando a entender uno solo, que es Cristo.
El Nuevo Testamento siempre es nuestra mejor guía para comprender el Antiguo Testamento. El apóstol Pablo ha expresado en forma clara que es por medio de Cristo que las naciones del mundo serían bendecidas.
Gálatas 3:6-9 6 Así fue con Abraham: <<Le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia>>.
7 Por lo tanto, sepan que los descendientes de Abraham son aquellos que viven por la fe. 8 En efecto, la Escritura, habiendo previsto que Dios justificaría por la fe a las naciones, anunció de antemano el evangelio a Abraham: <<Por medio de ti serán bendecidas todas las naciones>>. 9 Así que los que viven por la fe son bendecidos junto con Abraham, el hombre de la fe.
Este versículo es muy importante porque demuestra que Dios siempre ha tenido un solo propósito en cuanto a la redención del hombre y fue revelado a Abraham desde el principio. Dios no tiene un plan diferente para cada una de las siete dispensaciones.
Dios dijo a Abraham que todas las naciones serían bendecidas por su descendencia. Cristo vino como descendencia de Abraham. Así que el plan de Dios siempre fue que Cristo sería el Salvador, quien bendeciría a todo el mundo. La Escritura había previsto que Dios justificaría por la fe a las naciones. El plan de Dios siempre incluyó a los gentiles. Desde el principio Dios previó la era de la Iglesia. Los dispensacionalistas dicen que la era de la Iglesia no fue prevista.
Nosotros, los gentiles, no heredamos la promesa por casualidad porque los judíos rechazaron a Jesús ni fue por eso que la era de la Iglesia se añadió. Cuando Jesús vino, no fue para establecer un reino terrenal. Vino para establecer el reino de Dios, un reino espiritual. Cristo vino para <<dar su vida en rescate por muchos>> (Mateo 20:28) y <<vino a buscar y a salvar lo que se había perdido>> (Lucas 19:10). Por su muerte y resurrección, Cristo estableció el reino de Dios. Más adelante desarrollaré el concepto del reino de Dios.
La Escritura anunció de antemano el evangelio a Abraham: <<Por medio de ti serán bendecidas todas las naciones>>. La promesa a Abraham es el evangelio. El evangelio es para todas las naciones. La bendición viene por medio de Cristo. Los que creen son hijos de Abraham. Abraham fue justificado por su fe. Somos hijos verdaderos de Abraham si tenemos fe también.
En Romanos 3, Pablo desarrolla el tema <<la justicia de Dios, sin la mediación de la ley>>, que viene por medio de la fe en Jesucristo. Él dice que la ley y los profetas dan testimonio de esta justicia. Aparentemente el Antiguo Testamento previó la era del evangelio. El capítulo 4 nos da el ejemplo de la justificación de Abraham por la fe.
Romanos 4:4, 5, 11, 13 4 Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor sino como una deuda. 5 Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia.
11 Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a éstos se les toma en cuenta su fe como justicia.
13 En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia.
No podría expresarse de manera más clara que como Pablo lo ha expresado en este capítulo. Abraham fue salvo por su fe. La promesa se basó en la fe, no en las obras de justicia. Abraham es el padre de todos los que creen, el padre de muchas naciones. Este capítulo entero se escribió como una ilustración de la justicia de los cristianos, que también se recibe por la fe. Si tenemos fe somos los verdaderos hijos de Abraham.
Romanos 4:3 Pues, ¿qué dice la Escritura? <<Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia>>.
¿Cómo podría Dios tomar en cuenta la fe de Abraham como justicia, si no se trataba de la propia fe de Abraham? La creencia calvinista de que <<la fe misma es un don que recibimos>> haría la expresión <<esto se le tomó en cuenta como justicia>>, desde luego, muy extraña. ¿Qué crédito pudiera dársele a Abraham por un regalo que él recibió?
Romanos 4:16 Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común.
La garantía no es para los escogidos, sino para toda la descendencia de Abraham, para los que son también de la fe de Abraham. No dice que la fe viene por medio de la gracia, sino que la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada. Si primeramente Dios regenera a la gente para que puedan ejercer la fe, la salvación no ocurriría por la fe, sino antes de la fe.
Los judíos que no tienen fe no son hijos de Abraham y, por lo tanto, no son herederos de la promesa a Abraham.
Mateo 8:11-12 11 —Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. 12 Pero a los súbditos del reino se les echará fuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.
Aquellos del oriente y del occidente son los gentiles. Los súbditos del reino son los judíos, quienes, por falta de fe, rechazan a Cristo y no son los hijos verdaderos de Abraham. No habían entendido que la promesa de Dios a Abraham incluía la bendición a todas las naciones de la tierra. No entendieron que Jesús era la <<descendencia>> (singular) de Abraham por medio de quien la bendición sería dada.
Pedro, en Hechos 3, después de sanar el mendigo lisiado, habló y le dijo al pueblo que la sanidad había ocurrido por causa de Jesús. Jesús fue glorificado por el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. El pueblo fue culpable de entregar a Cristo a Pilato para que lo crucificara. Actuaron por ignorancia. Pedro dijo: <<Dios de ante mano había anunciado por medio de todos los profetas que su Mesías (Cristo) tenía que sufrir>>. Les pidió que se arrepintieran. Pedro se refirió a Jesús como el profeta que el SEÑOR haría surgir como Moisés había dicho (Deuteronomio 18:17-19). Voy a citar la última parte del mensaje de Pedro del capítulo 3 de los Hechos porque es muy importante.
