Hay un momento preciso en el tiempo cuando todo cambia, cuando un simple ser humano es trasformado por Dios en una clase humana completamente diferente. Es ese momento de cambio cuando el pecador acepta el regalo de Dios de perdón, sometiéndose ante Dios en arrepentimiento, reconociendo a Cristo como Señor de todo.
Ese momento cambia todo para esa persona. Nada es lo mismo nunca jamás. Ha nacido una nueva criatura, real y verdaderamente ha ¨nacido nuevamente¨ dentro de una vida nueva en Cristo. ¡Este momento asombroso!
Según la Escritura, un cambio drástico está ocurriendo en ese momento preciso. Un ejemplo excelente es el del ladrón colgado en la cruz, junto a Jesús y a otro ladrón.
¨Uno de los criminales allí colgados empezó a insultarlo: — ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro criminal lo reprendió: — ¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena? En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; éste, en cambio, no ha hecho nada malo. Luego dijo: — Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.— Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso — le contestó Jesús.¨ –Lucas 23:39-43 (NVI)
El ladrón no hizo nada religioso. El solamente (1) confesó su culpabilidad, su pecaminosidad, y (2) reconoció a Jesús como “el Cristo” (el Mesías).Fue solamente sobre estas bases que entonces Jesús mismo le dice, “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. En ese preciso momento, el ladrón llegó a ser totalmente aceptable a Dios para ser recibido en Su Reino. No “hizo” nada. El confesó y reconoció.
ESTO es lo que sucede en ese momento cuando uno acepta a Cristo como su Señor.
¨Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.¨ –2 Corintios 5:17 (DHH)
En un parpadeo, el nuevo creyente pasa de muerte a vida, de condenación a no condenación, de un destino en el infierno a un destino al cielo, de mera humanidad, a hijo de Dios.
Todos los seres humanos ciertamente han sido creados por Dios, pero existen como creaturas en un mundo caído, rechazados por Él debido a su pecado no perdonado. Cuando una persona confiesa su pecado y reconoce a Cristo como Dios, esa criatura nace de nuevo a una vida como hijo de Dios destinado a reinar y gobernar con Cristo en el Universo. Como el apóstol Pablo escribió, hemos llegado a ser “nuevas criaturas” y “las cosas viejas pasaron, todas han sido hechas nuevas.” –2 Corintios 5:17
Otras traducciones de la Biblia dicen lo mismo, pero en diferentes maneras: (http://www.biblegateway.com)
Nueva Traducción viviente:Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! -2 Corintios 5:17
Reina Valera Contemporánea: De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo! -2 Corintios 5:17
Traducción al lenguaje actual: Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva.-2 Corintios 5:17
Dios habla hoy: Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.-2 Corintios 5:17
¡La vida después de aceptar a Cristo como Señor es “fresca y nueva”!Lo Viejo se ha ido – para siempre.Lo nuevo empieza. ¡Aleluya! Entonces, ¿cuáles son las implicaciones de esta verdad?
¿Que es lo que Dios ha hecho a nosotros en ese momento de tiempo? Otras porciones de las Escrituras afirman:
- Nunca más estaremos bajo la condenación de Dios.
¨Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, 2 porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte.¨ –Romanos 8:1-2
¨Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida..¨ –Juan 5:24 (Los verbos están en tiempo pasado y presente: ¡Tenemos esto ahora!)
- Vamos a empezar tratando de seguir a Cristo:
¨Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios..¨ –Colosenses 3:1
- Nada nos puede separar de Dios ¡nunca jamás!
¨38 Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, 39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!¨ –Romanos 8:38-39
Hay ciertamente una emocionante libertad completa y un sin miedo que acompaña la salvación en Cristo, una confianza en que Dios nos tiene en Sus manos y nada nos puede separar de Él, y nada de lo que nos suceda en esta vida lo sorprenderá a Él – nunca. ¡No tendremos nada que temer de Dios y todo para ganar en Él!
