Jesús me salvó. ¿Te ha salvado a ti?
Puedes escoger a Jesús.
Dios promete que,
si lo buscas,
lo encontrarás.
Fuente: Jesús puede salvar tu alma para toda la eternidad
Dios está obrando en ti
¿Sabías que Dios está trabajando? Está obrando incesablemente dentro de ti y de mí y de todos los hombres sencillos hechos de lodo que Él sigue creando.
Dios está obrando en mí. Dios está obrando en ti. Está obrando en cada creyente sincero—todo el tiempo. 1Con Dios, la obra es incesante. El Espíritu Santo nos está limpiando durante esta vida.
Cada creyente sigue siendo trabajado por el Espíritu de Dios que se ha instalado en nuestro cuerpo. Este proceso continúa durante toda nuestra vida en la tierra – un proceso de renovación constante en el que “somos santificados”. Este es un trabajo constante de Dios en nosotros. Él “ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados ” [- Versículo 14 de Hebreos 10:14-25].
“Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.“ — Filipenses 1:6
No somos perfectos en acción, todavía. Más tarde seremos sin pecado, sí, pero ahora—no tanto. “Posicionalmente” somos legalmente perfectos en Su sistema de justicia, constantemente listos—para estar ante Él en Aquel día (versículo 18). ¡Aleluya! Pero estamos incompletos aquí en la tierra hasta que se nos dé un nuevo cuerpo en el cielo.
— Fuente: Cómo funciona la oración (en ingles)
“Porque por una ofrenda
Él ha hecho perfectos
para siempre a los que son santificados.“
[llevando a cada creyente
a la plenitud y madurez espiritual].
— Versículo 14 de Hebreos 10:14-25
“Dios (Jesús)no quiere que ninguno de nosotros permanezca bajo su sentencia de juicio. Él murió voluntariamente por tus pecados y los míos. ¿Ya estás ahí? ¿Le has elegido a Él?” — Fuente: Esto es la salvación en Cristo
Basado en el artículo The non-stop work of God inside you and me, publicado en inglés:11 de mayo, 2021.
PARA MÁS:
Creciendo en nuestra nueva vida en Cristo
Este artículo es parte de una serie acerca de La nueva vida de cada creyente en Cristo: Efesios 1
- Creciendo en nuestra nueva vida en Cristo
- La nueva vida en Cristo de cada creyente [Primera parte]
- Explicando la experiencia cristiana básica [Segunda parte]
Extremo hasta la enésima potencia
Lo que Dios hizo por el hombre
Esta es la salvación en Cristo
Jesús puede salvar tu alma por toda la eternidad
Al morir—nos vestimos de inmortalidad
Notas a pie de página
-
- Dios obra en nosotros por medio del Espíritu Santo quien reside dentro de nosotros, cada uno de nosotros.
1) En el reino espiritual, en Cristo somos “Posicionalmente” perfectos ante Dios, sin pecado ante el Trono de Dios. (Lee: Romanos 8:1; Efesios 2:3-9; Efesios 2:3-9)
Pero,
2) en la tierra, podemos fallar y pecar, ser… no tan perfectos. Por eso, Dios está trabajando en nosotros, para que lleguemos a ser, poco a poco, más y más maduros en Él.
¡Dios es Extremo hasta la enésima potencia Y ese poder extremo del Dios creador que actúa en nosotros—no puede ser obstaculizado, no puede ser detenido por nadie. Él es nuestro Dios sin paliativos.
- Dios obra en nosotros por medio del Espíritu Santo quien reside dentro de nosotros, cada uno de nosotros.
Lee: La mano de Dios.
Dios es sin paliativos.
¿ Lo has pensado alguna vez? El Dios que ha elaborado la Biblia—tiene fuerza y fortaleza sin paliativos, amor, misericordia y gracia, santidad y justicia. Nunca funcionará decirle a Dios, “¡cálmate!”
Nada mitiga a este Dios. Absolutamente nada lo suavizará, apaciguará o “arreglará”. ¿Por qué? Porque Él es perfecto y completo en todo lo que es.
Lo que es tan maravilloso
es que Dios desea que nosotros,
pecadores,
estemos con ÉL
en Su Reino.
— Fuente: Nuestro Dios incondicional (en ingles)
Para leer más a fondo: Acerca de Dios… estudios cortos acerca de Dios
Dios también actúa en los incrédulos, convenciéndolos del pecado y “atrayendo a todos hacia sí”. Poco antes de ser arrestado y crucificado (“levantado”), Jesús dijo,
- “Pero Yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a Mí mismo».33 Pero Él decía esto para indicar la clase de muerte que iba a morir.“ — Juan 12:32-33
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