¿Puede un cristiano ser poseído
por un demonio?
Para contestar esta pregunta hace falta definir ¿Qué es un cristiano? Hay muchas personas que usan el nombre “cristiano” pero en realidad según la Biblia ¿son cristianos?
Según la Biblia la definición de un cristiano es lo siguiente:
- La persona reconoce que es un pecador. Santiago 4:17 dice, “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” Entonces hacer algo que no está bien es “pecar” y la cosa es “pecado”.
- Romanos 3:23 dice, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,”
- Salmo 51:5 dice, “He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.”
- Al ser un pecador Hebreos 9:22 dice, “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.” Entonces según la ley, la deuda por pecar fue pagado con sangre.
- Hebreos 9:28 dice, “así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” Romanos 5:9 dice, “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.” I Corintios 6:19 – 20 dice, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Entonces vemos que por la sangre de Cristo nuestros pecados fueron pagados y estamos declarados justos por su sangre. Hemos sido comprados por el precio de su sangre.
- Efesios 1:13 dice, “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,” Entonces al creer que la sangre de Jesús pagó el precio por mis pecados soy declarado “justo” delante de Dios y Él me “sella” con Su Espíritu Santo que mora dentro de mi. Mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19).
- Al reconocer, admitir y confesar que soy un pecador (Éxodo 10:17-19; 1 Juan 1:9), que Cristo con su sangre perfecto (2 Corintios 5:21) pagó el precio por mis pecados en la cruz (Gálatas 3:13; 1 Corintios 1:23), y que ahora he nacido de nuevo (Juan 3:5-6; 2 Corintios 5:17 ) y el Espíritu de Dios mora en mi (Efesios 1:13: Romanos 8:9-11; 1 Corintios 3:16; 6:19), soy declarado un hijo de Dios (Gálatas 4:5 ) y soy un cristiano (Hechos 11:26).
- Mateo 7:22-23 dice, “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”
- Mateo 13:29-30 dice, “El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.” Entonces en Mateo 7 y en Mateo 13 vemos que hay personas que dicen que son “cristianos” pero realmente no son cristianos sino son cizaña. Realmente no son hijos de Dios sino bastardos (Hebreos 12:8).
Ahora que soy un cristiano, ¿puede un demonio vivir dentro de mí?
Sé por lo que Efesios 1:13 enseña que el Espíritu de Dios mora en mi. Estoy sellado con Él. Mi carne es su templo (1 Corintios 6:19). Entonces parece poco probable que el Espíritu Santo permitiría un demonio a poseer la misma persona en que Él habita. (1) Pero vamos a ver otros versículos:
- Lucas 4:33 – 35 dice, “Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.”
- Lucas 8:27-33 dice, “Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.) Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él. Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.”
- Mateo 17:14-18 dice, “Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. Respondiendo Jesús, dijo! Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora.” Vemos en Lucas 4, 8, y Mateo 17 que los demonios controlan los pensamientos y acciones de otros.
- Efesios 6:10-18 dice, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad., pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;” Entonces vemos aquí la armadura espiritual para luchar contra las potestades espirituales (los demonios) pero en estos versículos q
ue no enseñan que debemos “echaron a los demonios” de un creyente. - 1 Pedro 5:8-9 dice, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” En estos versículos tampoco vemos la enseñanza de “echar a los demonios” de un creyente sino dice “resistirles en la fe”.
- Santiago 4:7 dice, “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Y este versículo dice lo mismo en “resistirle” no “echar fuera”.
- 1 Juan 4:4 dice, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” Y este versículo es el más convincente de todos porque dice que “mayor es el que está en vosotros (el Espíritu Santo) que está en el mundo (Satanás y sus demonios)”.
Conclusión
Un creyente en Cristo (cristiano según la Biblia) no puede ser poseído por un demonio.
Fuente:
1. http://www.gotquestions.org/Christian-demon-possessed.html
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