Los falsos maestros enseñan lo que en realidad es irreal. Se han convertido en apóstatas, siguiendo su propia “verdad imaginaria”. Se desvían de lo que Jesús enseñó, de lo que los apóstoles escogidos por Jesús enseñaron, y de lo que el Antiguo Testamento nos enseña. La Escritura nos advierte que no caigamos en sus mentiras.
La Puerta al Cielo
No es una puerta cualquiera. La entrada a lo Eterno es más que una fabulosa puerta nacarada. 1 El Umbral El Cielo es el Hogar de Dios, y por lo tanto, naturalmente requiere permiso para entrar. Necesitamos absolutamente de un Salvador — para poder cruzar al…

