Dios es mas sabio que sabio, por lo tanto, cuando crea el sexo y la sexualidad, la coloca en nuestros cuerpos para que se manifestara mediante un ciclo de respuestas sexuales placenteras. Una de las funciones de los actos sexuales de los esposos, es que ellos son placenteros. Y no hay nada de malo, sucio, pecaminoso, prohibido, en los placeres sexuales que los esposos se producen durante sus actos sexuales legítimos en el matrimonio. Por lo contrario, toda pareja debe aprender adecuadamente a disfrutar el ciclo de su respuesta sexual cada vez que tiene actos sexuales en el matrimonio. El placer erótico o sexual que los matrimonios se producen durantes sus actos sexuales es agradable, bueno y legitimo. Cuando Dios crea a los seres humanos, “varón y hembra los creo”. Es decir, que los crea con la capacidad innata y natural de producirse placer erótico o sexual que emana de los cuerpos “masculinos y femeninos, varones y hembras” creados por Dios.
La primera fase en este ciclo de la respuesta sexual humana es la excitación o el deseo. Los cuerpos de los esposos necesitan estar excitados o tener deseos sexuales, para poner disfrutar sus actos sexuales. Veamos como llega este deseo sexual iniciar a los cuerpos de los esposos. La producción hormonal juega un papel importante. Mientras normalmente la esposa produce un ovulo por mes, un hombre saludable produce unos 50.000 espermatozoides por minuto. Los estrógenos, las testosteronas, los andrógenos motivan la excitación sexual. Los sentidos (oído, tacto, gusto, vista, olor) y la imaginación y la fantasia, también despiertan los deseos sexuales. Los deseos sexuales Dios los puso en el cuerpo, y son despertados con los instrumentos corporales e imaginativos de los esposos.
Durante esta primera fase del ciclo de la respuesta sexual, el pene se erecta, la vagina se humedece y los labios de la vulva y los pezones femeninos se crecen. Ademas, el clítoris se llena de sangre y erecta, los latidos del corazón y la respiración se aceleran en ambos sexos. Durante esta primera fase, los esposos experimentan una elevada tensión sexual, con expresión espiritual, emocional, psicológica y física. Esta tensión sexual produce placer emanado de los centros placenteros del cerebro. El pene, especialmente el glande, el clítoris y los labios inferiores y superiores de la vulva, contienen abundantes terminaciones nerviosas ligadas a los centros placenteros del cerebro. Hay muy pocas terminaciones nerviosas unidas a los centros placenteros del cerebro en el orificio de la vagina de la mujer. Mientras mas profundidad en el orificio de la vagina, menos terminaciones nerviosas ligadas a los centros placenteros existen. Esto deben tenerlo en cuenta los esposos, que erróneamente piensan y creen que el mayor placer sexual de sus esposas se encuentra en la profundidad de sus vaginas. El mayor placer sexual de la mujer se encuentra en las partes externas de su vagina, es decir, en su clítoris y en los labios inferiores y superiores de su vulva. En estos lugares es donde los esposos tienen que concentrar su atención, para producirle mayor placer sexual a sus esposas. El glande en el pene del hombre, equivale al clítoris de la mujer en término de placer erótico o sexual. Todo orgasmo pleno de la mujer es provocado por alguna estimulación de su clítoris. La misma regla se aplica al glande en el pene del hombre a la hora de tener su eyaculación u orgasmo masculino. En el glande del pene es donde se encuentran la mayor cantidad de terminaciones nerviosas ligadas a los centros placenteros del cerebro en los hombres.
La meseta es la segunda fase del ciclo de la respuesta sexual. Durante esta fase, el pene expele un fluido mucoso y se encuentra en su máxima capacidad de erección. Los labios menores y superiores de la vulva forman “una plataforma orgásmica” porque se crecen o “abomban”. La mujer, por tener la capacidad biológica de ser multi-orgásmica, es decir, ella puede disfrutar de varios orgasmos sin llegar a la cuarta fase o la fase de resolución, puede extender la fase de meseta mucho más tiempo que el hombre. La esposa puede quedarse en la fase de meseta, mientras su esposo le produce varios orgasmos. Cuando el esposo tiene su primer orgasmo, si desea un segundo tiene que empezar de nuevo por la primera fase: la excitación o deseo. Los hombres tenemos un “periodo refractario” (de descanso o caída) mas largo que las mujeres.
La cantidad y la cualidad e intensidad del placer sexual que la pareja se produzca durante sus actos sexuales, los esposos lo determinan en estas dos primeras fases del ciclo de la respuesta sexual. A diferencia de los animales y otras especies, donde la excitación o deseo sexual es instintiva y cíclica (periodos de estros sexuales), nosotros los humanos no solamente podemos provocar la excitación o deseo sexual, sino también que podemos disciplinarla.
Dios nos crea por medio de un acto creativo especial. A excepción de los humanos, todas las demás cosas fueron creadas con y por el poder creativo de sus palabras. “Y dijo Dios”. Los seres humanos somos el producto no de palabras creativas, sino de un acto creativo de Dios. “Y dijo Dios: Hagamos”. Por tanto, el sexo y la sexualidad son creaciones especiales de Dios para los humanos. Las fases de excitación o deseo y la de meseta, son los espacios en el ciclo de la respuesta sexual, donde las parejas despiertan el placer sexual que Dios puso en sus cuerpos. Los esposos deben disfrutar de estas dos fases del ciclo de sus respuestas sexuales sin miedo, sin culpa y sin vergüenza. El placer sexual en el matrimonio, es un acto creativo especial de Dios para que nosotros lo disfrutemos a plenitud.
En el próximo artículo tocaremos las otras dos fases del ciclo de la respuesta sexual el orgasmo y la resolución.
Créditos: Héctor y Clemencia Zorrilla son esposos, padres, pastores, psicólogos, conferencistas y escritores. Su seminario mas solicitado es: “Seminario Como Disfrutar la Sexualidad en el Matrimonio”. Ellos producen el programa radial y de TV “Que vivan los matrimonios”, y viajan con frecuencia invitados para dar charlas, seminarios, talleres, conferencias, retiros, sobre temas matrimoniales, familiares y de liderazgo. El último libro de su autor
ía publicado por Editorial Excelencia es “Recetas para Enriquecer tu Matrimonio: Cómo mantener las llamas del Amor”.
Pueden ser contactados a través de su página en Internet: www.MisionParaVivir.org
o este sitio: http://www.semanahispanadelmatrimonio.com/
o por email: hector.zorrilla@misionparavivir.org
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