Tu yo interior, ese hombre interior oculto (mujer interior, niño interior, niña interior… tu yo en tu interior) no es tan privado y secreto como la mayoría imagina. Para la gente – es privado. Pero para Dios, tu interior es un libro abierto.
Lo que realmente eres, por dentro y por fuera, es conocido por Dios. Jesús conoce tus pensamientos más íntimos, tu charla interior, tus racionalizaciones, tus verdaderas lealtades, lo que amas, todas tus creencias.
LOS PERDONADOS. Si luchas con el pecado, eso significa que no lo estás aceptando. Te encuentras rechazando el pecado, pero encontrando que tu carne te abruma. Los renacidos hacen eso. Hay una diferencia entre ser un pecador – versus vivir en pecado. Todos los creyentes nacidos de nuevo son pecadores, pero han rechazado el pecado al volverse a Cristo. Han sido liberados por Dios – de la condenación.
Por lo tanto,
ya no hay condenación
para los que pertenecen a Cristo Jesús…
– Romanos 8: versículo 1
LOS QUE ESTÁN BAJO CONDENACIÓN. Los pecadores que aceptan el pecado, que se conforman a su carne, en cualquiera de sus formas, permanecen aún bajo condenación:
5 Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. 6 Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz. 7 Pues la naturaleza pecaminosa es enemiga de Dios siempre. Nunca obedeció las leyes de Dios y jamás lo hará. 8 Por eso, los que todavía viven bajo el dominio de la naturaleza pecaminosa nunca pueden agradar a Dios.
– Romanos 8: versículos 5-8
Si te revuelcas en ella, eso significa que has aceptado el pecado. Y Dios te dirá en aquel día
23 Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.
– Mateo 7:23
»Si me aman, obedezcan[a] mis mandamientos.
– Juan 14:15
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Muy aleccionador, contemplar llegar aún estando en pecado – ante Dios Santo. Sería realmente horrible llegar allí, para luego escuchar a Dios Santo decirte: “…apártate de Mí…”. Pero aquí, de este lado de la muerte, nunca es demasiado tarde para confesar tu pecaminosidad, aceptar a Dios Jesús y Su perdón, y dejar que Él te cambie y te moldee como Su seguidor para siempre.
1 Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús;
2 y porque ustedes pertenecen a él, el poder[a] del Espíritu que da vida los[b] ha libertado del poder del pecado,
que lleva a la muerte. 3 La ley de Moisés no podía salvarnos, porque nuestra naturaleza pecaminosa[c] es débil.
Así que Dios hizo lo que la ley no podía hacer.
Él envió a su propio Hijo en un cuerpo como el que nosotros los pecadores tenemos;
y en ese cuerpo, mediante la entrega de su Hijo como sacrificio por nuestros pecados,
Dios declaró el fin del dominio que el pecado tenía sobre nosotros.
4 Lo hizo para que se cumpliera totalmente la exigencia justa de la ley a favor de nosotros,
que ya no seguimos a nuestra naturaleza pecaminosa sino que seguimos al Espíritu.
– Romanos 8: versículos 1-4
Basado en el artículo Playing With Sin, publicado en inglés: 16 de diciembre del 2016.
PASA MÁS:
Está totalmente al descubierto
Pecadores, versus vivir en pecado.
Yo, cuando muera, todavía en pecado
¿Estás negando a Jesús? (publicado en inglés: Denying Jesus?).
Advertencias acerca de negar a Jesús (publicado en inglés: Warnings about denying Christ).
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