Estoy pensando en la oportunidad de ser salvos gracias a lo que Jesús hizo por nosotros. ¡Estoy pensando en lo que Él hizo! Y estoy pensando en su insondable y asombroso amor por ti y por mí. ¿El que viniera a la tierra a morir por nosotros? ESO es amor. El Dios todopoderoso y omnisciente nos está pidiendo que nos arrepintamos. Ese amor extremo de Dios, y Su Santidad, exige una rendición de cuentas.
El Reino de Dios es muy exclusivo, muy lujoso, muy especial
La entrada al Hogar de Dios en el cielo va a ser—¡Oh, muy sorprendente! ¡Maravilloso! Imagina estar con nuestro amoroso Dios lleno de misericordia y gracia—por toda la eternidad.