Ser hijo – Dios Mio Jesus

Le doy gracias a Dios Todopoderoso millones por millones-millones-millones¹⁰ de veces por darme la oportunidad de ser un hijo en Su familia eterna. ¿Y tú? Piénsalo. Estoy en camino hacia un hogar celestial. “Este mundo no es mi hogar, solo estoy de paso”. ¹

Estoy muy agradecido. De acuerdo con el evangelio de Jesús, estoy ante ti, y ante Dios, y ante todos sus ángeles a mi alrededor, con un decreto de Dios mismo, sellado en su Libro de la Vida, que me otorga un estatus eterno e irrevocable en Su Reino – como Su propio hijo. He sido legalmente adoptado en Su familia para siempre. Me quedo tan asombrado cada vez que contemplo el asunto. ¡Vaya vaya vaya! ¡Vaya!

Dios cumple con Su palabra. Y Su palabra me dice que mi filiación es irrevocable. No es posible revocarlo, no hay anulación, nunca se retractará, nunca se cancelará, nunca se retirará, nunca se rescindirá, nunca se derogará, nunca se desmontará, nunca-nunca… se revertirá, se abrogará, se anulará, se contraordenará, se abjurará, se rechazará, se invalidará. Nunca.

Pero, ¿qué pasa con mis pecados después de aquel momento en el tiempo cuando acepté a Cristo?

¿Qué pensarías si cantara mal?
¿Te irías y me dejarías? ²

Los Beatles sabían que algunos podrían cancelar a alguien por …lo que sea, pero Dios no nos abandonará. Dios nunca cambiará su tono. Él es inmutable, santo y justo. Su Palabra es siempre la misma. Y Él ha prometido salvar. Nunca me abandonará.

“Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. “ — Romanos 8:1

“³⁷Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.³⁸Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ³⁹ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.“ — Romanos 8:37-39

¿Qué es lo que Dios ha declarado acerca de nosotros?

Dios nos ha condenado a todos a una eternidad sin su bondad, castigados para siempre a estar con Satanás en el infierno.
Dios ha preparado una manera para perdonar legalmente a cada uno de nosotros, individualmente, y declararnos Sus hijos perdonados. Lo único que es necesario es doblar la rodilla y reconocerlo como Señor, arrepentirnos de nuestros pecados, pedirle que nos perdone—y seguirlo.
Dios me ha declarado para siempre perdonado de todos mis pecados, perdonado de Su justa condenación, liberado del decreto de juicio contra mí—porque lo he aceptado como mi Salvador, confesado/arrepentido/y seguido. Nunca tengo que temer perder Su filiación, porque es Él quien me tiene en sus manos, no yo, que me aferro desesperadamente a Él por miedo al pecado y a la condena, a la muerte y a la condenación.
No puedo engañar a Dios. Él conoce mi corazón. Él conoce mis pensamientos. Me conoce mejor que yo mismo me conozco. ¿Cómo podría engañar a Dios haciéndole creer que soy sincero en mi arrepentimiento, cuando en realidad no soy sincero? Es totalmente imposible.

“¹⁹No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme,
teniendo este sello:
«El Señor conoce a los que son Suyos»
, y:
«Que se aparte de la iniquidad
todo aquel que menciona el nombre del Señor».
— 2 Timoteo 2:19

Estamos seguros en la salvación de Cristo. Pero hay que preguntarse: ¿Estás realmente salvado? ¿Estás siguiendo realmente a Cristo? ¿O estás siguiendo tu propia versión de lo que TÚ piensas?

No puedes engañar a Dios. Pero puedes engañarte a ti mismo. Puedes ser así de perverso. Pero no funcionará con Dios. Él conoce tu corazón. Mírate a ti mismo y pregúntate: ¿Qué de mí no es lo que Dios apoya?

“ ⁷No se dejen engañar,
de Dios nadie se burla;
pues todo lo que el hombre siembre,
eso también segará.
⁸Porque el que siembra para su propia carne,
de la carne segará corrupción,
pero el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna. “
— Gálatas 6:7-8

y todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriña las mentes y los corazones,
y les daré a cada uno según sus obras.“
— Apocalipsis 2:23

Acércate a Dios. Por lo menos, acércate a Él. ³ Búscalo con todo tu corazón. Él honrará eso – y se acercará a ti. Él hablará a tu corazón. Entonces, arrepiéntete de tu pecado, acepta a Jesús como Dios-encarnado, confiesa tu podredumbre, pídele que te perdone y te haga nuevo, y entonces… comienza a seguir a Jesús con todo lo que eres: todo tu corazón, alma, fuerza, mente y espíritu.⁴ A eso se le llama “nacer de nuevo” por Dios.

“No te asombres de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo “ (v7) — Juan 3:1-21

No se puede nacer de nuevo, ser salvo por Dios y ser hecho su heredero, y luego no seguirle. No es posible. Santiago dijo: “… así también la fe sin las obras está muerta “. Ver: Santiago 2:14-26

“Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto,
así también la fe sin las obras está muerta.“

No “digas” que eres cristiano (definición: el que ha nacido de nuevo y sigue obedientemente el evangelio de Cristo) sólo porque vas a una iglesia, o porque un día levantaste la mano para “aceptar a Cristo”, o porque de niño hiciste una oración a Dios.

