¿Habrás visto esta pegatina? Yo la vi en esta semana:
“Si conoces a Dios, conoces la paz.
Sin no tienes a Dios, no tendrás paz”.
¿Estás luchando con alguna situación y no logras encontrar la paz? Acude al Señor en oración. ¡Hay un montón de cosas que pueden hacer que sigamos luchando con dificultad! La vida nos lanza sorpresas que no vemos venir. Y no somos tan perfectos, que digamos. Todos tenemos problemas. Las cosas pueden desequilibrarse rápidamente.
Algo siempre parece estar a la vuelta de la esquina que solo nos trae más confusión: ocurre un accidente, una enfermedad te golpea, la enfermedad ataca – luchas financieras, el gobierno interfiere, problemas de trabajo, tentaciones por todas partes, el pecado en el cual podemos caer. De alguna manera fracasas, los amigos se vuelven inconstantes, los lazos matrimoniales se disuelven, alguien te mete una demanda, los acontecimientos mundiales te preocupan, los desastres de la naturaleza te preocupan o te arruinan… incendios/terremotos/huracanes/ciclones. Puede venir de nuestro interior o puede venir del mundo, pero, lo sabemos: ¡Está ahí a la vuelta de la esquina!
Las cosas pueden hacer que nuestra mente se arremoline. Perdemos el control rápidamente. Nos llenamos de miedos y lágrimas. Nuestra mente se tambalea, se desvía, se desequilibra de alguna manera. No sabemos cómo afrontarlo. [Véase el artículo del Wall Street Journal (21 de diciembre de 2017): La salvación de ‘La niña del napalm’ (en inglés)].
Queremos poner nuestra mente a que repose. Deseamos encontrar ese estado mental perfecto: Paz
El profeta dijo al Señor,
“¡Tú guardarás
en perfecta paz
a todos los que confían en ti,
a todos los que concentran en ti
sus pensamientos!”
– Isaías 26:3
La versión de The Amplified Bible (AMP) [traducido del inglés] extrae otros significados del hebreo original:
“Mantendrás en perfecta y constante paz
al que tiene la mente firme
[es decir, comprometida y centrada en Ti
– tanto en inclinación como en carácter],
porque confía
y se refugia
en Ti
[con esperanza y espera confiada].
– Isaías 26:3 Amplified Bible (AMP) [traducido del inglés]
Un buen hábito de vida es acudir siempre a Dios en oración. Hazte el hábito de orar a menudo. Entonces ya estarás de rodillas (en tu corazón) cuando el desastre o las luchas te golpeen. A Dios le importas. Él entiende. ¿Confías en Él? Él te dará paz.
La verdad de lo que el profeta Isaías dijo, es básicamente:
[Usando la versión de The Amplified Bible de Isaías 26:3 y mis palabras:]
Porque me refugio en Dios –
confío plenamente en Dios
con esperanza y confiada expectativa
en lo profundo de lo que soy en mi alma
y mantengo
mi mente
controlada y enfocada
en Dios mismo,
Él mismo
mantendrá
en mí
un estado constante
de equilibrio y paz.
Así como cuando Pedro caminó sobre el agua – si quito mis ojos de Jesús, empiezo a hundirme. Empiezo a preocuparme. Empiezo a perder los estribos. Mi alma se desequilibra.
Cuando la carga es pesada, me gusta orar.
Señor, todo esto… te lo traigo a Ti. Me has pedido que deposite mis preocupaciones en Ti. Sé que te preocupas por mí. Así que aquí está…. Esto es con lo que estoy lidiando, y necesito tu paz, tu sabiduría. Ayúdame en esta situación. Te lo entrego todo a Ti para que te ocupes de ello.
Que el Señor nos ayude a mantener nuestras mentes “fijas en Él”. No hay mejor manera de afrontar la vida.
Referencias
2 Samuel 22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Eclesiastés 3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
1 Pedro 5:7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes”.
Basado en el artículo Finding Perfect Peace, publicado en inglés: 23 de diciembre del 2017.
PARA MÁS:
Sentimiento de paz y tranquilidad
La salvación de ‘la niña de napalm’ (en inglés) Apareció en la edición impresa del 22 de diciembre de 2017 del Wall Street Journal (en inglés).
Extracto: “Mi fe en Jesucristo es lo que me ha permitido perdonar a quienes me habían agraviado -sin importar la gravedad de esos agravios–. La fe también me inspiró a orar por mis enemigos en lugar de maldecirlos. Me permitió no sólo tolerar a los que me habían hecho daño, sino amarlos.
“No importa qué tipo de dolor o pena estés experimentando, ahora que se acerca la Navidad, te animo a que no te rindas. Aférrate a la esperanza. Es la esperanza la que te ayudará a salir adelante. Esta paz que yo he encontrado puede ser tuya también. Oro para que te encuentre esta Navidad”.
Kim es autora de “Fire Road: The Napalm Girl’s Journey through the Horrors of War to Faith, Forgiveness, and Peace” (Tyndale Momentum, 2017, publicado en inglés). Vive en el área de Toronto.
Mateo 14:25-34 Nueva Traducción Viviente (NTV)
25 A eso de las tres de la madrugada,[a] Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua. 26 Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, quedaron aterrados. Llenos de miedo, clamaron: «¡Es un fantasma!».
27 Pero Jesús les habló de inmediato:
—No tengan miedo—dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí![b]
28 Entonces Pedro lo llamó:
—Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.
29 —Sí, ven—dijo Jesús.
Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús, 30 pero cuando vio el fuerte[c] viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse.
—¡Sálvame, Señor!—gritó.
31 De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.
—Tienes tan poca fe—le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?
32 Cuando subieron de nuevo a la barca, el viento se detuvo. 33 Entonces los discípulos lo adoraron. «¡De verdad eres el Hijo de Dios!», exclamaron.
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