La sabiduría de Dios se revela a través de nuestro buen comportamiento. Una persona sabia muestra su sabiduría espiritual por el buen comportamiento que produce su sabiduría (Santiago 3:13-18).
¿Eres espiritualmente sabio y comprensivo? Mira tu alma interior y tus acciones exteriores, las cosas que haces. Eso te dirá si eres espiritualmente sabio y comprensivo.
El mismo principio se aplica a quienes nos rodean: los que están en nuestra esfera de influencia, los que están en nuestra iglesia y los que están a la vista del público, como estrellas de cine, políticos, músicos y deportistas famosos. El comportamiento externo revela nuestra sabiduría interna o falta de ella, y nuestra capacidad para comprender o no comprender.
13 Si ustedes son sabios y entienden los caminos de Dios,
demuéstrenlo
viviendo una vida honesta
y haciendo buenas acciones
con la humildad que proviene de la sabiduría;
14 pero si tienen envidias amargas
y ambiciones egoístas en el corazón,
no encubran la verdad con jactancias y mentiras.
15 Pues la envidia y el egoísmo
no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios.
Dichas cosas son terrenales, puramente humanas y demoníacas.
16 Pues, donde hay envidias y ambiciones egoístas,
también habrá desorden y toda clase de maldad.
17 Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es,
ante todo, pura y también ama la paz;
siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás.
Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones.
No muestra favoritismo y siempre es sincera.
18 Y los que procuran la paz
sembrarán semillas de paz
y recogerán una cosecha de justicia.
Santiago dice que hay cuatro fuentes de la sabiduría (v. 15):
- de Dios: “la que proviene del cielo” (vv. 17-18)
- de lo terrenal (vv. 15-16)
- de lo natural: (vv. 15-16)
- de lo demoniaco (vv. 15-16)
¿De dónde viene tu sabiduría? ¡Buena pregunta! ¿Estás lleno de sabiduría de fuentes que son terrenales, naturales o demoníacas? O, ¿proviene la sabiduría que muestras por tu comportamiento – (“lo que proviene del cielo” v17-18), de Dios, de Su Palabra – de la Biblia?
El “conjunto de sabiduría” terrenal, natural y demoníaco produce sus propios comportamientos típicos, tales como: celos, ambición egoísmo, desorden y todo lo malo (v15-16), y celos amargos, ambición egoísta en tu corazón, arrogancia y mentiras contra la verdad. Guau, ¡no quiero ninguno de AQUELLOS en mí! Pero, bueno, sí, también lucho con esos …
No es tan difícil identificar qué tipo de sabiduría domina en tu experiencia personal. ¡Sólo examínate y verás qué tipos de acciones vienen de ti! Tu fuente de sabiduría es casi imposible de ocultársela a los demás, puesto que está a la vista: lo que haces, lo que dices, cómo vives, tu estilo de vida, lo que otros ven de lo que haces, de lo que dices.
Es popular excusar el mal comportamiento y criticar a cualquiera que esté discerniendo entre el bien y el mal. La sabiduría del mundo (terrenal, natural) no quiere que nadie distinga el bien del mal. El mundo natural llega, incluso, a redefinir el “bien” y el “mal”, legitimándose a sí mismo y excusando su maldad.
Es por eso que el apóstol Pablo nos exhorta fuertemente a cada uno de nosotros a “examinarse”. ¿Qué tipo de acciones (o falta de acción) vienen de ti en tu diario vivir? Es demasiado fácil manipular nuestro pensamiento y racionalizar las cosas para legitimar nuestros comportamientos. ¡Es aún más fácil simplemente no examinar nuestro corazón demasiado profundamente! Los humanos somos muy crédulos y sencillamente intelectualmente perezosos, características que hacen que sea demasiado fácil aceptar el estatus quo. Incluso podemos ser engañados por el mundo y decir lo que dicen, como: “solo déjenlo”, “todo está bien”, “no juzguen a nadie”.
Pero Pablo nos dice: ¡Sí, juezga! (… en el sentido de discernir; pero obviamente no en el sentido de “condenar”). Los seguidores de Jesucristo deben juzgar, discernir entre lo que es bueno y lo que es malo, lo que es aceptable ante Dios … y lo que NO es aceptable ante Él. Nunca se nos dice que juzguemos en el sentido de “condenar”. Dios será Quién condene más tarde. En este momento, en la tierra, Sus seguidores deben amar a los pecadores, no condenarlos o tener falta de amor hacia ellos.
¿Será posible que sean tan tontos?
Después de haber comenzado su nueva vida en el Espíritu,
¿por qué ahora tratan de ser perfectos mediante sus propios esfuerzos?
El “conjunto de sabiduría” terrenal, natural, demoniaca produce lo malo, los comportamientos mundanos.
Romanos 6:19 – se dejaron esclavizar por la impureza y el desenfreno, lo cual los hundió aún más en el pecado.
1 Corintios 3:3 porque todavía están bajo el control de su naturaleza pecaminosa. Tienen celos unos de otros y se pelean entre sí. ¿Acaso eso no demuestra que los controla su naturaleza pecaminosa? ¿No viven como la gente del mundo?
Judas 16 16 Estos individuos son rezongones, se quejan de todo y viven solo para satisfacer sus deseos. Son fanfarrones que se jactan de sí mismos y adulan a otros para conseguir lo que quieren.
Gálatas 5:16-21 … 19 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, 20 idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, 21 envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
Gálatas 5:26 26 No nos hagamos vanidosos ni nos provoquemos unos a otros ni tengamos envidia unos de otros.
La sabiduría espiritual, “la que proviene del cielo” (vv. 17-18) produce buen comportamiento:
Santiago 3:13-18 ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera. 18 Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia.
2 Corintios 1:12 12 Podemos decir con confianza y con una conciencia limpia que, en todos nuestros asuntos, hemos vivido en santidad[a] y con una sinceridad dadas por Dios. Hemos dependido de la gracia de Dios y no de nuestra propia sabiduría humana. Esa es la forma en que nos hemos comportado ante el mundo y en especial con ustedes.
Gálatas 5:22-23 … la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio.
Romanos 8:13 … si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa ….
1 Pedro 2:11 Queridos amigos, ya que son «extranjeros y residentes temporales», les advierto que se alejen de los deseos mundanos, que luchan contra el alma.
Gálatas 5:22-26 22 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, 23 humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí. 25 Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. 26 No nos hagamos vanidosos ni nos provoquemos unos a otros ni tengamos envidia unos de otros.
Me pregunto: ¿Cuáles comportamientos salen de tu vida, Keith? ¿Y qué de la vida tuya . . .?
Santiago 4:8
8 Acérquense a Dios,
y
Dios se acercará a ustedes.
Lávense las manos, pecadores;
purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo.
* Este artículo se basa sobre Being Wise & Understanding. publicado en inglés: Mayo 23, 2018.
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