Cubierto por el Espíritu Santo y Sus ángeles. El mundo espiritual está sujeto a Dios. Y Dios reside dentro de nosotros. Así que, desde nuestro renacimiento espiritual – vivimos con todas las dimensiones espirituales cubiertas por el Espíritu Santo y Sus ángeles. Estamos protegidos por Dios Todopoderoso. Nosotros mismos no somos poderosos en y por nosotros mismos, pero somos “divinamente poderosos”: “…porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo” (1 Juan 4:4).
Mantente fiel — por fidelidad a Cristo
Si confrontamos la muerte porque tenemos fe en Cristo, podemos tener confianza sabiendo que Él está con nosotros por toda la vía. Solo Él es nuestra esperanza. “No deben tener miedo” (Lucas 12:4). En el momento de nuestra muerte – nos vestimos de inmortalidad.