Cáncer de Mama
Me gustaría compartir mi aventura contigo. Tantas veces cuando hay adversidades sentimos solos y desesperados. Estoy aquí para asegurarte que no estamos solos. Jesús nos dice en Mateo 28:20 que él estará con nosotros siempre.
Mi testimonio empezó en noviembre de 2.000 cuando sentí una masa en el seno izquierdo. Yo tenía una mamografía programada. Una mamografía es dónde el médico toma una radiografía o un fotógrafo de sus senos. El resultado no mostraba síntomas. Un par de meses pasaron y vi hoyuelos en el seno donde tomaron fotos. Entonces llamé el Doctor por teléfono y él me envió a ver un cirujano quien me examinó y me envió para hacer otra foto. Tomaron varias fotos y una mamografía. Se hicieron una biopsia donde el médico extrajo liquido para ver si lo era cáncer o no. Ambas cosas confirmaron que yo tenía el cáncer de mama. El médico me decía que yo necesitaría una vasectomía la cual es quitarse el seno. La quimioterapia es una forma de veneno para matar las células de cáncer y la terapia de la radiografía consiste en una dosis muy intensa de la radiación al área afectada para matar células cancerosas.
Temor y ansiedad llenaron mi corazón. Sentí como estuviera en medio de un mar oscuro
Creo en la palabra y creo que sobreviviré.
Entonces el 15 de Junio, cinco semanas después de la cirugía yo empecé la quimioterapia.
Catorce días después de la primera quimioterapia empecé a perder mi pelo lo cual es normal porque las drogas afectan las células que crecen rápidas. No quería mirarlo caer así que mi hijo mayor lo cortó todo. Después compré una peluca, un par de pañuelos y un sombrero para mujeres. No me gustaba a mi apariencia pero una vez más el Señor me enseñaba de aceptar mi apariencia por lo que yo era y no por lo que yo apareciese.
Una vez los tratamientos de la quimioterapia terminaron estaba enviada a ver otro médico quien me asignó de tratamientos de la radiografía. La radiografía consiste en un rayo como láser que esta enviado a un área del cuerpo para matar células de cáncer que quedaron en la superficie. Los tratamientos de la radioterapia fueron por 6 semanas menos dos días del fin de semana. El tratamiento sólo duraba 15 minutos. Y la radiación fue más fácil que la quimioterapia. Yo sentí más a gusto subiendo a la mesa de la radiografía.
Existen afectos secundarios de la quimioterapia y la radiografía que pueden ser resueltos por una dieta sana y la medicina. La crema de Alovera me ayudó mi estomago y yo hacia un batidos con arándonos y plátanos y añadí semillas de lino molido. Hay que comer mucha fruta y vegetales. Y hay que descansar mucho.
Otro problema que puede aparecer es la limfodemia. Es un hinchamiento en el brazo donde los nódulos linfáticos han sido quitados. Hay que hablar con el médico sobre esto porque se puede tratar este problema y controlarlo.
Es un sentimiento extraño después de meses de los tratamientos de sentirse liberada de la rutina. Pero después de ver el médico cada tres meses para hacer un cheqeo es un alivio difícil explicar.
El Señor me dijo en el principio todo esto en el libro de Isaías 42:9, “He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes, que salgan la luz, y os las haré notorias”. Han pasado cinco años (2006) y su verdad me ha llevado. Tengo canas por la cual estoy agradecida. Y también tengo ropa nueva y joyerías que hacen juego debido todo que me ha pasado. Pero lo mejor es que aprendiera vivir cada día como si fuera mi última y confió en cada palabra que Jesús dijo. No soy una estadística. 1 Cor. 2:5 dice que nuestra fe no esta fundada en la sabiduría humana sino en la Palabra de Dios.
El problema pasaría cuando veamos Dios en todo. Bendiciones…
Traducido por Dennis Swick
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