Para ser salvo,
….
¿hace falta arrepentirse?
El predicador Paul Washer dice, “Lo que usted necesita saber es que la salvación es por la fe, y solo la fe en Jesucristo. Y solo la fe en Jesucristo está precedida y seguida del arrepentimiento, o un apartarse del pecado. El arrepentimiento es el odio a las cosas que Dios aborrece y un amor por las cosas que Dios ama. ” (1)
Existe un ataque contra Paul Washer. Él dice que hace falta el arrepentimiento y el argumento dice que esto es una “obra”. Este ataque dice que en la declaración arriba, Paul Washer requiere sutilmente un estilo de vida sin pecado para ser salvo. (2)
El argumento dice, “En el Evangelio de San Juan menciona la palabra “creer” unas 85 veces; pero la palabra “arrepentirse” nunca aparece. La salvación es el recibir y no dar. Es por la fe y no por las obras. La vida eterna es un don gratuito de Dios, que se ha pagado por la preciosa sangre de Jesucristo. El hombre no tiene parte en el regalo gratuito de la salvación excepto para creer en el Señor Jesucristo (Hch. 16:31). Dicen que la salvación es gratuita y no requiere las obras de arrepentirse”. (3)
El acusador de Paul Washer dice, “simplemente estoy diciendo que nuestra salvación no depende de tener que renunciar a nuestros pecados.” (4)
Pero en realidad ¿se puede ser salvo sin el arrepentimiento?
El arrepentimiento, en Hebreo תשובה, significa “volver”. Es dejar el pecado el cual es la violación de los mandamientos de Dios (Éxodo 20) . En griego es μετάνουια y quiere decir “cambio de mente”. “Se expone la demanda de parte de Dios sobre el hombre en Mt. 3:8; Lc. 3:8; Hch. 20:21; 26:20. …En el NT el tema tiene principalmente referencia al arrepentimiento del pecado, y este cambio de mente involucra tanto un apartarse del pecado como un acercarse a Dios. La parábola del hijo prodigo (Lucas 15:11-32) es una ilustración notable de esto.” (5)
La palabra “arrepentíos” se encuentra cuarenta y cinco veces en la Biblia; “arrepentimiento” veintiséis veces; “arrepentido” treinta y dos veces; “arrepientes” una sola vez; “arrepiento” cinco veces; “arrepentido” una vez; y “arrepentirse” una vez – un total de 111 veces en el Antiguo y Nuevo Testamento. La palabra en sus diversas formas se encuentra cuarenta y seis veces en el Antiguo Testamento sesenta y cinco en el Nuevo. (6)
La fe y el arrepentimiento son lo mismo. No son dos decisiones distintas. Uno no puede confiar en Cristo como Salvador sin arrepentirse primero y cambiar su mente. El hecho mismo de que confía en Cristo para la salvación muestra que él ha cambiado su mente en cuanto al pecado, la salvación, y Dios. (7)
Dado que la palabra “arrepentíos” no se encuentra en absoluto en el Evangelio de Juan, y “arrepentimiento” se encuentra sólo dos veces en el libro de Romanos, y sólo una vez se utiliza en relación con la salvación, ¿debemos concluir que el arrepentimiento no es necesario para la salvación? (8)
Pues, ¡No en absoluto!
Puesto que Jesús no emplea la palabra “arrepentíos”, y dijo a Nicodemo (Jn. 3:3) cómo nacer de nuevo, podemos llegar a estas tres conclusiones: (1). El arrepentimiento no es necesario para la salvación; (2) El arrepentimiento es necesario para la salvación y Jesús no se lo dijo a Nicodemo para salvarse; o (3) El arrepentimiento es necesario para la salvación y está incluida en la palabra ”
creer” que Jesús usó una y otra vez en este capítulo. La conclusión correcta, por supuesto, es que el arrepentimiento es necesario para la salvación y está incluido en “creer.” Un hombre no puede confiar en Cristo sin arrepentirse. (9)
La palabra “creer”
La palabra creer es “PISTEUO” y significa “persuadido de”. Mateo usa el verbo en diez ocasiones, Marcos diez, Lucas nueve, y Juan noventa y nueve. (10)
Según el Analytical Lexicon of the Greek New Testament (Léxico analítico del Nuevo Testamento griego) por Friberg, Friberg y Miller, metanovia (μετάνουια) está usado “predominantemente en relación con un cambio religioso y ético en el modo de creer en cuanto a dos actos: arrepentirse, (cambiar de idea) y convertirse (Mat. 3:2)”. (11)
Conclusión
Es con el fondo del Antiguo Testamento (como en 2 Sam. 12:13 o 2 Cron. 33:12-13) en cuanto al arrepentimiento que Juan el Bautista dice en Mateo 3:2, “…Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. (12) El mismo énfasis estaba usado por Jesús y sus discipulos (Mat. 3:2; 4:17; Mk. 6:12). La idea principal es que uno se arrepienta y llega a ser como un niño para tener la esperanza de entrar en el cielo (Mat. 18:1-10). (13)
2 Pedro 3:9 dice, “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (14) O sea que Dios no desea que ninguno perezca, aunque habra muchos, pero quiere que todos se arrepientan de sus pecados y crean en Jesús (Jn. 3:14-17; 5:24; 6:29-47; 11:25-26; 20:31; Hchs. 16:31).
Fuentes:
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Ibid
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Ibid
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W.E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, a-d, Clie, 1984.
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Ibid
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Ibid
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Ibid
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W.E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, a-d, Clie, 1984.
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Ed. Merrill C.Tenney, The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, Vol. 5 – q-z, Zondervan, 1975.
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