En el sistema de justicia del Trono de Dios, la humanidad ha sido condenada eternamente porque todos estamos lejos de Su perfección. ¿Cómo pudo Dios permitir el pecado en Su Santo Reino? Por eso, para que Dios pueda perdonar a cualquier persona, tiene que haber una provisión para que Su justicia redima legalmente a cualquier persona caída. Es por eso que Jesús vino a la tierra.
El momento de SI
El momento de Si, Al escribir sobre nuestra salvación por medio de Dios, el apóstol Pablo nos recuerda el momento del “si”. Lo trae de vuelta al momento de nuestra experiencia de salvación, diciendo “…si…”:
– Romanos 6:4-7 La Biblia de las Américas “5 Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección…”
La salvación es cuestión de Dios
La salvación viene de Jesús, no de ningún otro lugar ni de nadie más: no de la religión, no de alguien que se hace llamar profeta, no de ningún líder de iglesia, no de tratar de ser lo suficientemente bueno para Dios, no de ningún esfuerzo o gran cosa que puedas hacer…
Su debida sentencia
Sin Cristo todos debemos comparecer ante El Juez de Todos para recibir Su santa justicia, Su debida sentencia. 18 Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión…
Acerca del cielo
… una serie acerca del Cielo “¡Cuando aceptamos a Cristo, todo el universo se convierte en nuestro dominio familiar! Nos convertimos en hijos de Dios Creador. En un instante, en ese mismo momento en que confesamos a Dios y nos arrepentimos de nuestra pecaminosidad, y…
La Vía Romana
Los versículos bíblicos a lo largo del libro de Romanos presentan las buenas nuevas de Jesucristo: ¿Por qué necesitamos el perdón de Jesús? ¿Qué tiene de malo el “pecado”? ¿Por qué le importa a Dios? ¿Qué tengo que hacer para ser “salvo”? ¿Es cierto que me escucha Dios? ¿Qué hago después de aceptar a Cristo?…
El tiempo como realmente es
El tiempo que se tarda en pasar de la tierra a la presencia de Dios es instantáneo. No hay que esperar en la siguiente dimensión a que termine el tiempo en la tierra, no hay punto medio de reunión, no hay Purgatorio. Será una experiencia instantánea para toda la humanidad que haya vivido. Al momento de morir, nuestra alma abandona instantáneamente nuestro cuerpo terrenal, y al instante estamos “del otro lado”.