Como simples seres humanos, estamos envueltos en el torbellino de la batalla entre el bien y el mal. Nos guste o no, esa es la realidad dentro de este mundo que Dios creó. Debemos recordar que es Dios quien nos creó, no nosotros mismos. Tenemos la obligación, por Dios, de elegirlo a Él, el Bien, o continuar esclavizados por el Mal.
La fe vencedora de los seguidores de Cristo Jesús
Una “fe sin fe” Si no tenemos fruto real (como resultado de la salvación), que debería estar dando evidencia de “nuestra fe”, entonces nuestra supuesta fe en Cristo no es fe en Cristo en absoluto. Es falsa. Es una “fe sin fe”. Sin valor.

