MIS.110. Modelo Supremo de Misión
MODELO 4: Los Acontecimientos de la Encarnación: La cruz, la resurrección y la ascensión con sus posibles pautas para nuestra misión.
DIRECTORIO
INTRODUCCIÓN
Objetivos de Módulo 4
La encarnación y la muerte de Cruz
TAREA 4.1
TAREA 4.2
La encarnación y la Resurrección
TAREA 4.3
La encarnación y la Ascensión
TAREA 4.4
SUMARIO
PARA MÁS LECTURA
INTRODUCCIÓN
La muerte de un gran líder en la historia humana a veces ha sido motivo de la movilización de los seguidores en nuevos avances de la causa. Para los discípulos de Jesús, la muerte de Jesús inicialmente les causó no solo una tremenda y profunda tristeza, sino una consternación y gran miedo. El ministerio tan insólito, sus palabras tan excelsas se terminaron sobre un palo levantado entre cielo y tierra.. En el silencio de esa muerte, los soldados llegaron. Su misión era para quebrar las piernas de los que estaban sobre su cruz. No hicieron eso con Jesús, porque vieron que se había muerto. Uno, tomó la lanza y le clavó en el costado. Lucas, nos narra una expresión no común del centurión que estaba viendo mirando. El “dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.” (Lucas 23:47). En ese silencio de esa muerte, “Toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho”. Cuando no se escucharon las pisadas de la multitud que se retiraron, el silenció volvió. Las mujeres que seguían a Jesús en vida miraron de lejos. Llegó la comitiva que bajó el cuerpo de la cruz y lo preparó para la sepultura.
En ese momento, ¿Quién pensara que dentro de unas horas un ángel del Señor les anunciara a las mujeres que iban al sepulcro: “No temías vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor?” (Mateo 28:4,5)
El insólito de Jesús seguía. Radical realmente, por el hecho de una resurrección de cuerpo después de una muerte atroz. Y, un milagro de una ascensión. La audacia divina, que cambia para siempre el destino para aquel quien clava su fe en Aquel que fue muerto y luego resucitado.
En este módulo hacemos la pregunta, ¿cuáles son pautas misionales para los seguidores del Cordero de Dios que vemos en esa muerte de cruz, en su resurrección y la ascensión?
OBJETIVOS DEL MÓDULO 4
Reflexionar sobre los eventos de la cruz, la resurrección y la ascensión de punta de vista de misioneros de campo en el momento presente.
Permitir que el Espíritu Santo de Jesucristo nos mueva nuevamente a una consagración total de vida.
Articular nuestra misión en términos de la cruz, resurrección y ascensión.
La encarnación y la Muerte de Cruz
Ven conmigo a contemplar la escena. Fue de mañana temprano cuando llegó la compañía de gente al lugar de la calavera. Un lugar tenebroso. Eran como una horda salvaje. Se presentían los aires de la muerte. . Nada hermosa. Ya el aire estaba lleno de tierra con las pisadas de las personas moviéndose hacia el lugar. La tierra se levantaba también de los presos arrastrando sus pesadas cargas – los palos que iban a ser instrumentos de la muerte. El sudor estaba mezclado ya con la sangre, sangre de una espalda que había recibido el látigo feroz y sangre de una frente supurando de las heridas de la corona de espinas. La sangre salpicaba, dejando manchas en las túnicas de los que caminaron de cerca..
Las palabras que se escucharon no alentaron mucho. Eran palabras de mofa, de burla, de desprecio y hasta odio. La brutalidad de los militares, los empujones, la imposición de la fuerza y las órdenes a cumplir entraron entre ese murmuro de gente. También estaban las palabrotas, las blasfemias, y la suciedad de boca, especialmente de uno de los condenados. “¡Saca su ropa para este lado! ¡No le deja nada!” “¡Échalo aquí!” fueron las órdenes del centurión. Dejaron caer el palo grande del travesaño. “Póngale encima y estire sus manos. ¡Rápido!” Cuando se escuchó el sonido de metal de la maza que bajó con furia y fuerza sobre el clavo rudo en la mano extendida, todo lo demás se quedó en silencio. ¿Hubo llanto de la víctima en ese momento de dolor tan terrible? El silencio de la víctima principal les asombraba. Él rehusó beber la droga que podría mitigar ese terrible dolor.
“¡Arriba, ahora!” Y entre varios el palo fue levantado con el uso de las sogas y atado arriba. La tabla con su causa fue clavada encima de su cabeza. No faltó nada mas que clavarle los pies al madero. ¡La maldición y la hora de las tinieblas! Crucificado, clavado, colgado y hecho como un espectáculo de tortura y de muerte fue el Hombre central de toda la historia humana. ¡Qué tremendo!
