La obra de salvación de Dios fue realizada por Jesús cuando bajó a la tierra: cuando se convirtió en el Hombre-Dios, cuando murió en la cruz, cuando fue sepultado, cuando resucitó de la tumba, cuando ascendió de nuevo al Cielo. Aleluya.
El momento de SI
El momento de Si, Al escribir sobre nuestra salvación por medio de Dios, el apóstol Pablo nos recuerda el momento del “si”. Lo trae de vuelta al momento de nuestra experiencia de salvación, diciendo “…si…”:
– Romanos 6:4-7 La Biblia de las Américas “5 Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección…”
La salvación en Cristo es más que enorme
Como una nueva persona en Cristo – comenzamos nuestro caminar como bebés creyentes. A medida que nuestra nueva vida en Cristo progresa, podemos permanecer como bebés inmaduros en Cristo. Podríamos seguir siendo bebés, tal vez incluso llegar al Cielo con nuestras ropas humeantes.
Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por siempre
Todos los santos, nacidos de nuevo antes de morir (u, obviamente, antes del Rapto), incluyendo los “santos de la Tribulación”, reinarán en esos mil años sobre la tierra (el gobierno del Milenio de Cristo): “vi tronos” y que le fue dado “autoridad para juzgar”, también dijo “vi las almas de aquellos que habían sido decapitados… no habían adorado a la bestia… no habían recibido la marca… Volvieron a la vida, y reinaron con Cristo durante mil años”.