¨Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.¨ –Romanos 8:28-30
Algún día dejaremos esta tierra y todas sus limitaciones y muerte, pero hasta ese momento, estamos totalmente seguros en Él porque están sus brazos fuertes que nos abrazan a Él, no nuestras manos agarrándole debilmente. Su Gracia es más grande que todos nuestros pecados. El convertirme en una nueva criatura es algo que Él hizo a mi por Su Gracia. Yo no lo hice. Él es quien nos cambia a Sus eternos hijos e hijas. Y lo que Él ha hecho, nada lo puede cambiar.(Lee Romanos 8:38)
No estamos volando por aire liviano, desesperadamente intentando agarrarnos de los dedosde Dios para no caer en las llamas del infierno que está debajo de nosotros.Esta no es la imagen que la Escritura nos dá. Más bien nosotros estamos EN Cristo. Es como que estamos caminando de la mano con Cristo, mano con mano con el Señor de todo – y es Su mano la que nos sostiene firmemente, por lo que nada nos separa de Él mismo. Él nos ha salvado – no nosotros a nosotros mismos (Efesios 2:8) y entonces es Él quien guardará Su promesa de guardarnos hasta el fin.
¨…porque yo sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me ha encomendado.¨-2 Timoteo 1:12
¿Salvado o no? La pregunta es difícil, a la cual solamente tú puedes responder: ¿Verdaderamente has nacido de nuevo? Si es cierto, entonces en Aquél Día escucharás a Cristo decir: “Bien hecho, buen y fiel siervo”. Si tú nunca has nacido de nuevo, entonces escucharás a Cristo decir en Aquél Día: “Nunca te conocí, apártate de mí. . .” ¡Que espanto!
No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
¨21 »No todos los que me dicen: “Señor, Señor”, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.
22 Aquel día muchos me dirán: “Señor, Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.”
23 Pero entonces les contestaré: “Nunca los conocí; ¡aléjense de mí, malhechores!”
Hay muchos que saben que no son salvos. Pero también hay muchos que han engañado a sí mismo a pensar que lo son. Solamente tú puedes saber esto con seguridad. Así como plantarte en un garage no te convierte en un auto, ir a la iglesia no te hace Cristiano, aceptable a Dios. Esto no te salva – llamarte a ti mismo Cristiano, o estar en la iglesia, o por mucho que te guste involucrarse en la adoración y convivencia cristiana. No te salva el levantar las manos o responder en una campaña evangelística.
A esto se refiere en varias pasajes, como en Hebreos 6:4-5…
¨…los que una vez recibieron la luz, y saborearon el don de Dios, y tuvieron parte en el Espíritu Santo, 5 y saborearon el buen mensaje de Dios y el poder del mundo venidero…¨ –Hebreos 6:4-5
Esto quiere decir que hay personas en la iglesia que conocen la Verdad, han tenido una probada personal de lo que significa la salvación, y aún han experimentado el mover íntimo del Espíritu Santo, que han visto las realidades de la Palabra de Dios en las Escrituras, que han sido advertidos de algunas de las profecías de las cosas por venir, y aun así …nunca han entregado personalmente su vida a Dios a través del arrepentimiento y reconocimiento de Cristo como su Señor y Salvador. En ese Día del Juicio, Cristo les dirá a ellos: “Nunca te conocí: apártate de mi….”
Por ello a veces se refiere al cristianismo como “una relación personal”, no una religión. No es cuestión de conocer, gustar, actuar como o adherirse a una creencia…. Al contrario, es un asunto del corazón, de realmente tomar una decisión para humillarse a sí mismo en arrepentimiento ante Dios, reconocer a Cristo como Señor y seguirlo a Él en su diario caminar.
El ladrón en la cruz con Jesús ¡no hizo mucho! La salvación no se trata de hacer o actuar o verse como otros. Es asunto de aceptar personalmente a Cristo como tu Salvador, diciendo a Dios una oración parecida a esta:
“Jesús,
reconozco ante Tí
que soy un pecador
que necesita Tu perdón.
Me arrepiento
de mi pasado
y te pido
me perdones.
Deseo seguirte a Ti
por el resto de mi vida.”
Y entonces, aprenda más acerca de Dios por medio de leyendo su Palabra a nosotros, la Biblia. Cada día, platica con Él. Mantenga fresca tu relación con Dios. Ora algo como,
“Señor Dios, Tú eres muy bueno. Gracias por tu amor, tu perdón y aceptación….Confieso a Ti mis pecados este día….Gracias porque me has perdonado. Estoy pero muy feliz por el hecho de que algún día estaré contigo en el cielo. ¡Quiero agradarte! Por ello, me entrego a Ti nuevamente ahora mismo. Deseo muchísimo que me fortalezcas este día con tu Santo Espíritu para que sea yo más y más como Jesús en todo lo que pienso y digo y hago. Pongo mi mirada hacia Ti para que me lideres y guies en este día. Digo todo esto en el nombre de Jesucristo, Amen.”
*Este artículo se basa sobre: That Moment in Time publicado en inglés: 2 de mayo, 2013
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