FOTO: Restauración de un motor Vespa P150 de los 1970s Introducción El Señor te puede restaurar, incluso mejor que esta vieja Vespa. ¡Pero primero tienes que ser una Vespa! Dios no “restaura” a los perdidos. Él los hace una nueva criatura. ¡Él…
¿Lo conoces a Él?
¡Dios mismo vino a la tierra
como un hombre, Jesús!