Lo que Dios hizo para cada uno de nosotros
Como el pecado nos separa del Dios Santo, Dios mismo tuvo que hacer algo para remediar nuestra existencia “sin posibilidades de ganar”. Dios nos condenó a todos al infierno a causa del pecado. Sin embargo, como nos amó tanto, proporcionó una manera de perdonar todos nuestros pecados (Juan 3:16-17) y prepararnos para el Cielo.