Algunos se acordaron de sus palabras a poco tiempo antes de esa hora,
“Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” (Jn. 12:32). ¿Cómo será esa atracción en medio de tan horrible escena de muerte? ¿Qué significado tiene la muerte de un judío acusado de blasfemia? ¿Fue porque se había puesto a sí mismo en un lugar de privilegio para con el Dios grande? La respuesta viene, por lo menos en parte, por las mismas palabras que se escucharon de sus labios cuando estaba sobre esa cruz.
EL PERDON – “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lc. 23:34).
LA ESPERANZA – “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lc. 23:43).
EL CONSUELO Y LA PROVISIÓN– A María: “Mujer, he ahí tu hijo.” Al discípulo: “He ahí tu madre.” (Jn. 19:26,27).
EL HOLOCAUSTO Y LA OFRENDA POR LOS PECADOS – “Elí, Elí. ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mt. 27:46).
LA ANGUSTIA – “Tengo sed”. (Jn. 19:28).
EL CUMPLIMIENTO – “Consumado es”. (Jn. 19:30).
LA ENTREGA – “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. (Lc. 23:46).
El testimonio del centurión, quien estaba mirando a la cruz en ese momento fue: “Verdaderamente este hombre era justo”. (Lucas. 23:47).
TAREA 4.1 A manera devocional, escribe una oración usando la escena de la cruz para compartir con el grupo de esta clase mediante el foro.
TAREA 4.2 Usando el documento La Encarnación y la Muerte de Cruz en lista cinco textos bíblicos que te llaman a ti la atención en este momento sobre facetas del sacrificio de Jesucristo y su cruz.
El modelo de la encarnación tiene como su centro la cruz de Cristo. Con justa razón, pues, algunos han comentado que debemos ser marcados por la cruz. No sólo los misioneros, sino todos los discípulos y seguidores de Jesús. Siguiendo sus pisadas,. ¡¡¡MARCADOS POR SU CRUZ!!! ¿Qué podría significar esto en la vida misional?
Las expresiones de Pablo nos ayudan:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gá. 2:20).
La identificación con Cristo, aceptando el sacrificio de él como el sacrificio por nuestros pecados seguramente es parte de esa idea de ser marcado por su cruz. Toda mi maldad, toda mi iniquidad, toda mi transgresión, todo mi yerro y equivocación, toda mi desobediencia y rebeldía están clavadas en esa cruz. Me identifico plenamente con Jesús en su muerte por mis pecados.
Jesús murió por nosotros. La cruz fue demasiado real. Él entregó su vida sobre ese madero. La sangre corrió, y poco a poco su vida se iba hasta que exclamó en ese grito de victoria. Pero, ¡Qué hermoso significado esa muerte tiene para nosotros! Expiación, Propiciación, Ofrenda, Holocausto, Sacrificio, Substitución, Purificación, Paz, Reparación, Tomar la culpa, Fuente de gracia, Comunión, Puerta para vida. Todas estas palabras, algunas comunes y otras no tan comunes, expresan algo de la cruz de Cristo. En un sentido muy profundo, el Gran Misionero vino a entregarse y a morir, a morir por los pecadores. La obra misionera sigue ese camino de la cruz – camino de sufrimientos, de injusticias humanas, de contratiempos y de entrega de vida por los demás.
LA ENCARNACIÓN Y LA RESURRECCIÓN
Ningún ser humano estuvo presente en el sepulcro al lado de Jesús cuando Cristo se levantó de ese lecho de piedra. No sabemos si los ángeles estuvieran presentes tampoco. ¿Cómo fuera el momento? ¿Cuáles hubieran sido los movimientos iniciales? ¿Qué hubiera sentido Jesús a volver en sí desde la muerte? Sólo nos queda la imaginación, pero algún día hemos de poder preguntarle al Señor de ese momento de resurrección. ¡Qué tremendo hecho, como ninguno en la historia!
Nos imaginamos…
El silencio de la tumba, la ausencia de respiración, ningún movimiento de cuerpo.
La tierra, los lienzos llenándose del polvo.
La falta de aire, el lugar oscuro y cerrado.
Uno y otro insecto, las telarañas y el rastro pequeño de las hormigas
El olor a muerte aun con el incienso y las especias puestas por las mujeres.
La ropa del sepulcro puesta según la costumbre hebrea
El arreglo de cuerpo seguramente no echado así no más,sino demostrando el cuidado de Nicodemo y José de Arimatea.
La piedra grande y pesada sobre la puerta
Afuera las guardas haciendo la vigilancia, esperando que pronto pasen las horas
El sello del gobernador sobre la piedra para que ninguno sacara la roca
TODO CAMBIÓ CON LA RESURRECCIÓN.
