Qué tranquilidad, estar acostado aquí por la noche, sabiendo que todo está bien con Cristo mi Señor. Qué sentimiento tan increíblemente sereno y relajado tengo en mi alma interior.
La Biblia me dice que estoy bien con Dios. He nacido de nuevo. Ahora soy una nueva criatura, cambiada por Dios, hecha completamente nueva, y no tengo nada que temer, porque Dios es mi Salvador. No necesito nada más, porque Dios mismo me ha hecho Su hijo.