Sinceridad y verdad

No siempre recibes lo que pides, ¿verdad?

• Pides algo realmente orgánico… ¿quieres que se use abono de desechos humanos en tus lechugas? ¡Qué tontería!
• Pides y esperas el amor verdadero. Pero, ¿cómo te sientes cuando tu novio te pone el cuerno?  ¿Dónde está la verdad en ese “te quiero” suyo?
• El amor de tu vida dice que lo siente mucho y que dejará de ver a Jane… pero luego la encuentras en tu cama con él. ¿Dónde está la sinceridad en su disculpa? ¿Aceptarías esa disculpa?

Podemos entender la verdad y la sinceridad. Sabemos por qué odiamos absolutamente cuando faltan la verdad y la sinceridad:

• Esperamos la verdad en la publicidad—orgánica verdadera cuando la compramos.
• Esperamos una promesa de amor—que sea verdadera y sincera. ¿Dónde está el “amor” cuando tu amor te traiciona con otra?
• Esperamos que una disculpa—sea sincera y dé lugar a un comportamiento diferente.

Lo mismo es cierto con Dios. Él odia, absolutamente, cuando nos relacionamos con Él sin verdad y sinceridad.

Si oro a Jesús, pero no hago de sus caminos – mis caminos, entonces ¿qué tan verdadera fue mi “confesión” y mi promesa de seguirlo?  ¿Qué tan sincero fue mi “arrepentimiento”?  ¿Qué tan cierto fue?  ¿Qué tan sincero?  Yo diría: ¡para nada!  No es honesto, no es sincero—en lo absoluto.

¿Dices que eres una persona de fe?  ¿Qué fe sigues realmente? La fe sin una acción resultante que evidencie esa fe—es una fe falsa, una fe muerta, inútil—no es real.  Jesús no salva a las personas de fe muerta.

Podemos entender que la afirmación de “verdaderamente orgánico” era un fraude, una patraña. Lo mismo ocurre con el “amor verdadero” que afirmaba el novio.  ¿Y tu fidelidad a Jesús? ¹

Arrepentirse implica rendir tu voluntad a Dios con sinceridad y verdad.  ²  Dios no dice

• “Dame tus palabras vacías y sin valor que nazcan de tu corazón insincero… y te perdonaré.”
• “Solo di las palabras… y haz lo que quieras.”
• “Haz lo que tu corazón malvado quiera hacer… y luego regresa conmigo y di algunas palabras insinceras sobre tu pecar… y te perdonaré.”

Probablemente hayas visto la película gráfica de 1972, El Padrino, de Francis Ford Coppola.  La historia está repleta de horribles villanos que corren constantemente al santuario para “confesar sus maldades” (“Bendígame Padre porque he pecado”)… y rápidamente vuelven a su trabajo de matar, mutilar y aterrorizar.  ¿Dónde estaba el verdadero y sincero arrepentimiento?  Y sin embargo, “creían” y tenían fe en que Dios los perdonaría.  ¡Qué tontería!

Dios no se deja engañar.  Él conoce mis pensamientos y la intención de mi corazón. ³

Nacer de nuevo no significa que no vuelvas a pecar.  Pero seguramente hay evidencia de un deseo sincero de seguirlo con todo lo que eres.

Arrepentirse es: rendir tu voluntad a Dios con sinceridad y verdad

“La salvación tiene que ver con la pena del pecado, y lo que Dios requiere de nosotros para ser liberados de la pena.  No se trata de cuánto has pecado, o cuánto pecas después de la salvación.  Dios requiere sinceridad y verdad.

El farsante, falso dentro de su alma, nunca nació de nuevo y aún no ha doblado la rodilla.  Aún perdido y roto, el falso “cristiano” es un traje hueco, no es quien dice ser.  Su problema no es el “pecado” o los “pecados”.  El asunto para todos los que nacieron de un vientre, es: rendir su voluntad a Dios en sinceridad y verdad. (Gálatas 6:7-8; 1 Corintios 5:8)

Dios quiere todo de mí, no una fracción.  Y los farsantes fingen, dando fracciones.  ¡Al menos el pecador transparente sin Dios es honesto acerca de ser un pecador!  El farsante es, bueno, el mayor perdedor al final… porque él/ella “pensaba” que estaba bien”.  — Del artículo de DiosmíoJesús:  Antes de una buena taza de café

Si hemos sido sinceros y veraces en nuestro arrepentimiento con Dios, entonces nuestra vida seguramente lo mostrará.
— Del artículo de DiosmíoJesús: Dios te pide que te arrepientas

“Esta comisión te confío,
hijo Timoteo,
conforme a las profecías 
que antes se hicieron en cuanto a ti,
a fin de que por ellas
pelees la buena batalla,”
— 1 Timoteo 1:15-20

Basado en el artículo, Sincerity and Truth, publicado en inglés: 3 de enero, 2020.

PARA MÁS:
Yo, cuando muera… perdonado

El arrepentimiento en la Biblia

¿Cuánto es… suficiente?

Quien eres en Cristo… evidencia de un deseo sincero de seguirlo a Él con todo lo que eres.

Hechos 15:versículo 8
“Dios, que conoce el corazón,
les dio testimonio
dándoles el Espíritu Santo,
al igual que a nosotros;”

y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.¹⁰ »Ahora pues, ¿por qué tientan a Dios poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? ¹¹ Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, de la misma manera que ellos también lo son».

1. fidelidad: fidelidad …demostrada por la lealtad y el apoyo continuos.
2. Sinceridad: Hechos 2:46; 1 Corintios 5:8; 2 Corintios 1:12; 2 Corintios 2:17; 2 Corintios 8:8; Efesios 6:5; Colosenses 3:22.
3. “Hechos 15: versículo 8.  “Y Dios, que conoce y comprende el corazón, les testificó, dándoles el Espíritu Santo, como también a nosotros ; 9 y no hizo distinción entre nosotros y ellos, limpiando sus corazones por la fe [en Jesús]. 10 Ahora bien, ¿por qué estás probando a Dios poniendo un yugo en el cuello de los discípulos que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido soportar? 11 Pero creemos que somos salvos por la gracia [preciosa, inmerecida] del Señor Jesús [que nos libera de la culpa del pecado y nos concede la vida eterna], de la misma manera que ellos “.