No escogí una religión… elegí un estilo de vida que sanó mi espíritu

Artículo por Siouxsan Robinson – Mtay S5,n dphuo2f0lhns2ohrediifr0

“No escogí una religión”

Hace años, cuando me convertí por primera vez en creyente en Jesús, recuerdo a mi madre, una superviviente de una Escuela Recidencial, gritándome, llamándome traidora y preguntándome por qué había elegido una religión que hacía daño a mi pueblo.

La verdad es que no elegí una religión. . . elegí un estilo de vida que sanó mi espíritu. Puedo prescindir de la religión, pero no puedo prescindir de Jesús.

Sí, amo a Jesús y amo nuestro estilo de vida nativo. No voy a negar lo que creo porque otra persona lo desapruebe. ¿Cómo puedo negar a un Creador que ha sido tan bueno conmigo?

22 años después, mi mamá ama a Jesús y dice: “Ojalá nos hubieran presentado a este Jesús real en esas escuelas. Habríamos prosperado mucho. He encontrado al verdadero Jesús”.

“Elegí un estilo de vida que sanó mi espíritu”

Muchas personas han tratado de hacerme sentir avergonzada por mis creencias, pero obviamente no entienden el misterio. Si lo hicieran, entenderían y sabrían que esto no viene de este o aquel pueblo. Es algo completamente espiritual, que conecta nuestras almas con el Creador.

“Puedo prescindir de la religión,
pero no puedo prescindir de Jesús”.

He conocido a fariseos cristianos y nativos que han causado más daño con sus acciones y palabras. Ellos confunden y dividen a la gente con sus palabras de condena.

El Creador dice que puedes reconocer a su gente por sus frutos, que son amor, alegría, paz, amabilidad, bondad, fidelidad, gentileza y dominio propio