Bajó el gran ángel del Señor, removió la piedra y se sentó sobre ella.
Luz como relámpago brillaba a las guardas
Hubo un gran terremoto
Las guardas tuvieron espanto. Temblaron y se quedaron inertes frente a los movimientos de piedra y tierra.
Unos de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales sacerdotes.
Los ancianos les dieron gran cantidad de dinero para que las guardas dijeran que los discípulos llagaron y hurtaron el cuerpo de Jesús.
Las mujeres recibieron la noticia del ángel, “No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos…”(Mateo 28:5,6)
Tres de las mujeres entraron al sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca y se espantaron. También él dijo, “No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Pero id, decid a los discípulos. . . (Marcos 16:6, 7ª)
La ropa de la sepultura se quedó atrás, sin el cuerpo.
Los lienzos sobre el lecho y el sudario enrollado aparte.
Vacía y en silencio estaba la tumba.
OTRA VEZ NOS IMAGINAMOS QUE SI LAS PAREDES DEL SEPULCRO TUVIERAN VOZ NOS HABLARÍAN:
*de las tinieblas del sepulcro con la puerta totalmente tapada
*del silencio del lugar que cambió con movimientos de vida
*de la posición “correcta” del cuerpo inerte y postrado con sus vendas
*del sacudir tan tremendo del terremoto con el polvo levantado
*de la Luz, del brillo de majestad
*del cuerpo del muerto que se levanta y que es transformado en vida
*de la ropa del sepulcro que cae y que es doblada sobre el lecho
*del ángel que llega todo resplandeciente
*de los primeros movimientos de Jesús, el levantado con respiración
*de cuerpo del muerto que se levanta y que es transformado en vida
*de la ropa del sepulcro que cae y que es doblada sobre el lecho
TAREA 4.3 A su juicio, y con la ayuda del documento La Encarnación y la Resurrección de Jesucristo , ¿cuáles son las razones que la resurrección es de suma importancia para la misión de la iglesia? Favor de comentar en el foro su respuesta. (No más de una hoja)
LA ENCARNACIÓN Y LA ASCENSIÓN.
¿Cuál es tu actividad misionera hoy, mi Maestro, mi Señor? ¿Cómo ministras, actúas, favoreces a tu empresa, que es la empresa del reino tuyo? ¿Qué nos podrías enfatizar con ese hecho hermoso que es la ascensión?
ESCENA UNO
Del pueblito Betania Jesús salió aquella mañana con los discípulos. Iba a ser su último día con ellos en presencia física después de la resurrección. Cuarenta días pasaron desde ese día de resurrección. Jesús se apareció en varias ocasiones con los discípulos. Ahora, llegó el último día.
Betania quedaba cerca de Jerusalén, a sólo tres kilómetros. También estaba cerca del camino a Jericó. Su nombre significa “casa de dátiles o casa de higos”. Quizás esa dulzura influenciaba a algunos de sus habitantes a la hospitalidad porque fue en la casa de Marta, María y Lázaro donde Jesús buscaba reposo durante la terrible semana de su pasión. También fue en Betania que Jesús tuvo una cena en la casa de Simón el leproso y él fue ungido con el perfume tan costoso.
Pero en ese último día, no muy lejos del pueblo, Jesús se detuvo con los discípulos. Mirando hacia la ciudad, Jesús les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre, el bautismo con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Hubo una pregunta de los discípulos. Deseaban saber si el Señor Jesús restauraría el reino de Dios a Israel en esos días. La respuesta fue tajante. “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potesta;.” (Hch.1:7). En vez de hablar de los tiempos, Jesús enfatizó con ellos su comisión, el poder del Espíritu en sus vidas y la envergadura de su misión. Les dijo:
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hch. 1:8).
¡Sus últimas palabras! Hubo un movimiento extraño. Les dejó con las bocas abiertas, porque se fue Jesús ascendiéndose, levantándose en el aire, suspendido como que no tuviera peso ni que la ley de gravedad operara sobre él. De esta manera se alejaba de sus discípulos. Sin ruidos, sin esfuerzos, sólo se ascendió. Nunca jamás habían visto cosa semejante. Cada ojo siguió su ascenso. Se fue alejando y una nube le ocultó de su vista. Todos trataron de verlo arriba. Ya no pudieron. Y con los ojos levantados hacia arriba, dos varones con vestiduras blancas se pusieron juntos. Les dijeron:
“Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hch. 1:11).
