Tomado de: Sturkie y Bear, Christian Peer Counseling (Consejería cristiana de iguales), Word Publishers, 1989. pp. 62-63.
A continuación una lista de las características de escuchar activamente.
- Ser atento y demostrar interés.
- Ponerse en el lugar del otro para entender lo que está diciendo (contenido) y cómo se siente (emoción) y el significado de la situación (valores).
- Mostrar entendimiento y aceptación a través de comportamiento no verbal (tono de voz, postura, expresión facial, contacto visual, y ademanes).
- Enunciar los pensamientos y sentimientos más importantes de la persona.
- No interrumpir, ofrecer sugerencias, o comentar problemas y sentimientos similares de la experiencia propia de uno.
- No discutir mentalmente con sí mismo (hablar contigo mismo).
- No antagonizar al que habla con juicios apresurados.
- Tener un deseo de escuchar. Alguien dijo que no hay gente no interesantes – ¡solo escuchadores desinteresados!
- Reaccionar apropiadamente. Responder con la cabeza, sonrisas, comentarios, y animaciones.
- Desarrollar una actitud que dice que el escuchar es divertido y que personalmente enriquece.
A veces un ser humano tiene una necesidad emocional de hablar como salida para pensamientos almacenados acerca de problemas o de buenas noticias. Una persona con estos sentimientos no quiere ser retado, juzgado, debatido, interrumpido, o desviado hacia un laberinto de detalles.
La persona está diciendo, “Por favor escúchame. Necesito compartir mis pensamientos y sentimientos. Necesito entenderme. Para eso necesito tu paciencia y tolerancia, porque tal vez no sea lógico, claro, correcto. Pero espera hasta que me haya expresado completamente antes de que me lo hagas ver”.
Tomado de:
Sturkie y Bear
Christian Peer Counseling
(Consejería cristiana de iguales),
Word Publishers, 1989. pp. 62-63.
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