El Dios que condena… y el Dios que perdona: un solo Dios
“Hay un camino que parece correcto – al hombre”
Hoy en día cada uno tiene su propia idea de lo que es la vida y de lo que hacemos aquí, de lo que se trata. ¿Te has detenido, en el torbellino de tu vida, a pensar en Dios? ¿O no te has detenido a pensar?
“Hay camino que al hombre le parece derecho,
Pero al final, es camino de muerte. “ Proverbios 14:12
Lo que piensas. Lo que piensas – tu ” opinión” acerca de todo, no es tan importante como lo que Dios piensa. ¡¿Tú crees?! Si Dios controla el universo, ¿qué importancia tiene lo que piensas? ¡De verdad! ¡¿De verdad crees que lo que piensas cambiará el curso de lo que Dios piensa?!
¡Eso es lo que tú piensas!
Lo que Dios piensa.
Dios ha hablado al hombre – a través de la Biblia. Y Él es el que hizo que todo esto sucediera. ¿No nos supera a todos? ¿No deberían las verdades de Dios tener prioridad sobre lo que sea que estemos pensando?
Dios es todo lo que importa. Él importa porque en Aquel día, algún día, nosotros (¡cada uno de nosotros!) nos presentaremos ante Él, el Juez Supremo, para rendirle cuentas. Y si lo que piensas no es lo que Dios piensa, entonces… ¿quién está fuera de lugar? ¿Quién tiene el “pensamiento” equivocado? ¿¡Es Dios!? ¿Es Dios el que no tiene su pensamiento claro? ¿O eres tú?
Y entonces LUEGO, ¿qué vas a hacer en ese día? ¿Discutir y suplicar al Todopoderoso? ¿Realmente crees que eso funcionará? Tú eres la masilla, el barro, en las manos del Escultor. ¿El barro está para cuestionar al alfarero? Me quedo asombrado mirando al arrogante hombre de barro agitando su pequeño puño de barro… ¡a Dios, el Alfarero! ¡A Dios! ¡Ja! Qué insolencia. Qué inutilidad, desesperación, lamentación.
Necesitamos estar listos pare encontrarnos con nuestro Creador.
El Dios que condena.
Dios tiene la eterna razón 1, y será mejor que pienses realmente bien antes de que sea demasiado tarde. Hay un infierno que pagar para aquellos que no lo hacen.
Dios es un Dios que condena. Sin el perdón de Cristo, eres un enclenque criatura de barro condenado por Dios. Simplemente humano (1 Corintios 3:3, 2 Corintios 5:16-17). 2
Y su juicio es eterno. Tu pensamiento es un vapor en el viento (Santiago 4:14), mientras que la Palabra de Dios es eterna – y real.
El Dios que perdona.
Dios también es un Dios que perdona. Tiene un sistema de justicia muy estricto. ¡No puedes simplemente hacer ajustes a tu gusto! Todo y todos en el universo están sujetos a un sistema de justicia muy específico que Él ha establecido. Su ¨sistema¨ condena, pero también puede perdonar.
Dios el Padre ha provisto una asombrosa provisión de perdón llenísima de Su gracia para cada uno de nosotros—¡todos! Dentro de su sistema de justicia sólo hay una forma de conmutar nuestra sentencia de “culpable” — por “libre”.
Puedes ahora aceptar su amable oferta de salvación. ¿Por qué no hacerlo ahora, en la privacidad de este momento? Y entonces… en ese momento preciso en el tiempo serás cambiado, perdonado por Dios, y desde ahora y a lo largo de la eternidad estarás ante Él sin ningún temor a la condenación. Su sistema de justicia te declarará libre. En ese momento preciso – Dios mismo te declarará libre y te hará su “eterno hijo”. 3
Lo que una vez Dios condenó – también Él puede perdonar. Pero sólo vivimos una vez, y después de esto viene el Día del Juicio Final. No hay esperanza de cambiar de opinión después de morir.
Esta es la única oportunidad que se nos da de doblar la rodilla ante Dios, porque después de esta vida – habrá un juicio pasado por Dios sobre ti. Todos estaremos ante Dios en Aquel Día.
Me quedo asombrado mirando al arrogante hombre de barro
agitando su pequeño puño de barro… ¡a Dios, el Alfarero!
Serás juzgado. ¿Qué te dirá el juez? ¿Dirá: “Apártate de mí, nunca te conocí”? ¿O Dios dirá, “Bien hecho…”? Y Su juicio no se basará en qué tan bueno o malo hayas sido. Sólo se basará en Su único criterio: ¿Estás DENTRO o FUERA de Cristo?
En Aquel Día del Juicio Final.
Habrá dos lados de la Corte en Aquel Día cuando estaremos delante del Juez. Habrá un lado condenatorio y un lado perdonado. Llegamos ante el Juez ya condenado, o ya perdonado. No querrás que Dios te condene en ese día del juicio final. Dos veces condenado por Dios… es estar condenado para siempre. Una vez perdonado – estás para siempre libre, en un cielo preparado para nosotros por Dios mismo.
Todos estaremos frente a Dios en Aquel Día.
Créelo—querrás estar del lado derecho (¡no del izquierdo!).
- Quieres estar del lado que está agradecido, arrodillado ante “El Dios que Perdona”.
- No querrás estar tartamudeando, arrodillándote con un miedo sin esperanza ante “El Dios que condena“. Todo lo que te esperará entonces será un lago de fuego, para siempre sin Dios.
Para aquellos que nunca han aceptado a Cristo como Señor en esta vida, nunca han elegido seguirlo en esta vida… sólo habrá una realidad de condenación en el otro lado. Pero para aquellos que doblaron la rodilla en su rebelión en esta vida, reconocieron a Cristo como enviado por el Padre para nuestro perdón… habrá una alegría eterna.
Llegamos ante el Juez ya condenado, o ya perdonado.
No llegues al Trono de Dios – para descubrir allí que no eres nada más que un hombre de barro condenado por Dios.
Basado en el artículo The Damning God, publicado en inglés: 7 agosto, 2014
- una razón extremadamente válido
- un humano que no ha sido hecho nuevo; no una nueva creación.
- Nota: Solamente Jesús es Su Hijo unigénito pero seremos nuevas criaturas para siempre – ¡eternamente! (versículo 16 de Juan 3)
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