“Vamos a ir al cielo – porque Dios llamó nuestra atención y nos arrepentimos. Ahora hemos nacido de nuevo porque su sacrificio nos hace elegibles para ser llamados sus hijos. No viene de nosotros. Viene totalmente de Él. Todavía somos humanos pecadores en nuestra carne. Pero nuestro gran alivio ahora, es que esperamos el Día en que estaremos sin pecado en la práctica el 100% del tiempo”.
Cómo seremos en el Hogar de Dios en el Cielo
En el Cielo Hogar de Dios seremos imperecederos, incorruptibles… amando a Dios para siempre “con todo lo que somos”.