Hechos 3:23-26 23 <<“Porque quien no le haga caso será eliminado del pueblo.”
24 >>En efecto, a partir de Samuel todos los profetas han anunciado estos días.
25 Ustedes, pues, son herederos de los profetas y del pacto que Dios estableció con nuestros antepasados al decirle a Abraham: “Todos los pueblos del mundo serán bendecidos por medio de tu descendencia.” 26 Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades.>>
Primero, note que Pedro dice que a partir de Samuel todos los profetas habían anunciado de antemano los sufrimientos de Cristo. Pedro estaba predicando el arrepentimiento para que los pecados de ellos fueran borrados y pudieran ser parte de la Iglesia que se estaba estableciendo. Los profetas tuvieron bastante qué decir acerca de la Iglesia.
Segundo, Pedro dice que aquellos que no hagan caso al profeta (Cristo) que Moisés había anunciado, serán eliminados del pueblo. Todos los judíos que no han aceptado a Cristo han sido eliminados del pacto de Dios hecho a Abraham. No quedan promesas para ellos que Dios deba cumplir. Mientras que sigan siendo incrédulos, no serán el pueblo de Dios, aunque pueden ser restaurados por medio de la fe, pero por el momento han sido eliminados.
Tercero, Pedro dice que Dios había hablado a Abraham para decirle que por medio de su descendencia todos los pueblos del mundo serían bendecidos y que Dios les había enviado a su siervo (a los judíos) primero, para que se convirtieran de sus maldades. El Nuevo Pacto se dio a los judíos y algunos de ellos recibieron el reino de Dios.
Pablo también predicó primero a los judíos en las sinagogas de ellos, pero luego fue a los gentiles. La bendición de Dios siempre abarcó a todas las naciones de la tierra.
Hechos 3:25 <<Ustedes, pues, son herederos de los profetas y del pacto que Dios estableció con nuestros antepasados al decirle a Abraham: “Todos los pueblos del mundo serán bendecidos por medio de tu descendencia”.>>
Nosotros, como gentiles, también somos herederos si creemos. Cuando Dios habla por medio de los pactos sobre su propósito, nunca habla de que esta herencia esté restringida a un grupo escogido y predestinado.
En Efesios 2, Pablo dice que los gentiles antes estaban excluidos de la ciudadanía de Israel y eran <<ajenos a los pactos de la promesa>>. Pero Cristo derribó el muro que dividía a los judíos y a los gentiles y ahora los gentiles son <<conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios>>.
Pablo habla de la revelación que él recibió, la cual clarifica las revelaciones dadas previamente a los profetas en cuanto a los gentiles, es decir, que por medio del evangelio los gentiles, junto con Israel, serían beneficiarios de la misma herencia y formarían un solo cuerpo.
Efesios 3:2-6 2 Sin duda se han enterado del plan de la gracia de Dios que él me encomendó para ustedes, 3 es decir, el misterio que me dio a conocer por revelación, como ya les escribí brevemente. 4 Al leer esto, podrán darse cuenta de que comprendo el misterio de Cristo. 5 Ese misterio que en otras generaciones no se les dio a conocer a los seres humanos, ahora se les ha revelado por el Espíritu a los santos apóstoles y profetas de Dios; 6 es decir, que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.
En la Biblia un misterio significa algo que antes estaba escondido o no revelado claramente, pero que se ha aclarado por medio de una revelación nueva. Dios siempre tuvo el propósito de ofrecer la salvación para todas las naciones, pero no fue revelado antes que los judíos y los gentiles formarían un cuerpo con Cristo como su Salvador. Este cuerpo es la Iglesia. Israel, como el pueblo de Dios, existe solamente en la Iglesia. El Israel incrédulo está fuera de la Iglesia y fuera del propósito de Dios. Han sido eliminados del pacto.
El Pacto con Abraham fue reafirmado a Isaac (Génesis 26:3-5) y a Jacob (Génesis 28:13-15).
Hemos mirado la promesa dada a Abraham y el pacto hecho con él, que por medio de su descendencia todas las naciones del mundo serían bendecidas. Hemos visto cómo el Nuevo Testamento clarifica que Cristo es la descendencia (singular) de Abraham que bendice a las naciones por llevar la salvación a todos los que creen en él.
El pueblo del pacto incluye a los descendientes de sangre y a muchos más que se circuncidan y tienen fe. Todos ellos son llamados el pueblo de Dios. Sin embargo, el linaje de los descendientes hasta Cristo, la descendencia de Abraham, debe ser por medio de Isaac, no Ismael, por medio de Jacob, no Esaú, por medio de la tribu de Judá, y ser el hijo de David. El linaje de los descendientes es muy específico; no obstante, eso no significa que los demás sean excluidos del pacto. De otro modo, aun las once tribus de Israel no podrían tener parte en el pacto.
Ahora vamos a examinar el pacto dado a Moisés en el Monte Sinaí al cual nos referimos con frecuencia como la Ley de Moisés y los Diez Mandamientos y miraremos cómo se relaciona con la promesa dada a Abraham.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Delmar IntVeld
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