Con Dios es más importante que nunca que “hagas” lo que “dices” que “crees”. Sin el hacer, ¡realmente no hubo salvación! Sin el hacer, el seguir… no había realmente la fe para salvarte. No te engañes. Porque “la fe sin obras está muerta”. (Santiago 2:26)

“También el que compite como atleta,
no gana el premio
si no compite de acuerdo con las reglas. “
— 2 Timoteo 2:5

Lo que haces es lo que eres. Dios nos ha llamado a arrepentirnos del mal. Pero si seguimos el mal, ciertamente no estamos siguiendo al Dios Justo. ¿Tiene sentido? ¡Seguro que sí!

Así que pregúntate acerca de ti mismo:

¿Qué de lo que soy no es lo que Dios quiere?
o
a a lo que Dios quiere?

Qué hay de mí,
quién soy, qué hago, qué practico, qué apoyo…

¿Qué hay en mí que no está bien alineado con las verdades de la Escritura? La Escritura nos fue dada por Dios para saber lo que Él considera aceptable o no. No depende de nosotros. Todo depende de Él. Él determina lo que es correcto.

Él nos muestra claramente en la Biblia—lo que es en esta vida que es desagradable a Él. ¿Conoces la diferencia? ¿Has buscado la verdad sobre tus prácticas y la palabra revelada por Dios sobre ellas? Pregúntate a ti mismo:

¿Qué apoyo en mi vida, que es contrario a lo que Dios apoya?

¿Qué hago?
¿Qué creo?
¿Cuáles son mis acciones?
¿Qué apoyo?
¿Cómo voto?
¿Para quién voto?
¿A qué dono mi dinero?
¿A dónde van mis pies?
¿Soy como Jesús? ¿o por lo menos intento ser como Jesús?

¿Toleras el mal? ¿Estás de acuerdo con el mal de los demás? Dios no está de acuerdo con el mal.

“‘Yo conozco tus obras, tu fatiga y tu perseverancia,
y que no puedes soportar a los malos,
y has sometido a prueba
a los que se dicen ser apóstoles y no lo son,
y los has hallado mentirosos.“
— Apocalipsis 2:2

SI JESÚS NO ESTÁ COMPLACIDO
Si Jesús no está contento contigo, con tu estilo de vida, con tus prácticas, con tus declaraciones, con lo que apoyas con tus votos y con tus donaciones, con tus creencias, y con el lugar al que van tus pies… entonces, ¿se puede decir realmente que le estás siguiendo? Yo creo que no.

Los cristianos nacidos de nuevo pecan, por supuesto, y cometen errores, y a menudo piensan muy mal. Pero si los pecados y el pensamiento contrario a Dios es un patrón, si esa es tu práctica, entonces la Escritura dice que no has nacido de nuevo.

Hay una gran diferencia entre el pecado de un creyente nacido de nuevo, y la práctica del pecado por una persona que vive en pecado. Si el pecado es algo normal y aceptado en tu vida, y/o si apruebas de corazón la práctica de lo que la Escritura condena, entonces, según la Biblia, “…Sabemos que el juicio de Dios justamente cae sobre los que practican tales cosas …”

Romanos 1:32
“Ellos, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican. “

Romanos 2:1-3
“ Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas. ²Sabemos que el juicio de Dios justamente cae sobre los que practican tales cosas. ³¿Y piensas esto, oh hombre, tú que condenas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, que escaparás del juicio de Dios? “

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos dicen que nos “probemos” a nosotros mismos para asegurarnos de que estamos realmente en la fe. ¿Crees que eso hace que sea importante hacerlo? Claro que sí. Dios no pondrá mucha credibilidad únicamente en tu testimonio en Aquel día. Más bien, es el registro de tu vida como Él lo ha visto lo que se revelará contra ti, si no has nacido de nuevo verdaderamente.

Claro, únicamente Dios es el último Juez. Pero, nos debemos juzgar ahora mismo. ¿Te acuerdas de esta cancioncita?

… si se parece a, si huele a… ¡entonces ha de ser!

Examínate:

“Pónganse a prueba para ver si están en la fe.
Examínense a sí mismos.
¿O no se reconocen a ustedes mismos
de que Jesucristo está en ustedes,
a menos de que en verdad no pasen la prueba? “
— 2 Corintio 13:5

“…..Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, …. “
— 1 Corintios 11:28

No seas tonto, pensando que tu maldad está bien. ⁵ Si apoyas el mal: ¿estás siguiendo realmente a Cristo? ¿Apoyaría Cristo lo que tú apoyas? ¿…lo que practicas? ¿…lo que sigue tu estilo de vida? La Escritura dice: NO.

LA SALVACIÓN ESTÁ EN CRISTO—PARA AQUELLOS QUIENES LO SIGUEN

que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor,
y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos,serás salvo.
¹⁰Porque con el corazón se cree para justicia,
y con la boca se confiesa para salvación.
¹¹Pues la Escritura dice: «Todo el que cree en Él no será avergonzado».
¹²Porque no hay distinción entre judío y griego,
pues el mismo Señor es Señor de todos,
abundando en riquezas para todos los que le invocan;
¹³porque: «Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo».
— Romanos 10:9-13