Así que había 2 hombres sentados en una cueva, perdidos, filosofando sobre lo que era esta cueva.
Uno dijo: Oye, descubrí esta nota aquí, dice: “Confía en mí – esta cueva es peligrosa. Sal ahora”. Me parece bien. ¡Y esos huesos parecen apoyar lo que dice la nota! Me voy.
El otro dijo: De ninguna manera, José. ¿Cómo puedes creer esa nota? ¡Y quién sabe qué pasó con esos huesos! Yo me quedo. Y además, aquí se está bien y cómodo.
José se fue, creyendo en la nota… siguió hasta encontrar un valle verde lleno de ríos y de comida.
Ike se quedó. Al día siguiente, el león arriba de él se despertó y se lo comió.
La historia ocurre todos los días. El mundo está lleno de Ikes, filosofando hasta la saciedad, inconscientes de su perdición, sin mirar las evidencias que les rodean y que los llevan a la seguridad.
¿Y tú? ¿Has examinado realmente las evidencias que Dios ha colocado a nuestro alrededor – que nos llevan a Él? La nota es la Biblia, y los huesos son las evidencias que nos muestran las realidades de Dios.
Basado en el artículo Religion and Philosophizing, publicado en inglés: 3 de enero, 2018.
PARA MÁS:
Deja un comentario