Si un día te encuentras delante de Dios (¡Vaya! ¡Qué idea!) ¿Quieres que Él te acepte? Tienes que quererlo, Yo pensaría que todos quieren que Dios los acepte, que a Él le guste quienes somos, ¿estás de acuerdo?
Salmo 51. Lávame. Purifícame.
Un Salmo por el Rey David. El profeta Natán vino a él, después de haber seducido a Betsabé. Salmo 51 Nueva Biblia de las Américas Versículo 1 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia; Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones. 2 Lávame por completo de mi maldad, […]