ESCENA DOS
¡Ya de regreso en el cielo! ¿Cómo hubiese sido ese momento de regreso . . . para los ángeles, para el Hijo o para el Padre? ¿Cuáles son las palabras para expresar algo de lo celestial, y tan más allá de nuestra experiencia? ¿Canto, celebración, alegría, regocijo, fiesta, danzas, alabanzas, bendiciones, exaltaciones, sonrisas, risas? ¿Y las palabras? ¿Hubo conversación o algún discurso? ¿Hubo algo de bienvenida, de felicitaciones, de cumplimiento perfecto de salvación, de todavía tareas a lograr o de una misión a cumplir por parte de aquellos seguidores en la tierra? Para Jesús fue la glorificación, la entronización a la diestra del Padre, y su exaltación
¿Cuáles son las enseñanzas principales para los misioneros transculturales que brotan de la ascensión? ¡Veamos!
EL CONTEXTO DE LA ASCENSIÓN: LUCAS Y HECHOS
El escritor del Evangelio de Lucas y del libro de Hechos es aquél que nos narra la ascensión. ¿Tendría el Espíritu de Dios un motivo para ello, siendo Lucas un gentil, un griego, y teniendo sus propósitos para gentes no judías? En el último capítulo de su Evangelio, notamos lo siguiente:
La postura de Jesús en el momento de su ascensión – la de bendición, “alzando sus manos,” (Lc.24:50).
La adoración de los discípulos.
El gozo de los discípulos y su vuelta a Jerusalén.
La continuidad en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. (Lc. 24:51-53).
Hay un reto para misioneros en esta clase de acciones. Muchas veces opera el pesar de separación como los discípulos lo tenían, especialmente después de su muerte. Ahora las cosas habían cambiado. Sabían que Jesús se había resucitado y estaba con vida. Ahora el reto consistía en el seguimiento de alabanza, bendición y gozo en Dios, en Cristo y en el proyecto del reino. ¡Esto de poder vivir en nuestra conciencia la bendición de nuestro Alto Dios quien triunfa! ¡Qué reto!
El mismo autor, Lucas, en sus palabras iniciales en el libro de Hechos nos amplifica aquellos momentos últimos de Jesús con sus discípulos. Entre esta descripción notamos:
El mandato del Señor “que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre” o sea el bautismo con el Espíritu Santo que Jesús les había prometido. (Hch. 1:4,5).
La pregunta de preocupación por parte de los discípulos sobre la restauración del reino a Israel, y la respuesta de Jesús en cuanto a que no les tocaba saber “los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;” (6,7).
La gran comisión como sus últimas palabras con ellos. (1:8).
La presencia posterior a su ascensión de dos varones con la promesa de su segunda venida. “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (11).
Señalamos como retos:
El bautismo con el Espíritu Santo.[1]
La tendencia humana, no bien fundamentada, de querer conocer los tiempos futuros en cuanto al reino, cuando necesitamos estar en la brecha de “dar testimonio” de la salvación, la vida eterna y un cambio de vida en Cristo.
La manera más adecuada para esperar la venida de Jesús es estar completamente involucrado en todo lo que implica de “dar testimonio” de la gracia y salvación en Cristo Jesús a las naciones.
TAREA 4.4 Con el documento (da clic al link para abrir el articulo)La Ascensión favor de dar tus consideraciones de aplicación misionera de la ascensión. Favor de dar una consideración especial en el ejemplo de Jesús en la intercesión.
SUMARIO
Las biografías de misioneros y misioneras nos han servido para darnos ejemplos verídicos de obra misionera. El apóstol Pablo está a la cabeza de una lista de personas que han seguido a Cristo como ejemplo nuestro. Por más que nos han servido, el ejemplo mismo de Jesucristo como el Gran Misionero debe de ser nuestro enfoque mayor de ejemplo y consideración. Hemos intentado en estos módulos a hacernos la pregunta, ¿cómo ilustra Jesús el modelo misionero nuestro a través de los cinco eventos en su vida de mucha significación, como ser el nacimiento, el ministerio, la cruz, la resurrección y la ascensión?
Reservamos nuestra consideración del evento del envío del Espíritu Santo para el modelo 6. Repasemos el diagrama dando clik en el siguiente link abre un PDF.: EventosDeSalavacion_diagrama_4
Antes de ver lo tremendo de la venida del Espíritu Santo de Dios en Pentecostés, tendremos oportunidad en el próximo módulo para la consideración de la Gran Comisión que Jesús dio a sus discípulos.
PARA MÁS LECTURA da clic en el siguiente link: EL MANIFESTO DE MANILA
[1] Tendremos un escrito sobre el ministerio del Espíritu más adelante en este trabajo. Solamente, aquí, afirmamos algo en que todos podrían estar en acuerdo – es decir, que todos los discípulos, y todos los misioneros que hubieran seguido a los primeros, hayan necesitado la plena acción del Espíritu de Dios en poder para dar testimonio. Es por él, es por su bautismo y llenura que tenemos la bendición de dar testimonio como Jesús nos dijo en Hechos 1:8.
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